Arxius de Procés | Pàgina 3 de 3 | Diari La República Checa

Esperen al final. No se precipiten Aguarden… ahora vienen los testigos. Esto de los juicios es como una montaña rusa. El juicio del Procés no es una excepción.  Las defensas tienden a obtener un fuerte impulso emocional tras la declaración de sus clientes, máxime cuando pretendidamente se da respuesta y se contrapone su aparente solidez a argumentos acusatorios más endebles, a priori al menos.

De hecho, este plus emocional es posible conseguirlo al final del procedimiento. El artículo 701 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal permite a los acusados deponer en ultimo termino, tras el resto de testigos, si con ello se obtiene un mejor y más profundo conocimiento de la verdad, lo cual debería ser una redundancia en un procedimiento penal que precisamente debería buscar siempre, como máxima, la verdad.

Yo, sin duda hubiera optado por pedir la declaración en último término de los acusados. No se ha hecho y el tiro, parece que ha salido bien, relativamente bien. Miren, los acusados con sus respuestas han reconocido meridianamente que han cometido un delito de desobediencia al TC. Han negado todos la comisión de un delito de malversación. Y nadie admitió la sedición ni la rebelión. La condena por desobediencia es insoslayable con lo que ya consta. Pero eso es un mal menor. Las acusaciones presencian impotentes como los acusados se les escapan por el rabillo del ojo. El 75% de las preguntas se han centrado en acreditar la desobediencia que son los postres de la acusación, incapaz de aportar un solo elemento creíble de la imputación por rebelión o sedición y con ridículos monumentales como la referencia del Fiscal Cadenas a los vehículos “devastados”.

Los fiscales son muy buenos técnicamente, pero están oxidados como la bisagra de la puerta de casa de mi bisabuela. Hacen y evacúan informes en materia de casación pero es sencillo presumir que en los últimos 5 años han participado en muy pocos juicios, al menos alguno de ellos, no así los de más reciente incorporación al Supremo, claro está. Si hubieran puesto un fiscal antidroga de cualquier Audiencia Provincial otro gallo cantaría. Ir al grano no es lo suyo salvando, quizás a Zaragoza, con mucho el más incisivo.

La abogacía del Estado es, aunque no lo parece, más precisa pero la puesta en escena, dubitativa y que traslada una cierta incomodidad personal percibible por entenderse en el foco de las cámaras y del ojo supervisor del Presidente de la Sala, traslada inseguridad y duda, lo que daña su discurso.

Los abogados defensores están desplegando su repertorio. Melero convierte el juicio en una clase de practicidad. Pina a medio camino de Melero y Van den Eiden, el abogado de Junquera y Romeva. Podrían haber contestado a los fiscales y a la abogacía del Estado. Lo hubieran hecho si hubieran podido imaginar que las acusaciones navegaban sin rumbo. Pero no lo sabían y si Romeva hubiera reconsiderado su posición, dejaba en evidencia a Junqueras. Promete Salellas, un digno heredero del gran Salellas padre.

Prepárense a ver espectáculo; Salellas interrogando a De los Cobos y a Rajoy. A Rajoy, su comparecencia en la Audiencia Nacional por la  Gurtel le parecerá un masaje.

Deberían ir con cuidado los abogados con los micros. Se oye lo que les soplan a la oreja sus ayudantes, por cierto; No se fíen del Presidente Marchena. La amabilidad y corrección de un juez es innata salvo trastornos mundanos. Ninguna relación tiene que ver con el pronunciamiento a dictar.  Sabe más de derecho que todos los que están en la Sala juntos. Puede ser filopepero, pero es un tipo recto y digno. No manchará su carrera con un pronunciamiento no ajustado a derecho. Hay que dar motivos técnicos, no políticos, la exención moral no existe en derecho si no entra en el artículo 20 o 21 del Código penal como eximente o atenuante.

Prepárense que vienen curvas.

DAVID ROCAMORA
Advocat