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Salvador Vicent, más conocido como ‘Mago Yunke’, es uno de los grandes ilusionistas de nuestros tiempos. Tanto es así, que ya acumula tres campeonatos del mundo. El último lo consiguió hace un par de meses en Quebec. Yunke, que también ha participado en numerosos shows televisivos como ‘El Hormiguero’, vendrá a Tarragona este sábado para colaborar con una causa solidaria. 
En este sentido, el ilusionista protagonizará la gala benéfica de Todos en Azul, que se celebrará en el Teatro Tarragona y cuyo propósito es recaudar fondos para construir un Casal del Autismo permanente. Las entradas, que oscilan entre los 15 y 20 euros, ya se pueden adquirir a través de este enlace. En esta entrevista, conoceremos mejor a Yunke, tanto en el ámbito profesional como en el personal.
¿Cómo supo de la gala benéfica?
Elena, mi hermana, gestiona las actuaciones y fue ella la que me lo propuso. Yo estuve encantado de poder formar parte de esta iniciativa.
¿Qué le parece la causa solidaria?
Me parece muy interesante. Todas las causas solidarias tienen un buen fin. Sé que mi trabajo puede ayudar a los demás, y disfruto con ello.
¿Usted se considera una persona solidaria?
Sí.
¿Qué podemos esperar de su espectáculo: ‘Conjuro’?
El público sentirá la magia de muy cerca. Es una degustación de efectos de magia dónde hay desde las ilusiones más pequeñas hasta las más grandes. Es un espectáculo muy variado con trucos probados y reprobados. Al final, la magia abarca muchas cosas, tanto la puesta en escena como la expresión no verbal, o la habilidad para llevar a cabo la propia ilusión. Cuando tienes mucho rodaje, el resultado es mágico.
¿En qué se diferencia respecto a otros shows?
La gran diferencia es que mi magia es de autor. El 90% de mis números son originales, y eso les da mucha personalidad. Mi gran fuerte es crear magia, lo he hecho desde pequeño en mi taller. Por eso creo que tiene repercusión en premios y programas de televisión. Tener magia propia es una gran ventaja y me divierte mucho crearla.
¿Cuál es su número favorito?
Hay muchos. Depende del espectáculo. Por ejemplo, en el último show, con el que ganamos el premio en Canadá, hay un número llamado ‘El hombre de vitruvio’. En él, estoy de pie y me parto en dos. Las piernas se separan de mi tronco sin estar cubierto por nada y siempre a la vista del público. Eso crea una visión impactante. Puede que sea mi juego estrella en este momento.
Por otro lado, también tengo números más pequeños, como una carta pensada por un espectador que luego se imprime en un trozo de tela. Es uno de mis efectos preferidos. También me divierte jugar con la inocencia de los niños, es algo mágico.
¿Alguna vez ha revelado un truco o ilusión?
Solo revelo un truco cuando quiero fastidiar a alguien. Contar un truco de magia es algo terrible porque todo es una ilusión, y es uno de los aspectos más importantes del ser humano. Una persona no puede vivir sin ilusión. En el caso de la magia, es algo que te sorprende y te despierta curiosidad por saber cómo se hace. Cuando te lo cuentan, la ilusión desaparece. La curiosidad mató al gato. Dejarse engañar o ilusionar es bonito.
¿Dónde cree que reside la grandeza de un mago?
En su persona. El artista es un ser humano, por eso lo más importante no es el truco. Un artista tiene la capacidad de transmitir una emoción y cuánto mejor seas, más vas a comunicar. Necesitas un 90% de persona y un 10% de magia.
¿Cuál considera que es el mayor logro de su carrera?
Venimos de Canadá, de ganar el primer premio mundial. Como éxito tangible, seguramente sea ese, pero el logro más importante de mi vida son mis dos hijos. Son lo más bonito que me ha dado la vida. Y en el ámbito de trabajo diario, el mayor logro es el aplauso del público. Cuando termino un trabajo y los espectadores aplauden, me doy cuenta de que ese es el verdadero premio. Porque nuestro trabajo se enfoca en eso. Por muchos trofeos que uno tenga, sin el agradecimiento del público, no se es nadie.
¿Por qué aspecto le gustaría que le recordaran como mago?
Me gustaría que la gente me recordará como inmortal (ríe). Pero si tengo que desaparecer, querría ser recordado como un mago muy trabajador, que hacía magia original y sobre todo era muy buena persona.
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