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El 8 de mayo de 2003 la esposa del Rey de Marruecos, Lalla Salma (42 años), traía al mundo, a un niño varón, un pequeño príncipe, llamado a ser rey de los alauitas: Moulay Hassan.
El primogénito ha alcanzado su mayoría de edad entre tensiones con España y en la recta final del Radamán. Cuando sea rey será llamado Hassan III.
Durante el periodo de Ramadán, los adultos sanos ayunan desde el amanecer hasta la puesta de sol, lo que implica abstenerse de comer, beber, tener sexo o cometer cualquier acto considerado inmoral. Empieza, pues, para el príncipe su época para orar, leer el Corán y hacer actividades caritativas. El Ramadán llega a su fin en la puesta de Sol del próximo miércoles 12 de mayo.
El príncipe Hassan pronunció su primer discurso a los ocho años en la academia militar de Kenitra. Cuando tenía 10, viajó a París para representar a su padre y a su país en el funeral del expresidente francés Georges Pompidou.
La prensa gala destacó su saber estar y su elegancia cuando se le vio acompañado del consejero real y gran amigo de su padre, Fouad Ali El Himma (58), en otro de sus actos sin la compañía ni protección del Rey Mohammed VI: el entierro de Enrique de Orleans, conde de París.
Con tan sólo 12 años, Moulay protagonizó una anécdota. Según la tradición de Marruecos, cuando alguien saluda a un miembro de la monarquía, se supone que esa persona tiene que besar la mano del representante real. En cambio, no es algo que a él le haga mucha gracia. De hecho, más bien lo detesta. En un acto que presidió en solitario en su país, Moulay se hizo viral en las redes sociales al emplear con las distintas autoridades una peculiar técnica, una especie de gesto de rechazo, con el que impedía que le besaran la mano (El Papa Francisco ha protagonizado un episodio muy parecido).
Moulay Hassan heredó de su padre el amor por los deportes y se desvive por el fútbol, el baloncesto, la natación, el esquí y la equitación. Estudió en el Colegio Real de Marruecos, fundado por Mohamed V, mismo centro al que acudieron su padre y sus tíos.
En 2018, con motivo de su 15 cumpleaños, una fecha siempre especial para los niños que empiezan a atisbar el horizonte de su edad adulta, la revista francesa Jeune Afrique (Africa Joven) publicó un elaborado reportaje en el que hablaban de él como un príncipe políglota, pues además del árabe, habla español, francés y inglés, y toma clases en la sede del Instituto Cervantes de Rabat.
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