REDACCIÓ
Nada es igual en el Ayuntamiento de Tarragona desde San Antonio. Es la cuarta vez que juro cumplir fielmente mis obligaciones como concejal y la primera en que dos tercios de la corporación se renuevan. La primera vez que son siete los grupos. La primera vez que un partido que nunca se había presentado en las elecciones municipales es el primero de la oposición. La primera vez que se jura o promete sobre atril.
Pero si ha cambiado la oposición, no lo ha hecho menos el gobierno. La aritmética que ya movió al consenso en el pasado mandato nos vuelve a llamar al máximo acuerdo para que Tarragona avance. Ballesteros ha demostrado que sabe, puede y quiere hacerlo.
Escuchar, atender las sugerencias, encontrar lo común en la diversidad de los planteamientos de otros grupos. Esta es la idea que inspira la acción de gobierno. También lo es percibir como propias las sensibilidades ajenas. Aprender del adversario legítimo y reconocerse en la persona ilusionada que te pide información en la primera semana de gobierno como si no hubiera mañana.
Cada una de las concejalías serán –de hecho ya lo son– balcones abiertos a las propuestas de los representantes de otros partidos. Receptores de las demandas de los ciudadanos desde las entidades, en definitiva, a las personas a quienes servimos. Cumpliremos nuestro programa siempre de acuerdo con más de un grupo. Cumpliremos, por tanto, con una parte de esos programas, desde la centralizad política y el consenso. Los electores, que como dijo el alcalde el día de su investidura, no se equivocan nunca, así nos lo han pedido. Y no defraudaremos.
Pau Pérez
Tinent d’alcalde de Serveis Centrals, Economia, Hisenda i Seguretat
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