REDACCIÓEl próximo día 9 de noviembre, los catalanes instados por el propio presidente de la Generalitat están invitados a votar en un simulacro de referéndum apoyado por CIU, ERC, ICV, las CUP y las asociaciones civiles como Ómnium Cultural y Asamblea Nacional de Cataluña, dicho de paso subvencionadas por la misma Generalitat de Cataluña.
El motivo principal de estas líneas y ya que casi todos los medios de comunicación en Cataluña son proclives a este simulacro, es argumentar porque los catalanes en especial los no independentistas deberían dedicar su tiempo el próximo domingo a cosas más provechosas.
El primer lugar, hay que decir que según el Tribunal Constitucional estamos hablando de un referéndum ilegal, por tanto participar en él es intentar legitimarlo, motivo por el cual la gente que le gusta que se respeten las leyes no deberían asistir. Los políticos, en especial los que ocupan cargos de responsabilidad deberían tener mucho cuidado con hacer apología del delito, ya que son las leyes las que garantizan la democracia y no al revés como pretenden los soberanistas por conveniencia, y si no que cada cual cumpla las leyes que le den la gana.
En segundo lugar, hay que tener en cuenta que los convocantes del mismo con una clara postura del Sí, son los mismos que controlarán el proceso, motivo por el cual difícilmente la información y el escrutinio tendrán ninguna credibilidad.
En tercer lugar, el proceso no tendrá ningún control censal, solo presentando el DNI uno ya podrá votar independientemente que esté censado o no, y por si fuera poco se podrá votar las veces que se quiera y donde se quiera.
En cuarto lugar, si en unas elecciones cualesquiera los votantes deben reunir unas características concretas porque en este caso los votantes tienen características a la carta, es decir, porque pueden votar los menores de edad, o porque pueden votar los inmigrantes cuando en teoría es una consulta a nivel autonómico, y para finalizar, porque pueden votar los catalanes residentes en el extranjero y no los que residen en el resto de España, ¿a esto se le llama arbitrariedad y manipulación, o no?
Y para finalizar me gustaría que los catalanes no perdieran el tiempo, puesto que el resultado final de esta farsa ya estará cocinado de antemano, dando por sentado que habrá una alta participación, casi me atrevo a decir entre el 60 y 70 por ciento, y que ganará el Sí por un margen del 60 a 40 o 65 a 35, ya que si la diferencia del si respecto del no es muy abultada, la farsa perdería legitimidad, y claro la vanidad y el narcisismo enfermizo de señor Mas por pasar a los libros de historia sufrirían demasiado. En resumen, hay más motivos para no ir que para ir, ustedes verán.
Guillem FIGUERAS TALARN
Secretario Agrupación C’s Reus
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