REDACCIÓ
L’actual president del Comitè d’Empresa de Tarragona i secretari general d’UGT de sanejament urbà, Ángel Martín de Sande, ens ha volgut enviar l’article per a la secció de Lotobrossa. Recordem que UGT té els 13 delegats que componen el Comitè d’Empresa i, segons dades facilitades pel mateix sindicat, arriben al 90% d’afiliats en la contracta. El mateix Martín ha portat personalment les negociacions amb l’equip tècnic de l’Ajuntament, que han donat com a resultat uns acords incorporats al plec de condicions que va aprovar el ple municipal.
Tarragona rompe una dinámica muy negativa en las licitaciones de saneamento urbano del territorio
En una contrata de saneamiento urbano juega un papel determinante el pliego de condiciones que define el marco de la licitación y el posterior desarrollo del servicio. Las empresas no pueden actuar sobre los pliegos de condiciones, más allá de impugnarlos por algún tipo de deficiencia técnica o cláusula confusa, pero raramente estas impugnaciones cambian lo principal de un pliego. Y añado que, hasta hoy, los comités de empresa, y las centrales sindicales que les damos soporte, tampoco podíamos actuar preventivamente sobre dichos pliegos, pues la administración siempre respondía con una explicación barata: “el pliego de condiciones respeta el marco legal y vuestras condiciones laborales se inscriben dentro de las relaciones con la empresa que presta el servicio”.
Así las cosas, entrábamos en un bucle diabólico. Los ayuntamientos, u otras administraciones licitadoras, establecían unas reglas que obviaban la negociación colectiva y promovían las ofertas de las empresas hacia la baja económica arriesgada. Una vez la empresa adjudicataria se encontraba ante la dura realidad, anunciaba al Comité de Empresa que no tenía ningún margen para mejorar las condiciones laborales y desarrollar el marco de negociación colectiva. El resultado es que ayuntamientos, empresas y trabajadores nos veíamos atrapados en un conflicto del que es difícil salir.
Del pliego que se ha aprobado en Tarragona destaco, singularmente, el reconocimiento explícito que se le da a la autonomía del marco de negociación colectiva. El ayuntamiento actúa, de esta manera, como garante del derecho de los trabajadores a ejercer la facultad de negociar sus condiciones laborales y profesionales en relación con las circunstancias cambiantes que se den y eso permite, a su vez, ampliar el espacio sociolaboral para, por ejemplo, acordar, con la empresa adjudicataria, medidas que contribuyan a la mejora de la productividad y la reducción del absentismo.
Otro punto importante del pliego es que parece que el ayuntamiento apuesta por una nueva contrata con un sistema de supervisión más estructural y menos policial. Si se aplican medidas de control del servicio basadas principalmente en una vigilancia casi policial a los trabajadores, se hace buena la regla falsa y absurda de que si la ciudad no está suficientemente limpia es porque no se limpia lo suficiente. Y todo el mundo sabe que esto no es así.
El actual proceso de licitación deberá avanzar con todos aquellos condicionantes administrativos que requiere su implementación, pero estos avatares no cambiarán lo fundamental del pliego de condiciones en lo tocante a su contenido laboral. A este valor positivo habrá que añadirle que el equipo técnico municipal, responsable de valorar las ofertas, pueda realizar su trabajo sin mayor presión que la de desarrollar su tarea objetivamente y con el máximo rigor evaluador.
En definitiva, el proceso de redacción y aprobación del pliego de condiciones de la nueva contrata de saneamiento urbano de Tarragona sienta un precedente novedoso y de justicia social que debe servir de referencia para otros municipios y administraciones del territorio. Afortunadamente, algunos ya han adoptado esta manera de hacer. Otros deberán rectificar… por las buenas… o por las malas.
✍🏽 Ángel Martín de Sande
Presidente del Comité de Empresa de FCC-Tarragona y secretario general de saneamiento urbano de UGT
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