26. Abril 2024

Arxius de retrovisor | Diari La República Checa

REDACCIÓ28 Febrer, 2021

La mascarilla se ha convertido en un elemento más de nuestra rutina como barrera de protección para frenar los contagios del coronavirus: es una forma de cuidar al resto, pero también de cuidarnos a nosotros mismos.

Su uso es obligatorio e ignorar este precepto está penado con multas de diferente índole: también cuando circulamos en coche. Estos son los casos en los que debes llevarla para evitar sanciones que oscilan entre los 80 y los 100 euros.

Tal y como recordaba la Dirección General de Tráfico (DGT) estos días, el castigo económico por no utilizar la mascarilla cuando nos desplazamos en coche es de 100 euros sin pérdida de puntos en el carnet de conducir. No es la única penalización que podemos recibir: razón por la que vamos a repasar los casos en los que debemos llevarla, cuando está permitido prescindir de ella y cómo hay que guardarla cuando viajamos.

Cómo evitar la multa de 100 euros
La mascarilla es obligatoria cuando los ocupantes del coche no sean convivientes. Una norma que también es aplicable cuando usamos coches compartidos (aunque viajemos solos) o cuando contratamos un servicio de transporte de pasajeros como un taxi. Si ignoramos el precepto en estos casos, la multa será de 100 euros.

Sin embargo, hay excepciones que permiten a nuestros acompañantes prescindir de esta protección aun cuando no vivan bajo nuestro mismo techo: los menores de seis años pueden viajar de esta manera y también las personas que por su discapacidad o dependencia tengan alguna alteración de conducta que lo hagan inviable, aquellas con dificultades respiratorias o las que tengan un motivo de salud justificado.

Por lo tanto, sólo podemos quitarnos la mascarilla en el interior del coche cuando vamos solos o con convivientes.

Cómo evitar la multa de 80 euros
Explicábamos antes que las sanciones relacionadas con el uso de la mascarilla no son los únicos castigos económicos que podemos recibir. Si vamos solos o con las personas con las que compartimos techo debemos guardar correctamente este sistema de protección: colgarlo en el retrovisor interior no es el lugar adecuado. Tal y como estipula el Reglamento General de Circulación limita la visibilidad del conductor, algo que implica una multa de 80 euros. Por ello, lo recomendable es llevarla en las cajas diseñadas para tal efecto.

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REDACCIÓ29 Febrer, 2016

retrovisor

 

En mis viajes como chófer de James Font he presenciado  conversaciones sobre todo y sobre todos. El asiento trasero de un confortable y elegante automóvil puede convertirse en un confesionario rodante. Y nuestro invitado de hoy en el Retrovisor, Javier Villamayor Caamaño, ha sido objeto y objetivo de algunas de las conversaciones y confesiones que he guardado en la memoria gracias al retrovisor, en este caso, interior.

Javier Vilamayor
Javier Vilamayor

Javier Villamayor llegó con la aureola de ser un superdotado político, clarividente, gestor imperturbable y con dominio de los espacios que se generan en el debate de las ideas. Uno de aquellos JASP que tantas olas de aspiraciones políticas levantaron en su día en las playas nicaragüenses del PSC. Pero las olas, todas, mueren contra las rocas o se desvanecen en la arena.

Villamayor fue ungido sucesor de Ballesteros sin bajarse del autocar. Llegó, vió, venció y decepcionó (eso digo yo). Y a quien primero decepcionó fue al propio alcalde. Decepción inconfesable, decepción ocultada bajo la delegación permanente de altas responsabilidades. Y es que Javier Villamayor nunca debió abandonar la Diputación y el entorno universitario. Su espíritu es académico, no político.

Ha tenido varios encargos y algunos secretillos. Fue el encargado de acaramelar a Victoria Forns para su acercamiento político a Ballesteros, hacerse el compi de Floria para vigilarla de cerca, maniobrar con Gustavo Cuadrado para arrinconar a Xavier Tarrés. Pero sin duda su mayor reto ha sido ponerse al frente del Comité Organizador de los Juegos Mediterráneos sustituyendo al polémico Mario Rigau. Un cambio similar al de sustituir un tiburón blanco por “Flipper”.

La lista de decepciones y fracasos de Villamayor es suficiente para justificar el título de la crónica de hoy: no se ha hecho con un espacio de control y mando dentro del PSC; ha querido estar a bien con todos y ha acabado no teniendo avaladores; creo que el alcalde se ha cansado de esperarle en primera línea del frente de batalla político; ha rehuido el cuerpo a cuerpo en contraste con la teniente O’Neill Floria; ha fracasado estrepitosamente en la dirección de Tarragona 2017 y, finalmente, ha confundido desde el minuto 1 la vida palaciega del consistorio llena de selfies, ruedas de prensa y powerpoints, con la vida política real extramuros.

oscar.jpgJosep Felix Ballesteros puede caer por el caso Inipro (esperemos que no!!!) y dejará huérfano al PSC. No hay relevo. Como no lo hubo cuando se fue Joan Miquel Nadal. Villamayor podria acabar siendo un “villamenor”. Ha pasado, dicen entre bambalinas, de ‘delfin’ a ‘Capitán Sardina’. Y ha acabado así, en buena parte, por la sobreprotección que le ha procurado Ballesteros y por el nulo espíritu aventurero del propio Villamayor.

Sin ser almas gemelas, Aregio y Villamayor comparten bastantes puntos biográficos como sucesores in péctore de sus alcaldes. Ya sabemos lo nefasto de Joan Aregio para CDC cuyo partido todavía hoy paga aquel error. Veremos qué hacen en Ramón y Cajal para no repetir los mismos errores.

¿Quiénes pretenden disputarse la herencia electoral de Ballesteros? Fundamentalmente Alejandro Fernández y Rubén Viñuales. De ellos hablaré en la próxima crónica.

Hasta pronto!!!