23. Abril 2024

Arxius de Còsl del Marroc | Diari La República Checa

REDACCIÓ30 Desembre, 2020

El año que acaba ha sido fuente de angustia tanto para los adultos como para los niños. Ellos también se enfrentaron a restricciones de Salud, privados de fiestas de cumpleaños y de actividades colectivas, llamados a respetar los gestos de barrera y a usar una mascarilla desde los seis años. La vida familiar se ha trastornado, los abuelos están lejos …

El año 2020 ha sido un año de revelaciones . Me dejo percibir que el Mundo aún puede sorprender tanto por su humanidad como por su ausencia.

Por mucho que hayamos tenido grandes demostraciones de solidaridad en todo el mundo durante este año, particularmente en la crisis del COVID-19, aún nos falta reforzar estos gestos diarios que deben hacer parte de nuestra vida. Estos gestos suponen ayuda desinteresada, empatía, respeto hacia los ancianos, tender una mano a desconocidos, pensar en los demás y no solo en nuestra persona. Considero que tenemos que estar juntos, los unos al lado de los otros y deja de dar muchas cosas por sentado.

Cada uno debe trabajar sobre si mismo, lo cual es bastante aterrador, ya que el individuo y sus intereses suelen primar sobre el resto.

Lo que este año nos ha proporcionado, hasta ahora, es todo lo que hemos dado por adquirido, que es nuestro entorno, nuestra salud, nuestro día a día y un poco de nuestra libertad.

La lección aprendida es no dar nada por hecho, mientras un virus  muy fuerte puede cambiar nuestra vida. Esta pandemia nos afectará durante mucho tiempo. Por eso debemos tomar el tiempo para agradecer y saborear los momentos de libertad que tendremos.

Desde los primeros días del confinamiento, hubo reflejos espontáneos de solidaridad, gente haciendo la compra a sus ancianos, debilitados o en situación precaria.

¿Qué quedará de todo esto cuando salgamos de esta crisis sanitaria? ¿Aprenderemos las lecciones de esta forma de vida que nos empuja a responsabilizarnos por los demás?

¿No es una oportunidad para aprender a trabajar sobre uno mismo y poder vivir en compañía de si mismo? ¿No es esta una oportunidad para restablecer un espacio para el pensamiento individual y colectivo que parece haberse perdido?

Saloua BICHRI
Cónsul general de Marruecos en Tarragona, Lleida y Aragón