29. Març 2024

Arxius de La Tagliatella | Diari La República Checa

REDACCIÓ2 Gener, 2021
Propina-1280x720.jpg

La situación de bares y restaurantes ya es crítica de por sí, pero hay un aspecto que ya no tenemos en cuenta, y que agrava aún más su situación. Se trata de las propinas, ese extra que al cliente no le supone ningún pago ‘mortal’ y que al camarero le puede alegrar el día, semana, o mes. 

Dolores Orellana, propietaria de un bar en la plaza de la Media Luna, comentaba que las propinas bajaron drásticamente con el cambio de moneda. También lo hicieron en la crisis del 2008. Y ahora lo han vuelto a hacer con la pandemia. “Prácticamente nadie deja ya propina, llevamos mucho tiempo en que la gente paga más con tarjeta y no piensa en ello”, lamentaba Orellana. En su caso, teniendo en cuenta que en los bares las propinas son bajas de por sí, se recaudan unos 20 euros al mes por cada trabajador. “En la situación actual, es más rentable cerrar el local” concluía. 

Seguidamente preguntamos en un bar-restaurante, en ‘La Tapería’ de Tarragona. El encargado del establecimiento, Amir Faruq, dejó muy claro que ahora no se saca ni un euro en propinas. Esto impacta aún más cuando Faruq narra los pagos extra de visitantes extranjeros en verano, momento en que cada trabajador podía ganar fácilmente 60 euros semanales.  El encargado nos confirma las sensaciones de la propietaria del anterior bar: “La gente paga mucho más con tarjeta y no se acuerda de que también pueden dejar propina con este método”. 

Finalmente, quisimos preguntar en restaurantes bastante exitosos de Tarragona como el ‘Quattro’s’ o ‘La Tagliatella’, pero solamente obtuvimos respuesta de ‘El Capuccino’. En dicho establecimiento recalcaron que “hay días que todo se paga con tarjeta”. A pesar de todo, también pudimos saber que en ‘La Tagliatella’, durante una semana normal se repartían unos 120 euros para cada trabajador, y que ahora apenas se puede llegar a los 20 euros. 

Haya más o menos diferencias entre negocios, hay un denominador común: los clientes españoles cada vez piensan menos en algo que en otros países es una norma no escrita. La situación ya es delicada de por sí, y estos pequeños gestos pueden ayudar – en mayor o menor medida – a paliar la crisis que sufre la restauración. La próxima vez que vayamos a nuestra cafetería, bar o restaurante favorito, pensemos en este pequeño detalle que junto al de otros puede marcar la diferencia.

PUBLICITAT