REDACCIÓ5 Gener, 2023
Si fuiste al cine a ver la segunda entrega de Avatar, seguramente fue porque quedaste alucinado con la primera película. Seamos sinceros, caretas fuera. ¿Qué aporta ya Avatar al mundo del cine? Poco o nada. Esa es la cruda realidad. Los productores se llenan la boca con los nuevos elementos gráficos, algo que -bajo mi punto de vista- cada vez es más secundario por la alta calidad estándar de los rodajes. Recordemos que el argumento del primer film es un ‘copiar-pegar’ de Pocahontas. La primera película, no obstante, introdujo unos efectos visuales espectaculares por aquel entonces (2009). Ahora, con otro argumento bastante pobre y predecible, ya no aporta nada nuevo.
Sí, visualmente sigue siendo una preciosidad. ¿Pero es motivo suficiente como para romper récords de taquilla? Yo, que como muchos sabréis amo los videojuegos, solo veo tres horas de cinemáticas sacadas de una especie de Horizon con extraterrestres. Ya que lo he mencionado, hablemos de la insufrible duración de la película. Todos los planos de un film tienen que estar justificados. En Avatar 2, uno pierde la noción del tiempo descubriendo la naturaleza de este planeta llamado Pandora. El problema llega en la parte final, con escenas violentas que se repiten una tras otra, quizás alargando la proyección para ‘marcar paquete’. “Vamos a poner 20 secuencias de Jake matando malos de forma espectacular, que así lo romperemos”, debieron pensar los guionistas.
Hablando del guion, la película también tiene bastantes fisuras argumentales. Durante la pelea final, el ejército acuático aliado de Jake desaparece. Lo mismo le ocurre a los submarinos de los humanos. ¿Debíamos suponer que estaban luchando entre ellos? Si es así, fue un error de novatos. Curioso también el predecible rol de Spider, el hijo del villano. No entraré en detalle para evitar spoilers… Respecto a los planos, su poca variedad y originalidad es un insulto para una película que dura tres horas.
En definitiva, si Avatar ya no aporta nada nuevo tanto a nivel argumental, como visual, como técnico: ¿Qué aporta? Poca cosa. Al final, lo que más se disfruta es el descubrimiento de Pandora, de su fauna y flora, de las otras tribus que lo habitan, de su funcionamiento, de ese equilibrio natural que nos traslada a un mundo mejor lleno de belleza en todas partes. El conflicto con los humanos es lo que debería trabajarse más a nivel argumental. Y repito, los films de tres horas han de tener cada plano justificado, y no colar media hora de violencia gratuita con posibles intenciones de alargar la película.
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