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Son muchas las personas que, en los últimos tiempos, experimentan problemas de depresión y de autoestima. Los conflictos dentro del hogar se intensifican y las parejas en crisis aumentan. Larepublicacheca.cat quiere darte la oportunidad de conocer herramientas que te permitan recuperar el control de tu vida. Hoy continuamos con la sección en que Juan Fco. Martín, terapeuta y director de Terapia Familiar Integral, y sus pacientes internautas son los protagonistas. Si estás interesado en dejar una consulta, no dudes en hacérnosla llegar a través de Facebook, Instagram o vía tfi.terapiafamiliarintegral@gmail.com.
Mi hija se quiere ir de casa y no sé qué hemos hecho mal
Buenas noches, Juan. Mi hija de 15 años hace mes y medio llego a casa en muy malas condiciones, había bebido y no se tenía en pie. Es la segunda vez en muy poco tiempo y me prometió que no lo volvería a hacer. A partir de esta segunda vez le pusimos hora de llegada, antes confiábamos en ella pero ahora no. A partir de aquí son peleas diarias, nos dice que quiere irse de casa, que la tratamos como una niña y que estar harta de nosotros. Estas palabras y esta situación me hace mucho daño, ¿Qué podemos hacer? Lucia (Barcelona)
Muchas gracias por escribirnos Lucia. A pesar de que parezca normal que unos adolescentes puedan consumir alcohol, algo que no debemos olvidar como padres es que es ilegal y que vosotros como responsables de ellos, si les ocurre algo, podríais tener repercusiones legales y penales.
Por otro lado, esa rebeldía que vuestra hija está teniendo hacia el control, viene a consecuencia de falta de límites que teníais antes, ya que una niña de 15 años no puede estar fuera sin el control y la protección de un adulto a ciertas horas y en ciertos entornos, ya sea chico o chica.
Ahora mismo tu hija ha de tener sentimientos encontrados, por un lado, la frustración y la tristeza por haber perdido vuestra confianza y por otro el compararse con sus amigas y ver que ella tiene unas consecuencias que sus amigas no tienen.
Lo primero que hay que hacer es buscar un punto en común entre ambos, ya que no es una niña pequeña, mejorar la comunicación e intentar llegar a posiciones intermedias entre vuestras obligaciones como padres y la necesidad de independencia de vuestra hija.
Ella ha de saber cómo ha de recuperar vuestra confianza, qué cosas ha de hacer y una temporalidad. Ella ha de poder saber si está tomando decisiones de manera correcta y basadas en una buena conducta o hacer como ahora, solo utilizar sus instintos hacia vosotros e intentar huir de una situación que para ella es dolorosa.
Entiendo Lucia que como padres os podéis haberos sentido defraudados y ver así a vuestra hija ha de ser muy duro, pero si no seguís estos consejos, será más duro verla partir.
Mi hijo cada mañana se levanta de muy mal humor y por las mañanas todo es una discusión
Juan, quiero agradecerte los consejos que nos das cada semana, por fin me he decidido por escribirte. Tengo un niño de seis años, cada mañana cuando le levanto siempre se enfada conmigo, o con su padre o con quien está en casa, tiene muy mal despertar. Esta mañana me tiró el desayuno, la semana pasada no se quería poner calcetines, todo son llantos, rabietas, insultos. En el cole, me dicen que allí no hace nada. He llegado a pensar que mi hijo me odia, pero por las tardes es otro, cariñoso, cercano… Estamos preocupados por él ¿Qué podemos hacer? Luisa (Salamanca)
Hola Luisa, agradezco mucho tus palabras y para mí es un placer estar al otro lado cada semana. Tiene que ser complicado gestionar todo lo que ocurre en una casa cada mañana con un niño pequeño. Si además ves a tu hijo con conductas tan duras para ambos, tienes que tener hasta temor que se haga de día.
Lo primero que te recomiendo es que observéis que tal duerme el niño, si tiene pesadillas, si ronca, si se despierta muchas veces, cualquier situación que valoréis anormal. Esta información tendréis que trasladársela al pediatra de vuestro hijo, él y la enfermera, os podrán orientar si hay problemas físicos o neuronales a la hora de dormir.
Algo a tener en cuenta es la rutina del sueño. Un niño de esta edad es importante que este como muy tarde en la cama a las 21:00 horas, acostado y si puede ser durmiendo, cada día. Si se va más tarde y no duerme las normas necesarias, es fácil que pueda afectar a sus emociones.
Si ya tenéis una rutina establecida, el pediatra ha descartado problemas físicos o neuronales. Es hora de ponerse manos a la obra y trabajar la inteligencia emocional de tu hijo.
Estas situaciones que describes como pataletas, hay que entenderlas como una situación emocional que él no entiende, no sabe explicar y nosotros no le estamos sabiendo darle una explicación. Es importante poner palabras a lo que creéis que está sintiendo el niño, no solo por la mañana, sino durante todo el día.
Por ejemplo, si el niño le veis sonreír porque le habéis comprado un helado o se ha encontrado con su profesora de clase, es importante que le digáis que se siente feliz o alegre. Si un amigo no quiere jugar con él en el parque y viene llorando. Preguntarle si está triste, aceptar que pueda estará así y que es lo que quiere hacer él, no le busquéis una solución, el niño es niño, pero no tonto.
También podéis hablar con él por la tarde de lo ocurrido esta mañana, no como algo de crítica o una regañina, más bien para explicarle como os habéis sentido vosotros y como se ha sentido él, preguntarle cómo quiere que actuéis a la mañana siguiente y siempre terminándole diciendo lo mucho que le queréis y que no es un mal niño.
Luisa, pon en práctica estos consejos y tu hijo tendrá otros despertares.
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