17. Maig 2024

Arxius de el retrovisor diari la república | Diari La República Checa

REDACCIÓ7 Març, 2016

retrovisor

 

Alejandro Fernández es todavía, pero por poco tiempo más, un joven político que acumula veteranía suficiente para triunfar. Bajo un perfil público animoso esconde un alma estratega y egoístamente política. Algunos dicen que se trata de un animal político. Quería ser alcalde de Tarragona, pero ahora ya no. alejandro_ideesSu papel en el gobierno de la ciudad encaja bien como peaje curricular para acabar dando el salto a la política catalana y a cargos relevantes en el PP. Es como un Post Grado. No lo tiene fácil. No le avalan apellidos de rancio abolengo y es lo suficientemente saltarín como para despertar ciertas reservas en el núcleo de poder popular.

Rubén Viñuales es un joven político ambicioso, pagado de sí mismo, pero prudente y que aprende rápido. Quiere ser alcalde de Tarragona, pero no sabe nada del precio que deberá pagar por ello. No es lo mismo el noviazgo con la política que la consumación matrimonial con ella. La política es brutal con las buenas voluntades. A nuestro alcaldable Viñuales le llegará el momento de Mefistófeles y deberá decidir.

Maquiavélicamente, ambos apuntan un horizonte de éxito electoral en 2019. Alejandro sabe perfectamente que en el actual mejunje de siglas de la oposición no podía hacerse con un espacio de visibilidad suficiente en la ciudad y por eso se ha prestado a pactar con Ballesteros.

Nadie con perspicacia debe dudar que el pacto no es con el PSC, si no con Ballesteros. Y eso tiene consecuencias importantes en la dinámica política de Tarragona, sobre todo, si como se aventuran algunos a afirmar, el actual alcalde no repite como candidato en el 2019, pues su “herencia electoral” quedará sin testamento como ya expliqué en mi anterior crónica. Y Alejandro quiere estar en la mejor posición a la hora de lanzar la caña a ese electorado huérfano.

retrovisorViñuales no ha querido ni acercarse al pacto de gobierno municipal por la misma razón que Alejandro. En ese gobierno perdería notoriedad, mientras que permaneciendo en la oposición disfruta de un amplio espacio político y mediático. Pero no nos engañemos tampoco con él. También busca la herencia de Ballesteros. Desde otra perspectiva, pero la busca.

Parecería que ambos partidos se disputan el mismo electorado, pero no es tan así. En el caso de Tarragona, las últimas convocatorias electorales muestran claramente que C’s bebe del manantial socialista tanto como del popular.

Curiosamente, hoy dia el PP  habla pestes de C’s y C’s de PP tres cuartas partes de lo mismo. El argumento? Que el PP ´és un partido corrupto y corruptor. Pero hay que señalar, en honor a la verdad, que el líder del PP a Tarragona jamás ha tenido ningún traspiés en este tema, salvo militar en un partido trufado por las causas judiciales por corrupción.

A nivel local, Viñuales genera hoy cantidades ingentes de ácidos anti-Alejandro y seguramente más por intrincadas causas psicológicas que por argumentos políticos. En mi opinión, el Viñuales de hoy se mira en el espejo del futuro y ve la imagen de Alejandro.

Alejandro, por el contrario, ve en Rubén a sí mismo en sus primerizas etapas políticas y, claro está, le da agobio. Pero en el 2019 ambos verán confluir sus destinos y deberán superar sus fantasmas personales y demostrar si tienen a la ciudad por estandarte o por montera.

viñualesAlejandro, siendo un producto Nuevas Generaciones + FAES, es lo menos pepero que conozco. Alejandro, en realidad, milita en Alejandro. Lo mismo que Viñuales milita en Viñuales, no se lleven a engaños. El de Ciudadanos confía más en sí mismo que en su partido, tan abarrotado de rubenes viñuales casi clónicos.

Así las cosas, se me antoja que la prueba de Hércules para estos dos grumetes políticos, será, sin duda, su capacidad para ir acercándose, respetándose, conociéndose, y sacrificar sus egos y sus tirrias en aras a las necesidades de Tarragona, que pasan y, sobre todo, pasarán, porque estos dos políticos se entiendan lo suficiente como para pactar en el futuro cercano.

¿Se imaginan que los ciudadanos de Tarragona, en una sabia decisión, obligasen a ambos a realizar juntos y solos el Camino de Santiago? Impagable.

¿Y el PSC? ¿Y Ballesteros? No se preocupen respetables lectores, que en una próxima entrega bajaremos a las catacumbas.

Hasta pronto!!!

 


REDACCIÓ29 Febrer, 2016

retrovisor

 

En mis viajes como chófer de James Font he presenciado  conversaciones sobre todo y sobre todos. El asiento trasero de un confortable y elegante automóvil puede convertirse en un confesionario rodante. Y nuestro invitado de hoy en el Retrovisor, Javier Villamayor Caamaño, ha sido objeto y objetivo de algunas de las conversaciones y confesiones que he guardado en la memoria gracias al retrovisor, en este caso, interior.

Javier Vilamayor
Javier Vilamayor

Javier Villamayor llegó con la aureola de ser un superdotado político, clarividente, gestor imperturbable y con dominio de los espacios que se generan en el debate de las ideas. Uno de aquellos JASP que tantas olas de aspiraciones políticas levantaron en su día en las playas nicaragüenses del PSC. Pero las olas, todas, mueren contra las rocas o se desvanecen en la arena.

Villamayor fue ungido sucesor de Ballesteros sin bajarse del autocar. Llegó, vió, venció y decepcionó (eso digo yo). Y a quien primero decepcionó fue al propio alcalde. Decepción inconfesable, decepción ocultada bajo la delegación permanente de altas responsabilidades. Y es que Javier Villamayor nunca debió abandonar la Diputación y el entorno universitario. Su espíritu es académico, no político.

Ha tenido varios encargos y algunos secretillos. Fue el encargado de acaramelar a Victoria Forns para su acercamiento político a Ballesteros, hacerse el compi de Floria para vigilarla de cerca, maniobrar con Gustavo Cuadrado para arrinconar a Xavier Tarrés. Pero sin duda su mayor reto ha sido ponerse al frente del Comité Organizador de los Juegos Mediterráneos sustituyendo al polémico Mario Rigau. Un cambio similar al de sustituir un tiburón blanco por “Flipper”.

La lista de decepciones y fracasos de Villamayor es suficiente para justificar el título de la crónica de hoy: no se ha hecho con un espacio de control y mando dentro del PSC; ha querido estar a bien con todos y ha acabado no teniendo avaladores; creo que el alcalde se ha cansado de esperarle en primera línea del frente de batalla político; ha rehuido el cuerpo a cuerpo en contraste con la teniente O’Neill Floria; ha fracasado estrepitosamente en la dirección de Tarragona 2017 y, finalmente, ha confundido desde el minuto 1 la vida palaciega del consistorio llena de selfies, ruedas de prensa y powerpoints, con la vida política real extramuros.

oscar.jpgJosep Felix Ballesteros puede caer por el caso Inipro (esperemos que no!!!) y dejará huérfano al PSC. No hay relevo. Como no lo hubo cuando se fue Joan Miquel Nadal. Villamayor podria acabar siendo un “villamenor”. Ha pasado, dicen entre bambalinas, de ‘delfin’ a ‘Capitán Sardina’. Y ha acabado así, en buena parte, por la sobreprotección que le ha procurado Ballesteros y por el nulo espíritu aventurero del propio Villamayor.

Sin ser almas gemelas, Aregio y Villamayor comparten bastantes puntos biográficos como sucesores in péctore de sus alcaldes. Ya sabemos lo nefasto de Joan Aregio para CDC cuyo partido todavía hoy paga aquel error. Veremos qué hacen en Ramón y Cajal para no repetir los mismos errores.

¿Quiénes pretenden disputarse la herencia electoral de Ballesteros? Fundamentalmente Alejandro Fernández y Rubén Viñuales. De ellos hablaré en la próxima crónica.

Hasta pronto!!!