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El pueblo colombiano residente en Tarragona se manifiesta al unísono en apoyo a sus compatriotas
Colombia atraviesa momentos duros e inciertos. Tras los sucesos acontecidos en el país, cerca de 300 personas se han reunido esta tarde en el balcón del Mediterráneo, en Tarragona, para mostrar su apoyo a la ciudadanía que continúa luchando en el país sudamericano. A su vez, han querido mostrar su claro rechazo ante el Gobierno encabezado por Iván Duque.
Las camisetas amarillas, rojas y azules de la selección colombiana de fútbol ya se dejaban ver por la ciudad antes siquiera de llegar al punto de reunión. Se antojaba, por lo tanto, una protesta de cierto tamaño, parecida a las de antes de la pandemia. Así se confirmó al llegar al balcón, dónde ya aguardaban cientos de personas, todas ellas vestidas y pintadas con los colores de la nación sudamericana.
Toda la masa se aglomeró alrededor de dos pancartas colocadas en el suelo. Detrás de estas, y con el mar de fondo, empezarían los parlamentos, las proclamas y los cánticos, todos ellos dirigidos a animar a sus compatriotas del otro lado del charco, o por el contrario al presidente Duque, el cual ha sido siempre mencionado junto a palabras malsonantes como “hijueputa”, “tirano” o “ladrón”.
Pero la principal consigna era clara, brindar apoyo a sus amigos y familiares que residen en Colombia y que están viviendo su día a día con un miedo terrible. Aunque hayan habido momentos de emoción y lágrimas, la felicidad y el ritmo que caracterizan al pueblo colombiano se ha hecho notar incluso en esta protesta pacífica. Los discursos dejaban paso a canciones con música en directo. Era inevitable sentir el vello de punta ante una nación unida que se reflejaba en unas 300 personas, todas ellas cantando al unísono por una causa justa y de paz.
Pero no todo fue ejemplar. El ambiente no parecía el de un mundo en pandemia. Las distancias de seguridad se obviaron, todos con todos y algunas personas incluso bebían alcohol. Los saltos y abrazos tampoco ayudaban a prevenir los contagios de covid-19. Fue un festival, algo que por momentos recordaba más a una previa de un partido de fútbol que a una manifestación. Huelga decir que en lo que al consumo de alcohol se refiere, las protestas en apoyo al rapero Pablo Hasél también demostraron no estar a la altura.
A. R.
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