El ministro de Salud de Alemania, Jens Spahn, consideró necesario que el país entre en un nuevo periodo de confinamiento “duro”, de entre 10 y 14 días, para probar contener la nueva ola de casos de coronavirus que ha disparado los contagios en todo el país, así como la tasa de incidencia.
“Con estas cifras, incluido el que ha tenido lugar este sábado, necesitaremos entre 10 y 14 días en los que tendremos que limitar de verdad nuestros contactos y nuestra movilidad”, declaró el ministro.
Los comentarios de Spahn coinciden con la opinión de los médicos de las unidades de cuidados intensivos del país, que han alertado este sábado que la única manera de contener la tercera ola pasa por declarar un cierre nacional durante dos semanas, en un día en que el país ha registrado otros 20.400 nuevos casos diarios y la incidencia se ha disparado a los 124 casos por cada 100.000 habitantes en siete días.
El jefe de la Asociación Interdisciplinaria de Medicina de Cuidados Intensivos y Emergencia, Christian Karagiannidis, recomendó una mezcla de “confinamiento duro y tests” para intentar aliviar la presión de las unidades, y pide a los políticos que se olviden de cualquier medida de reapertura a corto plazo, según declaraciones a la Rheinischer Post ‘.
Este sábado, las autoridades sanitarias han confirmado cerca de 20.400 casos de coronavirus y unas 157 muertes durante el último día, después de que el país superara el umbral de los 2,7 millones de contagios en el marco de la pandemia, según los datos del Instituto Robert Koch.
El organismo, el ente gubernamental encargado del control de enfermedades infecciosas, manifestó que durante las últimas 24 horas se han detectado 20.472 casos que, sumados a las muertes, conforman un total de 2.755.225 contagios y 75.780 muertes, respectivamente.
Asimismo, señaló que la tasa de incidencia acumulada durante los últimos siete días es de 124,9 casos por cada 100.000 habitantes en siete días, por encima de los 119,1 del viernes, con más de 100.000 casos activos durante la última semana.