Pegasus es un programa israelí de ciberespionaje adquirido preferentemente por Estados, que se instala en dispositivos móviles y es capaz de controlar toda la información contenida en el aparato espiado.
El expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont ha anunciado este martes, junto al líder de ERC Oriol Junqueras, que llevará ante la justicia al Estado español por los supuestos casos de espionaje a más de 60 dirigentes independentistas con este sistema de seguimiento informático.
Desde el Gobierno se han desmarcado de las acusaciones sobre el presunto espionaje. El Ejecutivo “no tiene nada que ver” ni “nada que ocultar”, ha destacado hoy la portavoz Isabel Rodríguez, antes de mostrar la disposición del Gobierno a colaborar con la Justicia pero sin aclarar si el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha podido usar el programa Pegasus.
Junqueras y Puigdemont llevaran ante la justicia al Estado español por los supuestos casos de espionaje
Un sistema del que no disponen las fuerzas de seguridad, según dejan claro a EFE fuentes del Ministerio del Interior, que recuerdan que ni su departamento, ni la Policía Nacional, ni la Guardia Civil han tenido nunca relación alguna con la empresa NSO, que es la que ha desarrollado el programa, y, por tanto, “nunca han contratado ninguno de sus servicios”.
Desde Interior enfatizan que todas las intervenciones de comunicaciones se hacen bajo orden judicial y con pleno respeto a la legalidad desde Interior.
Un virus para controlar el móbil
El programa ha sido desarrollado por la empresa israelí NSO Technologies, fundada en el año 2010 por antiguos miembros de los servicios de la inteligencia israelí, y sólo es vendido a Gobiernos y a los servicios de seguridad de estos para combatir el crimen y el terrorismo.
La primera filtración sobre su uso fue en 2017, aunque la primera alerta sobre este se produjo un año antes.
El virus emitido por Pegasus llega al titular desde un falso correo, un mensaje de texto o una videollamada perdida en redes sociales, como WhatsApp, y, tras ser pinchado, su receptor pasa a estar monitorizado
El sistema de “captación” es sencillo. El virus emitido por Pegasus llega al titular desde un falso correo, un mensaje de texto o una videollamada perdida en redes sociales, como WhatsApp, y, tras ser pinchado, su receptor pasa a estar monitorizado.
El “malware” es capaz de conseguir un control casi ilimitado, sin que el usuario lo sepa. Detecta la ubicación del sujeto, entra en sus aplicaciones, graba conversaciones, accede a correos electrónicos, lista de contactos, fotos y vídeos, lee los mensajes de texto o acciona en remoto la cámara para tomar imágenes o grabar conversaciones.