REDACCIÓ
Rebuscant pel raconet més cínic del meu cervell m’he trobat una conversa entre jo mateix i un jutge del Suprem. Era de nit i no ens sentia ningú. He aconseguit trobar la intimitat suficient i he propiciat un clima de confiança amb un gintònic i un cigarret amb herbes extranyes: les herbes de la sinceritat.
Reprodueixo la conversa, fil per randa:
– Con la venia, señoria…. me gustaria preguntarle por….
– Déjate de formalidades…. coño, que estamos en confianza. Me puedes tratar de tu…. claro hombre, nos tuteamos y no se hable más.
– Vale te lo agradezco. Escucha lo primero que quería preguntarte era….
-Dime
– Pues la primera pregunta seria si puedo preguntarte lo que quiera, sin miedos, sin que me respondas con evasivas o con eufemismos
– Claro que si, anda, pregunta pregunta que estamos en confianza….
-Pues voy al grano. Cómo te parece que está yendo el juicio del “procés”?
– Pues que quieres que te diga…. se está desarrollando de forma previsible.
-Es que yo intento ser objetivo, intento dejar mis pensamientos y preferencias al margen, y centrarme únicamente en lo jurídico. De entrada pregunto: cómo se justifica la prisión preventiva de unas personas que han dado muestras que no van a huir, y que responderan de sus actos delante la justicia?
– Mira, lo que han hecho éstos políticos es muy fuerte. Han pretendido y han conseguido levantar todo un pueblo, han guiado un proceso de secesión, y casi les sale bien…
-Que quieres decir que casi les sale bien?
– Pues que si no estamos nosotros y el ejército segregan Cataluña de España.
– Perdona que te corrija, no crees que es más bien al revés? no crees que fue el pueblo de Catalunya el que por una serie de motivos conocidos (rechazo del Estatuto de autonomia por el TC, incumplimiento siestemático por parte del estado de las disposiciones en materia de inversiones, etc…) llega un momento (10 julio de 2010) que no se siente representado por éste Estado?
-Bueno no sé, los catalanes siempre han sido inconformistas
– No te sigo, no sé qué quieres decir con ésto…
-Bueno Ernest, mira no sé por dónde me quieres llevar, pero permita que te diga, el Estado de derecho es el Estado de derecho: nadie está por encima de la ley, y ésta nos obliga a todos.
– Si, entiendo, con ésta misma lógica el estado franquista tambien era un estado de derecho, no? En el sentido que tambien había leyes. Que me dices del principio democrático, aquél por el qual ante un conflicto de legalidades la legitimidad de la voluntad popular es la que debe prevalecer?
-Bueno ésto siempre de los cauces de la Constitución.
– Si, una constitución que yo no he votado y que me ata de por vida, puesto que el constituyente me impuso la monarquia, la unidad de españa por encima de todo.
-Bueno, ésta es tu interpretación, en definitiva una constitución vigente, democrática y refrendada por el pueblo español.
Poc a poc m’adono que té el discurs tan incardinat que dificilment el podré fer canviar d’opinió….
De cop li enxufo…. Tú qué piensas que pasará con los presos políticos?
-Es que no hay presos políticos, pero ya que me preguntas té diré: creo que se les condenará por conspiración por la rebelión, es decir, que si bien es cierto que parece que no hubo rebelión, ni alzamiento violento y tumultuario, si que hubo toda una preparación conspirativa para la rebelión, pero déjame que te diga que todo ésto está predeterminado.
Ho deixo, veig que no me’n sortiré. Sa senyoria está empapat del discurs oficial, és un producte del seu status, ha estat socialitzat així i amb tristor, veig que no el podré fer canviar d’opinió.
– Me permites una última pregunta?
– Cómo, no, adelante, ya te he dicho que me puedes preguntar lo que quieras
– Yo creo que en éste juicio, en el fondo a quien se juzga es a la misma justícia. La justícia española se está juzgando a si misma. No se está jugando el “procés”, se está juzgando a la misma justícia.
El magistrat ha pestanyejat, inquiet, per un moment ha serrat la mandíbula en un acte reflex, s’ha escurat la veu, remullant-la en el gintònic.
-De verdad tu crees éso?, m’ha dit
– Si
– Mejor lo dejamos que es tarde
– Cómo quieras pero me gustaria saber tu opinión
– Mi opinión no sirve de nada
– Bueno pero al menos quiero conocerla
– Quedamos otro día y seguimos.
I així amb la incògnita per resoldre, ha marxat, capcot, amb les mans a la butxaca i un evident disgust que ha intentat camuflar amb les taules d’un home entrat en anys que sap manegar-se en tot els ambients i situacions.
Quan enfilava carrer amunt he vist que es treia el mòbil i feia una trucada…..nocturna.
Ernest PARIS
REDACCIÓ
