20. Abril 2024

Arxius de mascarilla | Diari La República Checa

REDACCIÓ20 Abril, 2022

Desde el 20 de abril decimos adiós a la mascarilla en interiores por primera vez desde hace casi dos años a causa de la pandemia. Pero no todos se sentirán aliviados, la mascarilla nos ha protegido del coronavirus, pero también de las miradas ajenas y eso puede provocar cierta ansiedad social. Lo llaman el síndrome de la cara vacía

Algunas personas sienten recelo a la hora de desprenderse de la mascarilla y no solo es por miedo al contagio, sino también por circunstancias que van desde la timidez a la ansiedad social por sentirse expuestos y es lo que algunos expertos han denominado el “síndrome de la cara vacía”.

El Consejo de Ministros aprueba este martes, tras la Semana Santa, el real decreto que exime de la obligatoriedad de utilizar las mascarillas en interiores, una norma que estaba vigente desde mayo de 2020.

Nunca en dos años de pandemia había dejado de ser obligatoria en interiores pero sí se había relajado su uso en exteriores cuando hubiera distancia de social, como ocurrió el pasado verano, aunque luego en diciembre, con la llegada de ómicron, nos la tuvimos que volver a poner hasta el pasado 10 de febrero cuando la sexta ola de la pandemia ya estaba en fase de descenso.

Pero siempre hay que llevar encima una o varias mascarillas. Este elemento protector sigue siendo obligatorio en los medios de transporte y en los centros sanitarios y sociosanitarios, farmacias y otros ámbitos vulnerables.

Para la psicóloga Pilar Conde, “la ansiedad social puede afectar a quienes sienten más temor del habitual a ser evaluados, se sienten inseguros ante la opinión que los demás puedan tener de ellos” sin mascarilla.

Pero también a los adolescentes y jóvenes son otro grupo a los que les puede costar quitarse la mascarilla y sufrir de alguna manera ese síndrome de la cara vacía.

La directora de la Fundación Nuevas Claves Educativas y Máster en Orientación Familiar de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), María Campo Martínez, señala que psicólogos y pedagogos perciben en los adolescentes un sentimiento de inseguridad a quitarse la mascarilla.

La mascarilla, apunta, les ayuda a estar más cómodos en “su yo” y “temen ser rechazados o no ser aceptados del mismo modo por sus iguales, que son tan importantes para ellos”.

Pilar Conde, añade, “es un momento de autoconocimiento y autoestima, donde las habilidades sociales y la comunicación juegan un papel importante, por lo que retirar la mascarilla y exponerse al completo en estas interacciones, puede también generar cierto malestar”.

El físico juega también un papel importante, “los adolescentes están en pleno proceso de cambio y, de pronto, si no han mostrado su rostro en su grupo ni en redes sociales, van a verse forzados a hacerlo. Dos años es mucho tiempo a estas edades y puede que sientan desde recelo a hacerlo hasta miedo por como puedan ser percibidos por el resto”.

No obstante, tranquiliza Pilar Conde, “unos y otros se irán liberando del malestar sin mayor problema y serán sólo una minoría quienes precisen de ayuda psicológica para superarlo”.

También puede haber otro perfil de persona que simplemente tenga miedo al contagio por coronavirus al quitarse la mascarilla, sentirse insegura.

Por eso, la psicóloga Pilar Conde recomienda ante el síndrome de cara vacía:

  • Quitarse la mascarilla de manera progresiva, tanto en tiempo, como en los lugares. Empezar de los lugares en los que se sientan más seguros, y desde ahí ir escalando.
  • Actuar igual en relación a la interacción social. Comenzar por enfrentarse, primero, a pequeños grupos con los que nos sintamos cómodos e ir avanzando de formar progresiva.
  • Darse tiempo entre un paso y otro, para aprender que quitándose la mascarilla no ocurre nada grave. Cuando se sientan cómodos en el nuevo espacio conquistado, pasar al siguiente.
  • En cuanto a los más pequeños (era obligatoria en los mayores de 6 años y ya no habrá que utilizarla en las aulas) se recomienda a padres y educadores que les expliquen el nuevo contexto y las excepciones de uso.

El Gobierno ha decidido que la mascarilla deje ser obligatoria en interiores, salvo las excepciones mencionadas, una vez que la estrategia de control de la covid ha cambiado y ahora se focaliza en los mayores de 60 años y en los casos vulnerables tras alcanzar un 92% de población vacunada mayor de 12 años. ¿Es un adiós o solo un hasta luego?

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REDACCIÓ10 Febrer, 2022
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España se despide hoy de una de las restricciones más ‘pesadas’ y criticadas por muchos ciudadanos. Se trata de la obligatoriedad de llevar la mascarilla puesta en exteriores, una medida que ya se quitó con anterioridad, pero que tuvo que reimplantarse ante la sexta ola de contagios. La variante ómicron de coronavirus ha sido la causante final de que esta restricción volviera a nuestras vidas. 

Con la desescalada de casos de covid-19, el Gobierno español decidió sumarse a otros países de la UE quitando esta obligatoriedad. No obstante, el cubrebocas sigue siendo un requerimiento en cualquier espacio interior.

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REDACCIÓ16 Juny, 2021
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El presidente por primera vez da por seguro el fin de las mascarillas en exteriores horas antes de que el asunto vuelva a discutirse hoy en el Interterritorial

«Pronto vamos a abandonar las mascarillas en la calle». Pedro Sánchez dio hoy por seguro por primera vez el fin de los tapabocas en espacios exteriores. Y lo hizo horas antes de que el Consejo de Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) vuelve a reunir este miércoles a comunidades y Sanidad con los planes para acabar con la obligatoriedad de esta prenda como punto principal del encuentro.

Sánchez no quiso precisar el momento justo en que la mascarilla dejará de ser obligatoria en espacios abiertos, pero la mayoría de las comunidades apuestan a que el fin de esta normativa podría tener lugar entre finales de junio y principios de julio.

La hoja de ruta es clara. La vacunación total es el puente a la recuperación total

El jefe de Gobierno relacionó la desaparición de los tapabocas en los espacios públicos exteriores con la buena situación epidemiológica que vive España en las últimas semanas gracias, particularmente, a que «hemos alcanzado la velocidad de crucero en la vacunación» y a que el país está batiendo récords en inoculaciones de manera repetida, como la pasada semana en la que se inyectaron 3,5 millones de dosis. «En unos días vamos a tener más de 15 millones de personas con pauta completa y en unas semanas, el 50% de la población al menos con una dosis«. «La hoja de ruta es clara. La vacunación total es el puente a la recuperación total», apuntó el jefe del gobierno.

Distancia de seguridad
Según los informes presentados tanto a la comisión como al Interterritorial, el fin de la obligación de portar el tapabocas se limitaría solo al exterior y exclusivamente en los momentos y lugares en los que se pudiera mantener la distancia de seguridad con personas que no sean convivientes o no pertenezcan al mismo grupo burbuja.

Sea como fuere, la supresión total o parcial de la obligación de portar esta prenda comportaría un cambio normativo. Y es que la conocida como ley de la ‘nueva normalidad’ (Ley 2/2021de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la covid) del pasado marzo fija que la mascarilla debe portarse en todo momento y situación siempre que se permanezca en un espacio público y aunque haya distancia de seguridad.

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REDACCIÓ30 Març, 2021
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Es oficial. La mascarilla se ha convertido en un accesorio obligatorio en cualquier espacio que esté al aire libre, ya sea el campo, la playa o cualquier otro entorno que no sea explícitamente privado.

Así lo indica la última publicación del Boletín Oficial del Estado, en cuyo Artículo 6 se remarca la utilización de este tipo de protección en las personas de seis años en adelante. Mañana, 31 de marzo, entrará en vigor y se mantendrá hasta que acabe la pandemia.

De este modo, la mascarilla deberá utilizarse “en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público”, reza el texto.

También en los medios de transporte aéreo, marítimo, en autobús, o por ferrocarril, así como en los transportes públicos y privados complementarios de viajeros en vehículos de hasta nueve plazas, incluido el conductor, si los ocupantes de los vehículos de turismo no conviven en el mismo domicilio.

Anteriormente, en el decreto regido en el mes de mayo, en pleno período de desescalada, el Ejecutivo estipulaba que el uso no sería necesario si se mantenía la distancia mínima de seguridad de 1,5 metros. Aun así, su uso efectivo era recomendable, y ya se podían establecer sanciones en caso de que una persona no llevara la protección puesta en la vía pública.

Como ocurría en la normativa anterior, estas obligaciones no podrán imponerse en aquellas personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por el uso de la mascarilla. También en algunos casos en los que, por discapacidad o dependencia, la persona en cuestión no tenga autonomía para quitarse la mascarilla, o que presente “alteraciones en su conducta” que hagan inviable su utilización.

Tampoco será exigible en la práctica de deporte al aire libre. Hasta ahora, la sanción por no portar mascarilla rondaba los 100 euros, pero la ley contempla algunos supuestos de infracción grave, recogidos en la Ley de Protección de Seguridad Ciudadana, en los que las sanciones podrían oscilar entre 601 y 30.000 euros.

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REDACCIÓ28 Febrer, 2021

La mascarilla se ha convertido en un elemento más de nuestra rutina como barrera de protección para frenar los contagios del coronavirus: es una forma de cuidar al resto, pero también de cuidarnos a nosotros mismos.

Su uso es obligatorio e ignorar este precepto está penado con multas de diferente índole: también cuando circulamos en coche. Estos son los casos en los que debes llevarla para evitar sanciones que oscilan entre los 80 y los 100 euros.

Tal y como recordaba la Dirección General de Tráfico (DGT) estos días, el castigo económico por no utilizar la mascarilla cuando nos desplazamos en coche es de 100 euros sin pérdida de puntos en el carnet de conducir. No es la única penalización que podemos recibir: razón por la que vamos a repasar los casos en los que debemos llevarla, cuando está permitido prescindir de ella y cómo hay que guardarla cuando viajamos.

Cómo evitar la multa de 100 euros
La mascarilla es obligatoria cuando los ocupantes del coche no sean convivientes. Una norma que también es aplicable cuando usamos coches compartidos (aunque viajemos solos) o cuando contratamos un servicio de transporte de pasajeros como un taxi. Si ignoramos el precepto en estos casos, la multa será de 100 euros.

Sin embargo, hay excepciones que permiten a nuestros acompañantes prescindir de esta protección aun cuando no vivan bajo nuestro mismo techo: los menores de seis años pueden viajar de esta manera y también las personas que por su discapacidad o dependencia tengan alguna alteración de conducta que lo hagan inviable, aquellas con dificultades respiratorias o las que tengan un motivo de salud justificado.

Por lo tanto, sólo podemos quitarnos la mascarilla en el interior del coche cuando vamos solos o con convivientes.

Cómo evitar la multa de 80 euros
Explicábamos antes que las sanciones relacionadas con el uso de la mascarilla no son los únicos castigos económicos que podemos recibir. Si vamos solos o con las personas con las que compartimos techo debemos guardar correctamente este sistema de protección: colgarlo en el retrovisor interior no es el lugar adecuado. Tal y como estipula el Reglamento General de Circulación limita la visibilidad del conductor, algo que implica una multa de 80 euros. Por ello, lo recomendable es llevarla en las cajas diseñadas para tal efecto.

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REDACCIÓ13 Octubre, 2020
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¡Atchús!“. Se hace un eterno silencio… Y automáticamente todo el mundo que lo oye se pone en ‘alerta coronavirus’. Menos mal que las mascarillas se han convertido en un  complemento habitual del nuestro día a día. Los cubrebocas se han impuesto en nuestro uso cotidiano en tiempo récord, al contrario de lo que ha pasado con otros objetos cómo, por ejemplo, los smartphones.

Lo mejor de los susodichos es su customización, al igual que con las fundas de los móviles o de las gafas, uno puede plasmar lo que quiera en su mascarilla.

Algunos aprovechan el espacio para publicitar su empresa o una causa. ¿Cuántas banderas de España o esteladas hemos visto ya en numerosos tapabocas? Es caso para decir cada loco con su tema…

“¡Menuda horterada!”, no me diréis que tampoco habéis pensado esa frase alguna vez contemplando según qué máscara sanitaria. Sin ir más lejos, se han avistado payasos, tigres, monos y hasta tortugas ninja. Ya no sabemos si vivimos en una película de Tarzán o de Batman y el Joker.

Os diré más: ¿habéis paseado por el mercadillo de mascarillas de la plaza Corsini? Allí encontraréis, a los martes y jueves, las que queráis. Eso sí, no olvidéis mantener la distancia de seguridad. Si en el catálogo del mercadillo no encontráis una que os agrade, siempre podéis pasaros por las numerosas tiendas de la ciudad que venden mascarillas customizadas.

Siempre se ha dicho que los famosos crean tendencia, y en el caso de las máscaras sanitarias no iba a ser menos.

Ya hemos observado a los primeros famosos luciendo magníficos diseños florales o reivindicaciones sociales cómo ‘Black Lives Matter’.

Elegid la que más os guste y lucidla con estilo. Además, no sabemos hasta cuándo perdurará esta nueva costumbre impuesta, quizás se convierta en algo permanente. Ya que la tenemos que ponerla sí o sí  ¡Qué menos que sea de nuestro gusto! ¿No?

Alex RiBA

 


REDACCIÓ7 Agost, 2020

Las mascarillas han llegado para quedarse. Incluso cuando termine el confinamiento, esta barrera de protección contra el virus se seguirá utilizando, ya sea como recomendación o de forma obligatoria en algunas situaciones.

Durante los primeros usos es normal que resulte incómoda. Respirar suele ser más agobiante al principio, y puede que te provoque algún picor en la cara o que no sepas colocarla adecuadamente.

Si llevas gafas, este tipo de molestias pueden volverse todavía más persistentes: los cristales se empañan por el aire caliente que expulsa el aliento, ya que escapa de la parte superior de la mascarilla y llega hasta las gafas para empañarlas. Es posible que ya te haya ocurrido, por ejemplo, saliendo para hacer la compra durante la cuarentena.

La solución para evitarlo no es quitarte la mascarilla. Existen trucos y algunos consejos que puedes poner en práctica para que las gafas no se empañen:

  • Lavar los cristales de las gafas con agua y jabón y secarlos al aire libre antes de ponerte la mascarilla, así se genera una capa de protección contra la humedad.
  • Doblar un pañuelo rectangular y ponerlo en el interior de la mascarilla, en el puente de la nariz. Así el pañuelo absorberá el aliento y la mascarilla no se va a empañar. Resulta eficaz con cualquier tipo de mascarilla.
  • Doblar hacia dentro un cuarto de la parte superior de la mascarilla antes de usarla, así se ajustará mejor y será más difícil que pase el aliento. Aunque si haces mal este método puedes perder protección.

Es importante seguir los trucos para evitar que se empañen las gafas mientras usas mascarilla. De lo contrario, será más probable que te toques la cara para intentar limpiarlas, aumentando así el riesgo de contagio.

 


REDACCIÓ27 Juliol, 2020

El uso de mascarillas «ha llegado para quedarse en España hasta que se logre una vacuna segura y eficaz» contra la COVID-19, pero hay que utilizarla correctamente porque «nos jugamos mucho en esta nueva normalidad».

Así lo ha defendido, en una entrevista con Efe, la jefa de Servicio de Medicina Preventiva y Gestión de Calidad del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, la epidemióloga Nieves López Fresneda.

Las mascarillas son «un pilar fundamental para minimizar el riesgo de transmisión» del coronavirus y una de las medidas de prevención y control, pero no el único mecanismo, ha subrayado.

También ha considerado que el comportamiento de la población española ha sido «muy bueno» durante el confinamiento en cuanto al cumplimiento de las restricciones y la normativa.

Sin embargo, ha dicho que en verano se tiene una menor percepción del riesgo de contagio y es «cuando hay que cumplir muy bien las recomendaciones de las autoridades sanitarias para evitar, en lo posible, esa temida segunda ola, que esperamos no llegue a producirse en otoño o invierno».

Por ello, es «muy importante» que la población haga un ejercicio de responsabilidad social conjunta para reducir el riesgo de transmisión y la mascarilla, ha incidido, se utilice de forma correcta porque «nos jugamos mucho en esta fase de desescalada».

López Fresneda ha resaltado la importancia del uso obligatorio de la mascarilla porque la COVID-19 se transmite por gotas respiratorias que se emiten al toser, estornudar o hablar y, en este contexto, es «un mecanismo de barrera físico, que impide que las secreciones respiratorias infectadas o contaminadas pasen a otras personas que las puedan inhalar, y por lo tanto, infectarse».

Ha afirmado que la población española «no estaba acostumbrada» al uso de la mascarilla hasta ahora, por lo que «es probable que no se termine integrando en nuestro día a días tras la COVID-19»; mientras que en países, como Japón, China y Corea del Sur, su utilización ya estaba muy extendida por la epidemia de SARS en 2003.

«Esta situación -de uso obligatorio- seguirá así hasta que se pueda contar con una vacuna que sea segura y eficaz», ha añadido esta especialista en Medicina Preventiva, quien también coordina el Máster en Gestión de la Seguridad Clínica del Paciente y Calidad de la Atención Sanitaria de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

Se estima, ha señalado, que un 50 por ciento del número de casos actuales de COVID-19 se producen en personas asintomáticas y, de momento, es «un poco pronto para hacer valoraciones sobre la efectividad» de la mascarilla, pero hay que utilizarla de forma «correcta».

En su opinión, «los sistemas de vigilancia epidemiológica están haciendo un esfuerzo muy importante para detectar de forma precoz los casos y aislarlos de forma adecuada, a fin de reducir el riesgo de transmisión a otras personas».

«Una vez pasada la pandemia, y ¡ojalá! sea lo antes posible, y haya una vacuna segura y eficaz, quizá no esté indicada el uso de la mascarilla a nivel comunitario -entre toda la población y en espacios públicos- y sí la mascarilla quirúrgica para el ámbito sanitario y hospitalario» en España, ha asegurado.

Cree que, una vez superada la pandemia, puede ser que solo sea preciso el uso de la mascarilla quirúrgica en el ámbito comunitario en caso de padecer una infección respiratoria y para proteger a las personas que están alrededor de posibles contagios, por ejemplo, si se padece un catarro, aunque ha dicho que es algo prematuro de predecir.

Para ella, será «muy importante incrementar la tasa de cobertura de vacunación antigripal frente al neumococo de toda la población de riesgo cuando llegue la temporada de gripe este año», dado que «van a coexistir muchas infecciones respiratorias de difícil tratamiento, que pueden colapsar el sistema sanitario si no se es capaz de frenarlas a tiempo».


REDACCIÓ10 Juny, 2020

Está previsto que durante este martes el Gobierno aporte nuevos detalles sobre el uso de la mascarilla durante la etapa de nueva normalidad. Desde el primer momento ha habido una cierta confusión respecto a la utilización de estas protecciones.

El uso de la mascarilla es obligatorio

Aunque en un primer momento no entraban en los planes del Ejecutivo, desde hace unas semanas son obligatorias para aquellos espacios públicos en los que se no garanticen las distancias de seguridad. Y parece que su empleo se generalizará durante un tiempo en España, al menos hasta que se encuentre una vacuna o un tratamiento contra la COVID-19.

También ha habido muchas dudas en los últimos tiempos sobre el uso de las mascarillas en los vehículos. Se sabe que son obligatorias en el transporte público, pero todavía existen muchas preguntas sin resolver en cuanto a su utilización en los coches particulares.

En un primer momento el Ejecutivo de Pedro Sánchez había prohibido viajar más de una persona en los vehículos. Después la medida se amplió permitiendo la ocupación de más personas siempre que se sentaran lo más alejadas posibles entre si.

El uso de la mascarilla es obligatorio siempre que los ocupantes del vehículo no sean convivientes

Durante la desescalada se facilitó también que pudiesen ir varias personas en el interior de los automóviles siempre que residiesen en el mismo domicilio, sin necesidad de emplear mascarillas. En el caso de aquellos que no fuesen convivientes en la misma casa, sí que se hacía obligatoria respetar una cierta separación entre los pasajeros y el uso de la mascarilla.

En el nuevo marco normativo será también obligatoria la utilización de la mascarilla siempre que los ocupantes del vehículo no sean convivientes. En el caso de que los policias  detengan al coche y comprueben que los pasajeros no cumplen con estos requisitos se enfrentan a una multa de 100 euros.
En el caso de aquellos que circulen con su automóvil en solitario no tendrán la necesidad de portar la mascarilla.