REDACCIÓ
Como siempre, cuando se acercan unas elecciones sean donde y cuando sean, los cabezas pensantes de los partidos se acuerdan de nosotros, los diez millones de jubilados y pensionistas y de los dos millones de discapacitados del país.
Algunos con pomposas declaraciones en los programas, y quizás en alguna visita con cámaras, por supuesto, a alguna residencia o institución, pero, aunque mayores, a la mayoría la memoria no nos falla.
Todas estas promesas y proyectos, siempre terminan en la papelera del recuerdo, ellos los políticos, deciden por nosotros, como está establecido en nuestra Constitución, pero, ¿cuentan con nosotros?, es evidente que para nada. Quizás consultan a las organizaciones filiales y subvencionadas por ellos, sindicatos y otras agrupaciones, que evidentemente no representan a nadie salvo a sus patronos.
Pero de verdad, ¿estamos dispuestos a seguir soportando esta vergonzosa forma de tratarnos?, sinceramente no. Están muy cercanas las dolorosas y desgraciadas decisiones, rozando el delito, tomadas durante la crisis sanitaria de la Pandemia del Covid referentes a residencias. Falta de atención sanitaria en las mismas y en los domicilios, protocolos de triaje por edad en los centros sanitarios, dados por escrito, por tanto, palmariamente comprobables, rayando el delito de negación de auxilio, lo ha padecido todo nuestro colectivo y… ¿los vamos a seguir votando?
Es el momento de pedir explicaciones y responsabilidades, nuestra arma es nuestro voto, pero después de tantos años de tomarnos el pelo, la única solución es estar presentes en las instituciones, la historia nos avala. Todas las civilizaciones, excepto la actual, han rendido culto a la experiencia dejando en manos de sus consejos de sabios las decisiones más importantes.
Nuestro colectivo representa casi el 30% del censo electoral, esta es nuestra fuerza, ¿vamos a consentir que nos manipulen con subvenciones y promesas que se las lleva el viento? Hay quienes incluso nos toman el pelo anunciando aumentos espectaculares de las pensiones si apoyas sus locuras separatistas y, sin embargo, son incapaces de gestionar una comunidad autónoma, hundiendo una de las regiones, hasta su llegada al poder, más prósperas de Europa.
Cuando estemos en las instituciones crearemos el Ministerio de la Tercera Edad y sus Consejerías correspondientes en las CCAA, como buenos gestores que hemos sido en nuestras casas, negocios, empresas y trabajos, sabemos cómo hacerlo sin que se incremente el presupuesto. Todo lo contrario, vamos a bajar el gasto, sencillamente suprimiendo la gran cantidad de gasto superfluo, ministerios sin sentido, inversiones ruinosas, personal innecesario, sociedades inútiles, observatorios, comisiones, asesores, sueldos estratosféricos, etc., etc., de esto sabemos y mucho, lo hemos estado resolviendo toda nuestra vida.
Queremos poner a disposición del país, nuestra experiencia y saber hacer, y llevar a nuestra sociedad a una reflexión de respeto para que no nos menosprecien más. No queremos ser más tiempos invisibles, queremos ser útiles a la sociedad, nuestra generosidad no tiene límites, lo hemos demostrado en todas las crisis. Para ello solo hay una solución, y es mediante nuestra organización, la unidad de acción y la unión de nuestro voto, este es nuestro poder. Nuestra arma es nuestro voto, disperso no sirve, unido podríamos realizar y llevar a término nuestro objetivo, estar presente en las instituciones y hacer valer nuestra voz, nuestras propuestas y reivindicaciones.
Si nos lo tomamos en serio y nos unimos es posible todo lo anterior, ven con nosotros a Tercera Edad en Acción, porque ya hemos iniciado el camino.
Martí VIRGILI
Delegado 3edad en Acción Tarragona
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