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Agentes de la Policía Nacional detuvieron el pasado fin de semana en Valencia a un varón de 37 años que supuestamente amenazaba con ir a un centro de salud de esa ciudad armado con un cuchillo y colocar una bomba si no se le facilitaba el pasaporte covid. El joven fue detenido como presunto autor de un delito de desórdenes públicos y amenazas graves. Todo ello, según se desprende de un comunicado de la propia Policía Nacional.
La pasada semana, la Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) instó a la Consejería de Sanidad del Gobierno valenciano del socialista Ximo Puig, que dirige la también socialista Ana Barceló, a que informara y explicara las medidas que pensaba tomar ante la escalada de insultos y agresiones que se producen en centros de Atención primaria de la Comunidad Valenciana.
Uno de los casos que, posiblemente, mejor ilustran el por qué de esa denuncia se produjo la pasada semana. El servicio de Emergencias 112 recibió hasta 3 llamadas en 2 días diferentes de una persona que amenazaba con ir a un centro de salud armado con un cuchillo y colocar una bomba si no se facilitaba el pasaporte covid. Es decir, el certificado digital que se exige para acceder a muchos lugares de pública concurrencia, desde hospitales a residencias y desde restaurantes a gimnasios, por poner algunos casos.
En la Comunidad Valenciana, el vigor del pasaporte covid se ha ampliado hasta el próximo 28 de febrero. En torno a esta fecha es cuándo se decidirá si se lleva a cabo o no una nueva prórroga.
Los agentes de la Policía Nacional de Valencia iniciaron sus pesquisas, que desembocaron en la resolución del caso, con la detención de un varón, de 37 años de edad y con antecedentes, en la barriada valenciana de Patraix. El detenido pasó a disposición judicial. Pero el caso va más allá de un suceso. Es la evidencia extrema de la situación desesperada que viven muchos sanitarios valencianos en sus centros de salud.
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