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En Rincón Friki seguimos hablando de videojuegos, pero esta semana se trata de uno para móviles. Así que si apenas tienes tiempo para jugar, Clash Royale es una gran opción para ti. Las partidas se basan en un duelo de un jugador contra otro, por lo que no existe el modo sin conexión. Cada enfrentamiento dura unos tres minutos y requiere tumbar las tres torres del rival, dos laterales y una central con más vida que las otras. El objetivo es tumbar más torres que el oponente, teniendo en cuenta que si se derrota la de en medio se ganará la partida directamente.
Pero… ¿Cómo se atacan y defienden las torres? Con 8 cartas que cada jugador habrá seleccionado previamente. Cada una cuesta un número determinado de elixir, una propiedad que se recarga con el tiempo hasta un máximo de 10, de manera que si una carta vale 7 de elixir, nos quedaremos con 3. Al seleccionarlas y desplegarlas sobre la arena, cada carta actúa de distinta forma.
En total hay 107 cartas que se pueden clasificar en tropas, hechizos y estructuras. Además, también hay distintas calidades de cartas: común, especial, épica, legendaria y los campeones. La clave de la partida será combinar las distintas cartas para hacer el mejor mazo posible, uno que sirva para atacar y defender de forma óptima.
¿Cómo se consiguen estas cartas? Pues con cofres que nos las darán aleatoriamente, de manera que también podremos mejorarlas para hacer más daño y tener más vidas. Lo especial de Clash Royale son las infinitas posibilidades que ofrece a la hora de jugar. Desde que se lanzó este título, que es gratuito, se han creado muchos tipos de mazos que se caracterizan por la forma de jugarlos.
Por ejemplo, el mazo log bait se basa en hacer que el rival lance un tipo de hechizo que se usa para contrarrestar una carta concreta de tu baraja, el barril de duendes. Esta se lanza directamente a la torre del oponente y despliega tres duendes que la golpean. Esta carta se contrarresta fácilmente con hechizos de bajo coste de elixir, por lo que querremos obligar al rival a usarlos antes para que estén indefensos ante nuestro barril.
Otro ejemplo de arquetipo de mazo es el bridge spam, basado en el despliegue masivo de tropas a la hora de atacar, casi siempre detrás de una unidad con mucha vida que reciba todo el daño y permita acumular muchas cartas detrás. También existe el mazo de golem con bruja, dos tropas que se combinan muy bien. La primera tiene mucha vida, y la segunda crea esqueletos luchadores cada cierto tiempo.
Cómo os podéis imaginar, la flexibilidad de Clash Royale en cuanto al estilo de juego es una de las claves de su éxito. Cada partida dura entre 3 y 5 minutos, por lo que está pensado para jugar en ratos muertos como en la parada del bus o en los descansos. Sin duda, uno de los juegos de móvil más adictivos.
Alex Riba
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