REDACCIÓ17 Novembre, 2021
¿Se imaginan tener que abandonar su hogar y país de acogida en busca de trabajo, y que al volver 10 años después se encuentran con un domicilio en quiebra? Esta es la historia de Alex, un escritor colombiano que residió gran parte de su vida en una casa de la calle Avellaner de la Pobla de Montornès. Él, al igual que tantos otros, tuvo que abandonar su hogar durante la crisis del 2008 para poder sobrevivir.
Por ello, Alex se fue con su familia – mujer y 2 hijos – a México, dejando atrás su casa y sus recuerdos de casi media vida. 3 años después, recibió la noticia de que su casa había sido ocupada ilegalmente. Entonces, ya empezó el desfase de dinero que ahora lo ha dejado en la más absoluta quiebra, pues los abogados le exigían unos 3.500 euros para llevar el caso. Además, dejó de pagar la hipoteca, ya que no le era rentable pagar una casa en la que no vivía.
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Recientemente ha podido recuperar la vivienda, pero su interior estaba totalmente destrozado, lleno de escombros y sin ninguna de sus pertenencias. Absolutamente nada, ni fotos, ni muebles. La rehabilitación para hacer de nuevo habitable la casa le costará unos 40.000 euros, los cuales se suman a la deuda por no pagar la casa, ascendiendo a una cifra de más de 300.000 euros a pagar.
Para más inri, el propietario intuye que se ha cultivado marihuana dentro de su casa, ya que habría ciertos materiales y construcciones que así lo evidenciarían. Además, la inquilina que ocupaba el domicilio ilegalmente ahora se encuentra en la vivienda adosada de al lado. “Es muy triste porque no han dejado nada, todos nuestros recuerdos han desaparecido”, expresa Alex, quien está tratando de encontrar la ayuda de amigos para poder terminar con esta pesadilla.
A. Riba
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