REDACCIÓ
Seguro que han oído hablar alguna vez de la crisis de los chips. Este fenómeno -que tiene su origen en 2018- está provocando una grave escasez de productos electrónicos que repercute en coches, máquinas, smartphones, videoconsolas, etc. Además, el problema podría alargarse durante un tiempo indeterminado. La pregunta es: ¿Cómo surgió y porque afecta a tantos aspectos de nuestra sociedad?
Repaso al origen
El origen proviene de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, dos Estados que producen materiales tecnológicos que se necesita entre sí. En el caso de China, esta es una gran productora de silicio, el material más común a la hora de fabricar chips. Los aranceles y otros tipos de impuestos han provocado un encarecimiento considerable de los chips.
Pero esto fue solamente el principio. En 2019, el fenómeno de las criptomonedas y la minería de estas empieza a desbalancear la relación entre la oferta y la demanda, siendo esta última superior a la primera. Para minar criptomonedas hacen falta ordenadores y -especialmente- tarjetas gráficas que están hechas con chips. En este sentido, estos productos se encarecen hasta en un 300%.
En 2020 estalla la pandemia y la producción y el transporte de mercancías se paraliza. Sin embargo, la planificación del sector ante posibles contratiempos hace que los efectos de esta paralización tarden en llegar, aunque hoy día ya son una realidad. Para más inri, el confinamiento provoca otra subida de la demanda de productos creados con chips, ya que muchos ciudadanos optan por potenciar el ocio en el hogar (videoconsolas, televisiones, tablets, etc.).
Automóviles: el sector más perjudicado
El sector más perjudicado por esta crisis es sin duda el automovilístico. Las productoras de silicio priorizan sus chips hacia la industria de los ordenador, pues es más rentable que la de la automoción. Cabe señalar que un coche puede tener un centenar de chips semiconductores y varias decenas de microcontroladores.
Josep Barquier, gerente de Cableck -empresa dedicada a la fabricación de sistemas eléctricos para la automoción- expone que “no hay materiales” y que “muchos clientes están parados”. Barquier explica que todo ello repercute en la facturación, obligando a reducir personal y destinar muchas horas a la búsqueda de materiales. “Hay coches nuevos con fechas de entrega para de aquí a 2 años”, expone el gerente, quién añade que tanto el transporte como la mercancía se ha encarecido. “Nos espera un primer trimestre de 2022 complicado”, apunta Barquier sobre una posible recuperación de la crisis.
Los smartphones son los siguientes
Muchas empresas confían en que estos hechos no afecten a la campaña navideña, si bien muchas tiendas están sin stock. Conseguir una PlayStation 5 se ha vuelto un reto considerable, siendo los canales de Telegram la salvación de gamers, así como de padres y madres que desean regalarsela a sus hijos por Navidad. Agárrense fuerte, porque los siguientes elementos en notar la crisis van a ser los smartphones. Así lo afirmó el director ejecutivo de Arm Holdings, Simon Segars, quién explicó que modelos de procesadores tienen retrasos de hasta 60 semanas.
PUBLICITAT
REDACCIÓ
