26. Abril 2024

Arxius de salud | Diari La República Checa

REDACCIÓ1 Novembre, 2020

Aunque el ministro Illa desea no haber de decretar el confinamiento domiciliario, el Ejecutivo trabaja en esa vía y las comunidades, llegado el caso, podrían mantener abiertos los colegios y decidir hasta dónde llega la actividad imprescindible

La consigna oficial del Gobierno es la de no adelantar acontecimientos; evitar las comparaciones con las duras medidas dictadas en Francia, Alemania o Italia; y esperar a ver qué ocurre en los próximos días con los indicadores de la pandemia.

Pero en Moncloa, en realidad, no tienen claro que el aislamiento de las comunidades y municipios y los toques de queda sean suficientes. Es más, sus técnicos trabajan desde principios de esta semana en un ‘plan b’ para el supuesto de que no se pueda frenar la expansión del virus en las próximas dos semanas. Los servicios jurídicos del Estado apenas acabaron de redactar el decreto del estado de alarma del domingo, se pusieron a perfilar otro borrador de una posible nueva orden para otro estado de alarma que permitiría, llegado el caso, a las comunidades llegar hasta el temido confinamiento domiciliario.

Pero el proyecto del Ejecutivo tendría importantes matices con respecto al decreto que el pasado marzo ordenó en encierro en casa. El Gobierno, según revelan algunos de los técnicos que trabajan en ese borrador, no tiene previsto -al menos por el momento- volver a asumir el ‘mando único’, aunque la situación epidemiológica en esta segunda ola se agrave. De acuerdo con estas fuentes, las comunidades, como viene ocurriendo desde el fin de la desescalada el 22 de junio, seguirán siendo las «autoridades delegadas», aunque bajo el paraguas de que sería cuarto estado de alarma decretado por el Ejecutivo central.

Por lo tanto, serían los gobiernos autonómicos los que, si llega a entrar en vigor este nuevo decreto, decidan si hacen uso de este nuevo marco normativo y hasta dónde. Y es que la idea del Ejecutivo es dar un «nuevo instrumento» con el que las autonomías puedan superar los actuales confinamientos perimetrales y toques de queda, pero de forma «gradual», hasta poder llegar, si lo vieran necesario, a las cuarentenas en las viviendas. En cualquier caso, lo que se rechaza es una orden nacional de confinamiento como de la marzo porque la incidencia sigue siendo muy dispar en el territorio nacional.

Los técnicos de Sanidad y los expertos jurídicos del Gobierno piensan sobre todo en una marco jurídico «flexible» y «a la carta» en el que las propias autonomías, en función de su evolución, puedan decidir desde aplicar las medidas mínimas comunes (entre las que se estudia que sigan vigentes los toques de quedas o los confinamientos ‘menores’), pasando por los actuales aislamientos perimetrales autonómicos, hasta llegar a las restricciones más duras como el encierro domiciliario y otros escenarios de «restricciones generalizadas de la libre circulación».

Otra de las grandes diferencias con el estado de alarma de marzo sería que las comunidades podría mantener abiertos los centros educativos ante la evidencia de que la transmisión en estas instalaciones sigue siendo muy baja. Además, cada autoridad autonómica tendría cierto margen para definir cuáles son las actividades imprescindibles que quedarían fuera del confinamiento generalizado en su región.

La idea de Moncloa y Sanidad es que este borrador esté listo antes del fin de semana del 14 y 15 de noviembre. Esa es la fecha máxima que el Gobierno se ha fijado para comprobar los efectos de las medidas que las comunidades han empezado a implementar bajo el paraguas del estado de alarma aprobado el pasado domingo por el Consejo de Ministros. En el Ministerio de Sanidad no se llaman a engaño a pesar del optimismo mostrado ayer por Illa. Pocos son los expertos que esperan que los confinamientos perimetrales de las comunidades tengan efectos «importantes» en la «reducción» de la transmisión.

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REDACCIÓ13 Octubre, 2020
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¡Atchús!“. Se hace un eterno silencio… Y automáticamente todo el mundo que lo oye se pone en ‘alerta coronavirus’. Menos mal que las mascarillas se han convertido en un  complemento habitual del nuestro día a día. Los cubrebocas se han impuesto en nuestro uso cotidiano en tiempo récord, al contrario de lo que ha pasado con otros objetos cómo, por ejemplo, los smartphones.

Lo mejor de los susodichos es su customización, al igual que con las fundas de los móviles o de las gafas, uno puede plasmar lo que quiera en su mascarilla.

Algunos aprovechan el espacio para publicitar su empresa o una causa. ¿Cuántas banderas de España o esteladas hemos visto ya en numerosos tapabocas? Es caso para decir cada loco con su tema…

“¡Menuda horterada!”, no me diréis que tampoco habéis pensado esa frase alguna vez contemplando según qué máscara sanitaria. Sin ir más lejos, se han avistado payasos, tigres, monos y hasta tortugas ninja. Ya no sabemos si vivimos en una película de Tarzán o de Batman y el Joker.

Os diré más: ¿habéis paseado por el mercadillo de mascarillas de la plaza Corsini? Allí encontraréis, a los martes y jueves, las que queráis. Eso sí, no olvidéis mantener la distancia de seguridad. Si en el catálogo del mercadillo no encontráis una que os agrade, siempre podéis pasaros por las numerosas tiendas de la ciudad que venden mascarillas customizadas.

Siempre se ha dicho que los famosos crean tendencia, y en el caso de las máscaras sanitarias no iba a ser menos.

Ya hemos observado a los primeros famosos luciendo magníficos diseños florales o reivindicaciones sociales cómo ‘Black Lives Matter’.

Elegid la que más os guste y lucidla con estilo. Además, no sabemos hasta cuándo perdurará esta nueva costumbre impuesta, quizás se convierta en algo permanente. Ya que la tenemos que ponerla sí o sí  ¡Qué menos que sea de nuestro gusto! ¿No?

Alex RiBA

 


REDACCIÓ17 Agost, 2020

Bill Gates cree que se podrá acabar con la crisis sanitaria del coronavirus para finales de 2022 en todo el mundo, e incluso antes en el caso de los países más desarrollados: antes de que acabe 2021. Así lo ha manifestado en una entrevista con ‘Wired’, en la ha alabado las innovaciones en materia de diagnóstico, tratamientos y vacunas contra el COVID-19 desarrolladas en los últimos meses.

Bill Gates pone fecha al fin de la COVID-19

“Creo que, para el mundo rico, deberíamos ser capaces de acabar en gran medida con esto para el final de 2021, y para el mundo en general, para el final de 2022”, ha sostenido, indicando que esto solo será posible gracias “a la escala de la innovación que está teniendo lugar”.

No obstante, ha advertido de que, “cuando sea” que se consiga acabar con esta crisis, “habremos perdido muchos años en avances sobre malaria, polio y VIH”, además del “endeudamiento” y la “inestabilidad” que habrán sufrido los países. “Llevará años después de eso para volver al punto en el que estábamos al principio de 2020”, ha lamentado.

Precisamente Gates, cuya fundación está invirtiendo en el desarrollo de vacunas contra el coronavirus, llevaba tiempo prediciendo la llegada de una pandemia global. En este sentido, ha lamentado la falta de preparación y la respuesta tardía a la crisis, pero ahora afirma sentirse optimista ante el “impresionante” canal de innovación que se está produciendo.

 


REDACCIÓ17 Agost, 2020

Investigadores del The Peter Doherty Institute for Infection and Immunity (Australia) han desarrollado una nueva prueba que puede diagnosticar el COVID-19 en solo 20 minutos. Los hallazgos, publicados en la revista ‘Journal of Medical Microbiology’, muestran que la prueba molecular rápida llamada N1-STOP-LAMP, es cien por cien exacta en el diagnóstico de muestras que contienen SARS-CoV-2 a altas cargas.

La prueba detecta la enfermedad en 20 minutos

La prueba es muy precisa y fácil de usar, lo que la convierte en un candidato principal para su uso en entornos con capacidades de prueba limitadas. El método implica el uso de una pequeña máquina portátil, que puede detectar confiablemente el SARS-CoV-2 con sólo un hisopo nasal.

“Hemos desarrollado una prueba molecular alternativa de COVID-19 que puede desplegarse fácilmente en entornos en los que el acceso a las pruebas de laboratorio estándar es limitado o en los que se necesitan tiempos de respuesta ultrarrápidos para los resultados”, explica el líder de la investigación, Tim Stinear.

Esta nueva prueba utiliza un solo tubo y se realiza en un solo paso, lo que la hace más eficiente y de menor costo que muchas de las pruebas actuales para el SARS-CoV-2. Se comprobó que el método N1-STOP-LAMP era cien por cien exacto y que identificaba correctamente el 87 por ciento de las pruebas como positivas cuando se utilizaba para evaluar 157 muestras positivas confirmadas.

 


REDACCIÓ20 Juliol, 2020

 La vacuna contra el coronavirus que desarrolla la universidad británica de Oxford parece “segura” y “entrena” el sistema inmunológico, según revelan los hallazgos de las primeras fases del estudio, divulgados este lunes.

La vacuna de Oxford mustra muy buenos resultados

Durante los ensayos clínicos realizados por expertos del prestigioso centro académico, 1.077 voluntarios mostraron que una inyección les llevaba a producir anticuerpos y células blancas de la sangre que pueden combatir el virus.

Estos descubrimientos, difundidos en la revista médica The Lancet, se consideran “muy prometedores”, si bien todavía es necesario llevar a cabo ensayos a mayor escala a fin de determinar si los anticuerpos son suficientes para ofrecer protección a largo plazo contra la enfermedad.

 


REDACCIÓ12 Març, 2014

L’article que llegireu a continuació és cent per cent real encara que contingui algunes dosis que puguin semblar surrealistes o inventades.
Que la sanitat pública està agonitzant és una realitat tenint en compte les tisorades que ha patit per part d’un govern que s’ha dedicat a retallar drets minvant la qualitat de vida de la població.
Plantes senceres tancades als hospitals, manca de llits per atendre la població que ha d’ingressar, els serveis d’urgències a la vora de la fallida moral del personal i els boxes de recuperació i els passadissos plens de lliteres de ciutadans esperant el seu torn per ser atesos amb l’atenció i la privacitat que es mereixen. Aquestes imatges són, lamentablement, les del dia a dia del nostre sistema sanitari públic que sempre ha destacat, i segueix fent-ho, per la qualitat i professionalitat del personal que es deixa la pell, i moltes hores, en cadascun dels seus centres sanitaris.
Perquè el que ha fallat realment és el sistema del contingut però no el del continent. Els metges, infermers i infermeres, auxiliars i zeladors segueixen estant al peu del canó aguantant les queixes dels usuaris que perden la paciència i, sovint, no atenen les explicacions que els dóna el personal. I segueixen mantenint-se en el seu lloc i demostrant la seva eficàcia amb menys mitjans i recursos.
Explico tot això arran d’un problema que m’ha afectat directament i que em va dur, fa uns dies, fins als serveis d’urgències de diversos centres sanitaris. Després de trobar- me malament a la meva oficina, on un dolor agut m’oprimia tot el cos i em tenia com empresonat, em van acompanyar fins al Centre d’Assistència Primària més proper. Allà va començar el meu calvari davant l’espera que vaig haver de suportar tot explicant la meva malaltia.
Un cop agafat el número vaig haver d’esperar a que em toqués el torn tot i que abans que aquest m’arribés vaig tenir la sort de trobar-me amb una infermera a qui conec de fa anys i, veient la urgència, em va fer passar cap al servei d’urgències immediatament. En aquest moment l’únic que els demanava és em traguessin el dolor que seguia oprimint-me per dins i no em deixava respirar. Un vasodilatador injectat al moment em va calmar bastant i en llavors em va traslladar en ambulància fins a l’hospital Joan XXIII de Tarragona.
Un cop allí, el viacrucis de l’espera en ple passadís. Aquell espai per on la gent hauria de caminar estava del tot intransitable, ple de lliteres formant cues i plenes de persones amb diferents patologies i malalties. No podien passar a ningú als boxes perquè estaven tots plens i el personal d’urgències anava atenent com podia a cadascun dels pacients.
El triatge es feia però era gairebé una quimera davant la impossibilitat de poder derivar a cada malalt al lloc on li corresponia. Cinc hores d’espera. Cinc llargues hores vaig estar al passadís fins que em van passar a un box per fer-me les proves. I un cop fetes, vaig poder anar a casa.
Sort vaig tenir que la meva afectació no requeria l’ús de la Unitat d’Hemodinàmica de Tarragona la qual, per retallades pressupostàries, només funciona a certes hores del dia i si t’agafa quan no funciona t’han de traslladar a Barcelona contrarellotge.
Però la meva processó no s’acaba aquí. Al cap de pocs dies, després d’una forta recaiguda, vaig anar a parar de nou a urgències on vaig arribar amb una mica menys de dolor després de subministrar-me jo mateix, per l’experiència de l’altra vegada, el vasodilatador. Em van traslladar en ambulància i un cop a l’hospital, va tornar a començar el suplici.
Estirat en una llitera a l’espera que el caos disminuís, encara que això no va passar, i pelat de fred gràcies a aquesta mania que tenen els hospitals de crear un clima de baixes temperatures que acaba gelant als malalts que ja entren destemperats del carrer. A això en dic jo, filar encara més prim.
Tot el temps d’espera me’l vaig passar, com la resta de malalts, podent-me cobrir únicament amb aquest llençol tan prim que utilitzen els hospitals i que no serveix de res. Sort de la jaqueta de la meva companya que em va servir per entrar una mica en calor fins que al final, després de molts intents per aconseguir una manta, una persona que conec i estava aquell dia de guàrdia me’n va aconseguir una però la va portar d’amagat.
L’espectacle em va semblar lamentable i menyspreable per part d’un sistema que té contra les cordes als seus usuaris i manté en un estat d’estrès insofrible a tot el personal que assumeix el comandament als serveis d’urgència dels hospitals.
El meu cas es pot explicar ara amb cert sarcasme però no deixo enrere la indignació que he sentit al veure com s’han carregat tot el treball realitzat durant anys per tenir una sanitat pública de primer nivell en tots els sentits.
La solució no està en una manta, encara que vagi bé, ni que algú et trobi i te la porti fent un favor. El que realment fa mal, més que la pròpia malaltia que un pateix, és veure com en quatre dies s’han ensorrat les conquestes de quatre dècades de treball i lluita per fer d’aquesta, la nostra societat, una mica millor. El meu regne per una manta i la meva vida per la recuperació dels drets perduts.
 
Ángel JUÁREZ
President de Mare Terra Fundació Mediterrània i de la Xarxa Internacional d’Escriptors per la Terra