REDACCIÓ22 Agost, 2021
El rey de Marruecos, Mohamed VI, zanjó la crisis diplomática abierta con España deseando “inaugurar una etapa inédita” en las relaciones entre ambos países, que se debe basar en “la confianza, la transparencia, la consideración mutua y el respeto a los compromisos”.
“Con sincero optimismo, expresamos el deseo de seguir trabajando con el Gobierno español y su presidente, Pedro Sánchez, con el fin de inaugurar una etapa inédita en las relaciones entre nuestros dos países”, afirmó el monarca este viernes en el discurso que anualmente pronuncia con ocasión de la Revolución del Rey y del Pueblo.
Mohamed VI habló así por primera vez de la crisis que se abrió el pasado mes de abril a causa de la hospitalización en España del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, y la posterior entrada masiva de emigrantes en mayo a la ciudad autónoma española de Ceuta ante la pasividad marroquí.
Estos acontecimientos desembocaron en el mayor distanciamiento vivido en las relaciones entre ambos países desde que Marruecos ocupó el islote de Perejil en 2002.
Ha sido, según expresó en su discurso el propio rey marroquí, “una crisis sin precedentes que ha sacudido fuertemente la confianza mutua y ha planteado varias preguntas sobre su futuro”.
Pero en las últimas semanas, y tras el cese de la exministra de Exteriores española Arancha González Laya, Marruecos ha dado signos de acercamiento, como aceptar la devolución de los centenares de menores que entraron en Ceuta en mayo.
Mohamed VI afirmó que desde su país se ha trabajado con “la mayor tranquilidad, total claridad y espíritu de responsabilidad” para llegar a un entendimiento con España, unas conversaciones de las que él mismo, dijo, ha formado parte.
El monarca siguió “personal y directamente el proceso de diálogo, así como el desarrollo de las conversaciones”, que han tenido como objetivo, remarcó, “no solo encontrar una salida a esta crisis, sino también aprovechar la oportunidad para redefinir las bases y parámetros que rigen estas relaciones”.
Marruecos está, según Mohamed VI, “comprometido en la construcción de relaciones sólidas, constructivas y equilibradas, especialmente con los países vecinos” como España.
Su intención es, dijo, “fortalecer los cimientos clásicos que subyacen a estas relaciones, a través de un entendimiento conjunto de los intereses de los dos países”.
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España ha sido declarada “zona de alto riesgo” de covid-19 por el Ministerio de Salud de Marruecos, por lo que los viajeros llegados de la península Ibérica deberán presentar una PCR negativa hecha 48h antes del viaje y -además- tendrán que hacer una cuarentena de 10 días. También deben acreditar su viaje con una “autorización especial”. Francia y Portugal también han sido añadidos a la lista de “zonas de alto riesgo” de Marruecos.
La relación entre España y Marruecos, ahora mismo, no es buena. Hay muchas arestas que lijar. El vaso de las acusaciones está lleno y solo la alta diplomacia y el respeto mútuo y la confianza lo pueden solucionar.
España ha concedido la nacionalidad por residencia a un total de 80.148 extranjeros durante 2020. De esta cifra, el 49% son mujeres, y el 21% son menores de 25 años. De hecho, la media de edad de los ciudadanos que han adquirido la nacionalidad es de 37 años. Las naciones de origen de la mayoría de concesiones son Marruecos, Ecuador, Colombia, Bolivia y Venezuela. En conjunto, los países iberoamericanos, concentraron más del 40% de las concesiones, y los marroquíes casi el 30%.
El Ministerio de Exteriores marroquí en un nuevo 
“Las autoridades marroquíes se reservan el derecho de aportar, en el momento oportuno, las respuestas adecuadas a las acusaciones infundadas del Gobierno español”, concluye el comunicado, amenazando una vez más con consecuencias como ya hiciera el pasado 8 de mayo antes de que se produjera la llegada masiva de migrantes a Ceuta el 17 y 18 de mayo tras relajar Marruecos los controles fronterizos.
La crisis provocada por Marruecos como represalia por la asistencia sanitaria al líder del Frente Polisario Brahim Galli, ha generado un conflicto diplomático de dimensiones y consecuencias imprevisibles. El gobierno español habla de llegar a un acuerdo “cuanto antes” con Marruecos, abogando por el dialogo y la diplomacia.
No obstante, el español Alejandro Espinosa Solana, licenciado en Derecho, ha decidido denunciar al rey de Marruecos, Mohamed VI, por crímenes de lesa humanidad. Ha presentado una queja formal en la Audiencia Nacional el pasado 21 de mayo.
También se ha podido ver imágenes en las que un legionario llevaba cuidadosamente en hombros a un niño marroquí en lo alto de un muro salvando las alambradas que habitualmente impiden el paso entre fronteras. En declaraciones posteriores a los medios, ese legionario confesaba que el niño confió en él inmediatamente cuando le llamó para cogerle y ayudarle, a pesar de la lógica suspicacia que pudiera haber generado a un menor la presencia de un soldado extranjero en la frontera que estaba intentando cruzar ilegalmente, y que en el transcurso en que le llevaba en sus hombros repetía que quería volver a casa con su madre».
También aporta al juez una imagen en la que algún miembro de la Cruz Roja española cogía por un pequeño hueco de otra alambrada a un bebé aparentemente de muy pocos días, ni si quiera meses, que su madre le entregaba del otro lado. Decenas de imágenes en que agentes de las fuerzas de seguridad y de las fuerzas armadas españolas tendían sus manos o incluso alargaban más allá sus porras desde tierra o desde lanchas en el mar para que los migrantes se agarraran a ellas y recogerles extenuados. Muchas otras imágenes de menores de edad llorando desesperados en el mar, tiritando de frío al llegar a tierra, abrazándose desesperados a miembros de la Cruz Roja española que los recibían y atendían tras un penoso, incierto y peligroso viaje a nado», afirma la denuncia.
Por otro lado, la denuncia señala la actitud de las fuerzas marroquíes que abrieron las puertas en el lado de Marruecos e incitaron a jóvenes a pasar al lado español, con el riesgo para la vida de estas personas que significa pasar a nado a España y que, en muchos casos, hubieran muerto de no ser por la ayuda de las fuerzas españolas.
El líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, ha aceptado comparecer el próximo 1 de junio ante los juzgados de la Audiencia Nacional, previsiblemente por vía telemática según han confirmado fuentes del Frente Polisario.
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha decidido horas antes este martes no adoptar ninguna medida cautelar en relación al líder del Frente Polisario por “informaciones que hayan aparecido en medios de comunicación”. Esta respuesta llega después de que la ASADEDH solicitara que le retiraran el pasaporte para evitar su salida de España.
Ghali fue ingresado el pasado 18 de abril en el Hospital de San Millán-San Pedro, en La Rioja, con un cuadro grave por dolencias derivadas de la COVID-19, en un traslado desde Argelia que la diplomacia española tildó de cuestión humanitaria, si bien está en el trasfondo de la crisis desatada con Marruecos en la frontera.
Por estos hechos, Pedraz acordó tomar declaración a Ghali como imputado el 1 de junio. Poco tiempo después, el instructor de la Audiencia Nacional admitió una segunda querella, presentada por ASADEDH contra Ghali y otras 27 personas por el maltrato al que habrían sometido a prisioneros de guerra y a los propios ciudadanos saharauis, “especialmente” a los de origen español.
El 8 de mayo de 2003 la esposa del Rey de Marruecos, Lalla Salma (42 años), traía al mundo, a un niño varón, un pequeño príncipe, llamado a ser rey de los alauitas: Moulay Hassan.
Moulay Hassan heredó de su padre el amor por los deportes y se desvive por el fútbol, el baloncesto, la natación, el esquí y la equitación. Estudió en el Colegio Real de Marruecos, fundado por Mohamed V, mismo centro al que acudieron su padre y sus tíos.
