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Actualmente, en España, estamos en manos de un gobierno de izquierdas, con una coalición de socialistas y comunistas, apoyado por algunas fuerzas nacionalistas e independentistas.
Y, además, estamos en una grave crisis sanitaria, que nos obliga a todos a tener como objetivo principal el de asegurar nuestra salud privada y pública; en la confianza de que, dentro de algunas semanas, habrá pasado el momento álgido de la pandemia y del confinamiento. Después, empezaremos a reducir el peligro para cada uno de nosotros y para nuestra familia, empresa, vecindario, territorio…, con vuelta progresiva a nuestra vida normal de antes de la pandemia.
En todo caso, ahora tenemos tiempo para reflexionar en torno al futuro de España para los próximos años. Y, en la medida de nuestras posibilidades, pensar que después de la pandemia actual y habiendo superado la grave crisis sanitaria, podrá quedar un país cuyo conjunto haya sido más o menos conservado, o más o menos destruido. Y que, sea cual sea su estado social y económico, habrá que luchar para superar el deterioro grave que se habrá producido.
Pues bien, dentro de esta reflexión, a poco que nos detengamos, tendremos que ponderar y analizar la incidencia y la importancia de la actitud del actual gobierno de izquierdas, en la crisis sanitaria, social y económica; así como en las repercusiones de futuro que tendrán las consecuencias de la triple crisis indicada.
Creo que no hace falta ser un experto en política, ni en sociología o historia, para ver la situación actual y concluir que, en esencia, el actual PSOE y su núcleo dirigente, tendrá que decidir entre dos opciones distintas y distantes. Y no podrá dar más giros a la pelota, que los de aceptar el actual gobierno de coalición, entre socialistas y comunistas, como la mejor solución para seguir adelante; o la de romper la coalición con los comunistas y buscar un gobierno nuevo, con un programa de centro izquierda, pero con el apoyo parlamentario del PP y de Cs, que sustituya a los actuales apoyos parlamentarios de comunistas, nacionalistas y separatistas.
Por otra parte, en función de la decisión que tome el PSOE, habrá que pedir a los partidos de derechas y centro derecha, así como a la sociedad civil, la colaboración y el trabajo necesarios para la superación de la crisis que nos quedará. O habrá que solicitar a estos partidos y a la sociedad que debe realizarse un trabajo con el objetivo de derrocar al gobierno, provocando nuevas elecciones generales; y esperando que la ciudadanía española tenga la opción de decidir en las urnas, si quiere seguir con un gobierno como el actual o quiere cambiar de gobierno y de programa social y económico. En resumen, el actual PSOE y Pedro Sánchez deben decidir entre las dos opciones. Y en función de dicha decisión, los otros actores políticos y sociales deberán tomar su camino.
Pere CLUA
Advocat
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