Iker Casillas sorprendía a todos ayer por redes sociales anunciando su homosexualidad por Twitter. Poco después, el tweet era borrado y -en una nueva publicación- el exjugador explicaba que se trataba de un hackeo. La reacción de muchos usuarios al primer tweet fue inexplicablemente homófoba. Muchos de ellos hasta hicieron broma, como por ejemplo el excapitán del FC Barcelona, Carles Puyol, que irónicamente respondió: “Es el momento de contar lo nuestro, Iker”.
En otra publicación posterior, Puyol pedía disculpas por lo que él mismo considera una “broma torpe sin ninguna mala intención y absolutamente fuera de lugar”. Sea como sea, el asunto ha servido para demostrar el rechazo hacía la homosexualidad que persiste hoy día en el mundo del fútbol.