28. Març 2024

Arxius de Realidad Virtual | Diari La República Checa

REDACCIÓ30 Novembre, 2022
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Lo reconozco. No me ha quedado otra. Pese a ser gamer, siempre he sido un escéptico. Me despertaba la curiosidad por conocer la experiencia, pero jamás pensé que fuera a ser tan intensa. Ahora que lo he probado, no tengo dudas: la realidad virtual (VR) ha llegado para quedarse. Desde hace unos años que me planteo probar unas gafas VR, pero siempre creí que serían otro fracaso del ser humano por superar los límites imaginables. Me equivocaba, los estamos superando, una vez más, y a una velocidad vertiginosa.

Cuando estudiaba periodismo, uno de mis profesores era bastante ‘friki’ de las nuevas tecnologías. Tuvimos varias sesiones sobre realidad aumentada y realidad virtual (ya me dirán ustedes qué tenía que ver este tema con periodismo), y a menudo nos repetía que esto ya era una realidad y que iba a irrumpir inminentemente en nuestra vida. “Está loco”, pensábamos muchos de la clase. Nos explicaba la idea de Mark Zuckerberg sobre el Metaverso, la transformación de Facebook en un espacio virtual en el que trabajar, salir a dar una vuelta, ver una película o ir a un concierto. Todo ello, conectado con nuestros amigos, cada uno desde sus casas.

Este docente quería saber nuestra opinión al respecto, y yo no pude evitar compartir la mía. “Queda mucho para llegar a ese punto”, dije. Si me volvieran a preguntar lo mismo hoy, seguramente diría que está a la vuelta de la esquina. Yo creía saber mucho sobre VR, pero este fin de semana he podido probar algunos videojuegos con las gafas Oculus Rift, y todos mis prejuicios han saltado por los aires.

La inmersión es magnífica. Nunca se había logrado captar tan bien el movimiento humano con tan poco. Un rastreo del terreno de unos dos metros cuadrados y medio, unas gafas y dos mandos, uno para cada mano. Ya está, suficiente para vivir aventuras en primera persona, con unas lecturas de movimiento precisas y una inmersión total. Por supuesto, queda mucho por hacer y la resolución y los problemas que aún surgen se irán corrigiendo con el tiempo, pero sin duda está mucho más avanzado de lo que yo imaginaba.

La sensación de disparar un arma, portar una espada o bailar con un robot me hizo darme cuenta de lo avanzada que era esta tecnología. ¿Por qué en unos años no se podría usar como espacio virtual de trabajo? Todo serían ventajas Ahorraríamos tiempo y dinero porque sería telemático, y agilizaríamos las tareas porque podríamos trabajar en un entorno adecuado a nuestras necesidades. Por ejemplo, virtualmente, el hecho de necesitar tres pantallas a priori no supondría ningún coste. Además, podríamos relacionarnos de igual manera con nuestros compañeros de trabajo, con los que estaríamos conectados vía online. Ahora ya no parece tan descabellado…

Y si esto es posible, asistir a un concierto o a una obra de teatro de manera virtual también lo es. Imagina poder cambiar al instante el decorado de un escenario o añadir los efectos que quieras de forma ágil. Obviamente, la tecnología todavía debe avanzar más. Pero no tachemos esto como una locura o una tontería, como ya hcieiron algunos lumbreras con los smartphones y las pantallas táctiles. “Eso no tiene futuro”, dijeron algunos pobres desgraciados. Hoy, algunos dirán lo mismo, pero si analizamos la situación, la democratización de la realidad virtual está a la vuelta de la esquina.

Alex Riba

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