REDACCIÓ
La administración local es la más cercana al ciudadano, y en consecuencia los programas electorales no deben surgir de ningún experimento de “laboratorio”, sino que deben ser el reflejo de las demandas de nuestros vecinos.
Sin embargo, una vez empezada la campaña electoral, y hasta el día 24 de mayo, escuchamos promesas y más promesas de todos los partidos políticos que concurrimos a estas elecciones municipales. Prometer no es malo, generar falsas ilusiones entre los potenciales votantes sí.
No acabamos de entender como algunos se atreven a prometer miles de puestos de trabajo con proyectos que escapan de nuestras competencias, cuando ni tan siquiera han sido capaces de materializar proyectos en Salou que dependían de su gestión y que realmente eran generadores de empleo, como la construcción de un hotel de 4 estrellas superior en la Avda Carles Buigues.
Obrar de ese modo lo único que hace es generar ilusiones entre nuestros vecinos que pueden acabar transformándose en frustración.
Por ese motivo el eje fundamental del programa electoral del PP de Salou se basa en el realismo, alejándonos de hacer promesas incumplibles ni obras faraónicas.
Nuestros vecinos no necesitan que “les vendan humo”, nuestros vecinos necesitan que atendamos sus prioridades con las competencias que tenemos asignadas como administración local.
Tener nuestras calles más limpias y cuidadas, ser implacables con los comportamientos incívicos, recibir mejores servicios, tener un Salou más seguro, reducir los impuestos o reactivar la actividad económica del municipio con el objetivo de generar empleo, son algunas de las demandas que día tras día nos demandan los salouenses.
Dicen que el humo lo utilizaban los indios para comunicarse, nosotros preferimos hablar cara a cara.
Mario García
Alcaldable del PP en Salou
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