19. Abril 2024

Arxius de JAMES FONT | Diari La República Checa

REDACCIÓ10 Març, 2020
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EL VAR DE JAMES FONT REVISA LA TARRAGONA CULTURAL… Curiosamente ninguna actividad cultural, artística o creativa que se celebre en Tarragona figura entre las principales de España

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El “tarragonisme” de Rambla y Balcón del Mediterráneo jamás aceptará la afirmación de que Tarragona no es una plaza de referencia en España atendiendo al ranquin nacional de principales eventos culturales, artísticos, musicales, gastronómicos o creativos de los que se celebran.

Cualquiera puede navegar por las webs o guías de referencia de sectores como el de la música moderna o clásica, el cine, la danza, el arte, la moda, la innovación, el diseño, el teatro, la literatura, la gastronomía… no es necesario prolongar la lista.

Para las gentes de Tarragona, sus eventos culturales populares son entrañables y muy enraizados, pero lo mismo podríamos encontrar en cualquier pueblo de España. El hecho es que la programación cultural de Tarragona no figura entre las más destacadas de España, ni de Cataluña.

Semana Santa, Tarraco Viva o Santa Tecla son festejos y o festivales vividos con pasión por la ciudad, pero no están en el escaparate internacional o nacional, mal que nos pese y mal que el Ayuntamiento enseñe estadísticas de visitantes foráneos que se caen por inconsistentes, pues si dichos eventos generasen, realmente, una creciente y considerable demanda de visitantes, la ciudad viviría un pressing de nuevas plazas hoteleras y servicios al visitante y ese no es el caso.

Tarragona no disfruta de ninguna entidad que sea referencia obligada para la cultura o el arte del país. Las dos piezas que podríamos salvar de esta zozobra son el MNAT y el concurso de Castells, aunque, no obstante, hay que puntualizar esta afirmación.

El MNAT figura entre los 15 museos más visitados de Catalunya, pero si le restamos las estadísticas escolares y de jubilados, cae bastantes puestos en la clasificación. Y en cuanto al concurso de Castells, no son pocas ni débiles las voces de la Generalitat que plantean llevarse el concurso a Barcelona por diversos motivos: logística hotelera y turística, proyección internacional, cubicaje económico y posibles patrocinios, derivadas políticas, etc. Y, además, este concurso no figura entre los eventos festivos o populares con más proyección internacional de Cataluña. Comparen los impactos en la red del concurso con otros eventos y saquen conclusiones.

Nuestros teatros no están entre los que ofrecen programaciones o festivales de mayor peso en Cataluña. Tampoco somos plaza de estrenos. Lo mismo podemos decir sobre cine, literatura, moda, gastronomía, diseño, arte o creación e innovación.

Cada capital de provincia de España ha tenido la capacidad de generar, al menos, un evento de referencia en alguno de los ámbitos culturales que he listado. Tarragona no está entre esas capitales de provincia. Tarragona ni tan si quiera es la capital cultural de su provincia.

Pero si anteriores Ayuntamientos, quizás con culturas políticas más cosmopolitas, jamás se plantearon romper este mapa mudo de la cultura de Tarragona, menos lo hará el actual gobierno, mucho más esclavo de las entidades y colectivos que defienden “la cultureta” como zona de confort y modus vivendi.

El alcalde Ricomà -hombre de refinados gustos intelectuales y artísticos-, sucumbe a la mediocridad provinciana y endogámica del “tarragonisme” de mamadeta. No será capaz de situar Tarragona en el nomenclator cultural con cartel y su plan estratégico, en estos ámbitos, no va más allá de contentar a los “estelats” de la cultura local y a los “artistas” de la copa y el canapé.

Atención a la próxima entrega, que el VAR de James FONT no descansa

 


REDACCIÓ8 Març, 2020
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Està de tornada. El detectiu més temut de la província torna a Tarragona. L’investigador privat, després d’una important absència, ve amb ganes de compartir algunes ‘històries’ amb els lectors de larepublicacheca.cat.

James Font començarà a revelar el contingut d’alguns dossiers i expedients de la política municipal. De les ‘històries’ que compartirem amb els nostres lectors, Els polítics i càrrecs públics seran, òbviament, els grans protagonistes.

Hem de deixar clar que tot allò que publicarem no són veritats absolutes, però versions recopilades per diferents missatgers. Aquest dimarts, James Font comença a publicitar algunes de les ‘històries’ que alguns càrrecs i figures no volien que se sàpigues. Més d’un començarà a estar inquiet i a tenir malsons… Ens veiem el dimarts…

PD: Tothom que tingui una història per compartir pot enviar missatge a través del rcheca@larepublicacheca.cat

 

 


REDACCIÓ3 Juny, 2019

Los electores hablan, pero los políticos no escuchan. Reus y Tarragona deambulan estos días por los medios de comunicación y las redes sociales a la búsqueda de pistas sobre lo que quieren o no quieren pactar los partidos políticos. Sin embargo, una lectura de los resultados electorales, realizada desde el sentido común y la responsabilidad institucional, ofrece respuestas sencillas y directas. Lo que ocurre es que los partidos políticos, una vez finalizado el recuento, dan la espalda a los electores y se centran en “lo suyo”, siempre en clave de poder.

L’alcalde en funcions, Carles Pellicer

En Reus, las tres formaciones que han venido gobernando la ciudad con enormes dificultades de todo tipo, han obtenido, cada una de ellas, JxR, ERC y Ara Reus, un resultado que por separado y en su conjunto, solamente puede tener una lectura: los electores han avalado la gestión del gobierno municipal y de cada uno de los socios de ese gobierno. La consecuencia debería ser inmediata y simple, o sea, repetir el pacto a tres, que en esta ocasión tendría mayoría suficiente para salvar el gran escollo de la pasada legislatura, como fue tener que prorrogar presupuestos año tras año.

Pero, en cambio, asistimos a un cambalache protagonizado en parte por la alcaldable de ERC, Noemí Llauradó, que, siendo la tercera fuerza más votada, se cree legitimada para reclamar la alcaldía y, para ello, flirtea con socialistas y cupaires. La silla por delante de la ciudad y de la decisión expresada claramente por los electores de Reus.

Ballesteros i Pellicer en una visita a Tgna

Y en Tarragona otro tanto. Por un lado, las urnas han renovado la confianza en Ballesteros, más que por su obra de gobierno, por su impronta personal como alcalde. Más allá del caso Inipro o el desastre de los Juegos Mediterráneos, el hasta hoy alcalde ha obtenido más votos que nadie. Por otra parte, Pau Ricomà ha visto como su cotización electoral, y la de su partido, subían al alza hasta empatarle a concejales a Ballesteros. ¿Diferencias entre PSC y ERC? Pues claro. ¿Cosas en común? También. La suma de las dos fuerzas más votadas en Tarragona daría una estabilidad institucional muy sólida y obligaría a ambos líderes a escuchar a la parte de la ciudadanía que representa el otro, aunque ambas forman parte principal y mayoritaria de la Tarragona real.

Sin embargo, ni Ricomà ni Ballesteros han encarado con honestidad y modestia ese resultado electoral que, en verdad, les obliga a abandonar su zona de confort y sus demonios personales, para tomar conciencia de lo que es el deber de un político: atender a la voluntad popular, que, en el caso de Tarragona, se ha pronunciado con claridad: dos fuerzas de izquierda, una independentista y la otra federalista, deben entenderse por el bien de la ciudad.

Los puzles del poder institucional y las estrategias de partido, lamentablemente, siempre distorsionan esta verdad que les hemos dibujado. Miren que esta vez nos hemos puesto serios, pero las circunstancias mandan.

James FONT

 


REDACCIÓ31 Maig, 2019

Como los que sufren hemorroides, Rubén Viñuales llora, en silencio, la pena de su mal resultado en las municipales. Lo hace entre sollozos, que disimula con sonrisa forzada y semblante cariacontecido. Ponga como se ponga el aspirante a alcalde ha fracasado. El resultado del pasado domingo electoral le supone un suspenso en toda regla.

Viñuales recibe el cariño de una tarragonina

Ciudatadans obtuvo algo más de mil votos sobre el resultado de hace cuatro años, pero eso, simplemente, supone un avance pírrico para la formación naranja. Sin embargo, Viñuales no pude darse por aprobado, ni tan si quiera por los pelos. El líder naranja se marcó un objetivo que proclamó abiertamente durante toda la campaña: su meta era ser alcalde de Tarragona y, como premio de consolación, poder gobernar. Ni lo uno, ni lo otro. Es más: ni tan si quiera pinta nada en estos días de zigzagueo entre los que pueden y quieren alcanzar pactos. Es triste!!!

Las razones de este decepcionante “quedarse descompuesto y sin alcaldía” son de diversa índole, pero básicamente atribuibles a tres aspectos:

1)      Viñuales, es buena gente pero no convence como personaje político con peso específico en la ciudad, como lo fue en su día Alejandro Fernández.

2)      Nadie sabe con exactitud donde se ubica Viñuales, ni su partido, en el espectro ideológico.

3)      Su campaña electoral ha estado diseñada desde el manual elemental Nivel 1 para candidatos ñoños. ¿Alguien sabría decir una sola propuesta contundente que Viñuales haya lanzado como futurible alcalde? ¿No? No pasa nada. Yo tampoco!!!

A Viñuales le toca ahora tomar una decisión de gravedad y alcance: seguir encabezando el grupo municipal y el partido, pero dando un salto político y estratégico cualitativo, apuesta sobre la cual albergamos serias dudas de que sea capaz de tañer o, por el contrario, darle la oportunidad a la dama de hierro Sonia Orts, que ha dado muestras evidentes durante la campaña de que tiene más quilla que Viñuales para navegar por las oscuras y profundas aguas de la política.

James FONT

 


REDACCIÓ28 Maig, 2019

El excelente resultado cosechado por Pau Ricomà (ERC) en las elecciones municipales de este pasado domingo ponen al líder republicano ante una tesitura nada sencilla de resolver y que puede alcanzar tintes de drama shakesperiano.

Pau Ricomà espera ser l’alcalde de Traragona

La primera intención de ERC de cara a posibles pactos, anunciada por el propio Ricomà, es buscar la alianza con JxT de Dídac Nadal, la CUP de Laia Estrada y ECP de Carla Aguilar. Pero los precedentes de este tipo de coaliciones tutifruti no son nada halagüeños para ERC. Dos poblaciones catalanas, equiparables a Tarragona, como son Sabadell y Badalona, alumbraron pactos similares en 2015 y las formaciones políticas que los protagonizaron, en su mayoría, se han visto duramente castigadas en estas municipales de 2019.

Armonizar cuatro grupos municipales, con sus cuatro aparatos orgánicos detrás de cada uno de ellos, más las diferentes personalidades, egos, ambiciones y fobias, parece una tarea difícilmente realizable y, más aún, si se debe prolongar por toda una legislatura. Y, en estos casos, la formación más castigada acostumbra a ser también la mayoritaria.  

El Pacto Tutifruti permitiría a Ricomà desalojar a Ballesteros de la alcaldía, pero podría tratarse de un premio envenenado, pues la oposición sería inmisericorde y ERC correría el peligro de meterse en un avispero político del que podría salir gravemente afectada. La oposición se dedicaría a explotar las continuas diferencias y desavenencias que, probablemente, surgirían entre los socios del hipotético gobierno municipal tutifruti.

Carla Aguilar tiene la llave del futuro

Tampoco lo tiene fácil Carla Aguilar. Ella sabe que el Pacto Tutifruti puede desgraciar la buena imagen que ha dado en esta campaña, mostrándose respetuosa, didáctica y trasladando tranquilidad, a pesar de su bisoñez política. Estrenarse en medio del Pacto Tutifruti, con lanzas voladoras silbando a cada esquina del consistorio, no parece el mejor de los panoramas para ella.

La otra opción, en cambio, puede tener para Aguilar rentabilidad a medio y largo plazo. Si ECP se aviene a un pacto de gobierno con Ballesteros, con un último año de alcaldía para ella, por ejemplo, Aguilar mataría dos pájaros de un tiro: llegaría a 2023 con un PSC descabezado -Ballesteros no repetirá como alcaldable-, a la vez que obliga a ERC a buscar un relevo para Ricomà, pues este llegaría a las próximas elecciones municipales con una edad más que disuasoria para encabezar una lista de combate electoral.

Estaremos atentos a los acontecimientos.

James FONT

 

 


REDACCIÓ24 Maig, 2019

La campaña de estas municipales ha estado acaparada, en buena medida, por el debate sobre la basura de la ciudad, pero, hay que escudriñar el porqué de este afán en revolcar la política entre nuestros residuos. ¿Quién es quién en este conflicto?

La polèmica de la neteja ha estta present en la campanya

Fomento de Construcciones y Contratas (FCC)
Esta empresa es la encargada de la contrata en Tarragona desde los tiempos en que la basura se recogía con carros tirados por mulas y se trata de una de las compañías más potentes del país, con el multimillonario mejicano Slim al frente. FCC tiene el poder del dinero y la ventaja que da conocer la ciudad y su ayuntamiento en cada uno de sus rincones. También conoce la basura de todos, incluida la que ERC no deposita en el contenedor adecuado.

Martin de Sande, president del comitè d’empresa

Angel Martín de Sande (UGT)
Lleva 25 años al frente del Comité de Empresa de FCC en Tarragona y nadie tose ni estornuda en la empresa sin pedirle antes permiso. Tuvo una estrecha relación personal con el que fuera alcalde convergente, Joan Miquel Nadal, a quien llegó a acompañar en su lista a las elecciones municipales del año 2003. Ahora, la relación especial la mantiene con Josep Felix Ballesteros, que supo ganarse el favor del líder sindical para su causa y ninguno de los dos esconde ser pareja política uno del otro.

El sindicalista defiende belicosamente que la ciudad se limpia a conciencia todos los días, pero que son ciudadanos incívicos los que estropean la imagen de Tarragona y acusa directamente a Pau Ricomà, Dídac Nadal y Laia Estrada, de hacer demagogia electoral con el tema de la basura y la limpieza de la ciudad.

La insistencia de estos tres políticos en que los trabajadores de la contrata deben ser intensivamente vigilados por inspectores ha provocado un duro cruce de acusaciones. Hemos podido comprobar que, para los trabajadores de FCC, los Ricomà, Nadal y Estrada son políticos detestables, mientras que, para el trío independentista de alcaldables, Martín de Sande es un cacique sindical al servicio del alcalde.

Ballesteros i Martin de Sande, abraçats

Josep Fèlix Ballesteros (PSC)
En este mandato que ha concluido, hemos visto como el alcalde tenía fugas en su equipo por lo que hace a cerrar filas con FCC y UGT en el tema de si la ciudad está sucia o no y si el coste de la contrata es excesivo. Ivana Martínez y, desde la sombra, Pau Pérez y Jose Luís Martín, han pretendido situar a la empresa FCC en el banquillo de los acusados, sumándose, implícitamente, a las críticas de la oposición y dejando al alcalde solo ante el peligro y ante la oposición.

Ballesteros ha reaccionado a la campaña de la oposición situando a Martín de Sande como ariete contra ella. El presidente del Comité de Empresa de la contrata ha lanzado duras acusaciones de “negreros” a la oposición.

No obstante, sabemos que el de UGT es criticado en el PSC por sus maneras un tanto primarias de liderar sindicalmente la contrata, pero lo que para unos es troglodismo sindical, para Ballesteros es efectividad, capacidad de la que no anda muy sobrado su equipo de campaña.

El trío independentista (ERC, JxT y Cup)
No se observan diferencias de posicionamiento entre Nadal, Ricomà y Estrada en lo tocante y chocante al tema de la basura. Sin apenas matices, los tres afirman que Tarragona está sucia, que el coste de la contrata es un fraude y que deben aplicarse medidas duras de vigilancia cuasi policial a los trabajadores de que realizan el servicio.

Pero esta posición tiene sus puntos débiles. Por ejemplo, ¿para Dídac Nadal la ciudad ha estado sucia siempre o cuando gobernaba su padre estaba limpia? Cuándo ERC estuvo en el gobierno junto a Ballesteros, ¿Tarragona estaba sucia o limpia? Y si tenemos en cuenta que era la misma empresa la que realizaba el servicio y, casi, casi, la misma plantilla, ¿antes eran ejemplares y ahora haraganes?

Viñuales ha acompanyat els treballadors de la neteja

Rubén Viñuales (Ciutadans)
Viñuales empezó la precampaña criticando la gestión del equipo municipal en cuanto a limpieza de la ciudad, hasta que descubrió que entre la plantilla de la contrata había mucho votante potencial de Ciudadanos y, disimuladamente, pasó de hablar de mala gestión a señalar el incivismo como problema de Tarragona.

Si eso no fue suficiente, el alcaldable naranja de Campo Claro sorprendió a propios y extraños enfundándose el mono de faena y compartiendo jornada con el turno matinal de la contrata, que empieza a faenar antes de que se hayan puesto las calles en la ciudad. Tuvo buenos reflejosViñuales y seguro que ese gesto le ha valido un puñado de votos, consiguiendo que el mismísimo Martín de Sande le acompañe en algún acto electoral, hecho que ha provocado algún berrinche entre las filas socialistas, principalmente el de su máximo responsable orgánico, Santi Castellá.

¿Quién ganará este conflicto?
Las espadas están en alto y el desenlace dependerá de los necesarios pactos post electorales. Si finalmente Ballesteros se decanta, por obligación o conveniencia, hacia un pacto con ERC, el conflicto se convertirá en la “guerra de la basura”, ya que la plantilla se sentiría traicionada por el alcalde y la tensión conduciría, irremediablemente, a una huelga salvaje como nunca se ha visto en Tarragona: ¿barricadas de basura? Seguramente. James Font nunca se equivoca.

Recuerden ir a votar el domingo, pero voten limpio.

James FONT

 

 


REDACCIÓ20 Maig, 2019

El gran debate de TV3, con los cabezas de lista por Tarragona, se quedó en un cameo del moderador Xavier Graset, sin duda el mejor del debate y el que más tiempo de intervención consumió en el plató. El resto: insustancial, previsible y repetitivo.

Para empezar, la disposición de los debatientes no fue la más afortunada y alguien tenía que decirlo. Situar a las dos damas en los extremos de la mesa y dejar para los caballeros el centro, qué quieren que les diga… no me pareció muy acertado. No obstante, el plano general, con ellas en las esquinas de la mesa, es fiel reflejo de una Tarragona política e institucionalmente tomada por la masculinidad de sus máximos representantes.

Por otra parte, cuando se hace a 7 y a tiempo cronometrado, el debate no sirve para confrontar ideas, propuestas y personalidades. Tampoco hubo ningún candidato ni candidata dispuesto a arriesgar y romper con el manual, pues todos se atuvieron a la estrategia más reservona y amarrategui.

Els alcaldables a l’Ajuntament de Tarragona

LAIA ESTRADA (CUP)
Su cometido era lanzarle dos o tres puyas a Ballesteros para destacarse del pelotón de la oposición y en verdad que lo consiguió, llegando incluso a arrancarle a Ballesteros alguna intervención con dedicatoria específica para ella. Sin embargo, se vio sorprendida cuando el alcalde enseñó fotos de carteles electorales de la CUP fijados en lugares que no están habilitados para uso propagandístico.

Estrada lució cazadora roquera de cuero negro sobre jersey rojo intenso y tono de piel algo bronceado que le hicieron brillar en los encuadres de cámara en primer plano. Siempre sonriente y desenvuelta, sexy y coqueta en sus gestos, resultó, televisivamente, lo más agradable del debate. Solamente un pequeño “pero”: debería arreglarse algo la dentadura. Se lleva un 8.

JOSEP FÉLIX BALLESTEROS (PSC)
En el debate supo adoptar ese aire institucional que tan bien domina. Utilizó algún dato para desmontar ataques de la oposición y se encontró cómodo y ágil de reflejos.

Su imagen obedeció al tono de su discurso: traje oscuro de corte formal, sonrisa algo forzada y gesticulación acomodada. En general, una puesta en escena efectista para alguien que aspira a renovar el favor del electorado basando su propuesta en que más vale alcalde sobado conocido que virgen por conocer. Desde el centro de la mesa dominó en todo momento el ritmo de juego.

Sin embargo, antes de la entrada del debate, cuando aparecen todos los candidatos y candidatas en el Balcón del Mediterráneo, se le ve haciendo un poco el payasote. Eso le resta algo la nota, que se queda en un global de… 8.

RUBÉN VIÑUALES (CIUDADANOS)
En su primera entrada en el debate se olvidó de saludar más allá de una ligera inclinación con la cabeza, lo que denotó cierta incomodidad o nerviosismo iniciales, pero después se condujo con serenidad y pretendiendo ofrecer una imagen de futuro alcalde.

Junto con Ballesteros, optó por la corbata y un conjunto sobrio de chaqueta y camisa muy de abogado en horas de faena. Aquilatado en la gesticulación, también acertó en la línea de su discurso, siempre propositivo. No entró en rifirrafes, cosa que deja entrever autocontrol. Nota final de 8.

CARLA AGUILAR (ECP)
Curiosamente, en la toma de imagen grupal del Balcón del Mediterráneo, coincidió con Estrada llevando una prenda de color casi amarillo (una chaqueta la Aguilar, por un jersey la Estrada) y, en el debate, también coincidió con ella en el color elegido para una prenda: chaqueta roja rosada para Aguilar, frente al rojo chillón del jersey de Estrada. Aguilar optó por aparecer sin gafas, cosa que no ocurrió en el (gran) debate (en feminí) del Mercat.

Aguilar se aplicó a conciencia en el debate para hacer buena letra y con renglones rectos y lo consiguió, pero se le notó, exageradamente, que llevaba el manual en la cabeza y parecía que se doblaba a sí misma. Habló con seguridad, aunque a costa de perder elocuencia. No seremos duros con ella y le daremos un 6.

DIDAC NADAL (JxT)
Optó por no llevar corbata, pero no acertó en la elección de su americana y camisa, que daban la impresión de ser una talla más grande de la que él debería usar. En cierto modo, este desajuste de talla es una metáfora de lo que algunos destacados dirigentes de su partido dicen de él a sus espaldas, que el envite le viene demasiado grande.

Durante el debate, ninguna de sus intervenciones dio sensación de gobernar el tempo de su discurso, siempre dominado por la insistente tentativa de erosionar a Ballesteros. No lo consiguió y, en algunos momentos del debate, dejó entrever una cierta frustración por ello. No lució lazo amarillo. Llega a duras penas al 5.

JOSE LUIS MARTÍN (PP)
Lució una puesta en escena de estilo club náutico algo desconcertante. La corrección que le hizo al moderador acerca del grupo municipal naranja o la continua atribución de buena gestión a las áreas municipales bajo responsabilidad del Partido Popular fueron poco elegantes y dejan al viento los temores y fantasmas del sucesor outlet de Alejandro Fernández.

No se si convencería a sus votantes más devotos, pero a nosotros nos da la impresión de que no. Le atizamos un 4.

PAU RICOMÁ (ERC)
Apareció bajo un aspecto descuidado, que no casual. Además, todas sus intervenciones estuvieron hilvanadas por un aire de superioridad intelectual que acaba siendo insoportable. Salvo algún tópico independentista, su discurso no pasó del movimiento pendular entre la crítica ciega a Ballesteros y la incredulidad propia.

En realidad, Ricomá lleva un primer tramo de campaña electoral en la que todo el peso de esta se lo lleva la crítica a la Tarragona presente. Al alcaldable republicano le hemos oído afirmar que Tarragona es una ciudad sucia, aburrida, paralizada, aislada, etc. Pero lo que la gente quizás no recuerda es que Ricomá ocupó la presidencia de la Empresa Municipal de Desenvolupament Econòmic (léase recinto de ferias y congresos) y no sólo no levantó ningún proyecto interesante para Tarragona, si no que su gestión pasó sin pena ni gloria. Nota final, un lacónico 4.

James FONT

 


REDACCIÓ14 Maig, 2019

Antes de que las francotiradoras feministas nos sometan a fuego cruzado, adelanto que también habrá crítica rosa para los candidatos a las municipales de Tarragona. Zanjado el tema, vamos al grano: las 7 candidatas que comparecieron en el Gran Debate realizado en la Plaza Corsini, moderado por  el indomable Ricard Checa, dieron poco que destacar en lo político, mientras el conductor del debate, Checa, no pudo desplegar su potencial en un formato excesivamente encorsetado por el manual, el crono y un coro a 7 voces.

Las 7 candidat@s que participaron en el debate organizado por La República Checa

Como se trata de un debate electoral, vamos a combinar la crítica política y la estilista. Voy a mencionarlas una a una en el orden en que, en mi opinión, brillaron cada una de ellas en lo político.

 1ª. SONIA ORTS (Cs)
Junto con Laia Estrada (CUP) fue de las que más destacó en el debate, tanto por la exposición ordenada de sus argumentos como por la agudeza de algunas de sus consideraciones.

Lució chaqueta blanca sobre prenda clara, combinada con un vaquero ajustado de azul “tejanodetodalavida” y zapatos de tacón fucsia “queyolovalgo”, que desentonaban un poco. Lo mejor: el contraste de su negra y cuidada melena con el blanco de la chaqueta en un plató casual y bajo el sol tarraconense, de luz siempre tan especial. Sobre una puntuación máxima de 10, vamos a otorgarle un 7 a su estilo y un 8 a su aspecto general.

2ª LAIA ESTRADA (CUP)
Empató con Orts en su puesta en escena política durante el debate. Laia siempre tan crítica, pero al mismo tiempo, educada. La alcaldable de la CUP tiene simpatía natural, no forzada, y eso, es justo anotarlo, debe puntuar en positivo para una política.

El vestuario de Laia fue bipolar. Un jersey calado sobre una prenda negra que se insinuaba a la luz del día. El jersey caía sobre una falda corta, ajustada a la cadera, de color rojo revolucionario. Hasta aquí todo bien, pero, si bajamos, las mallas negras rematadas con un calzado estilo “pipicalzaslargas” estropeaban el conjunto. Estilo, un 6. Aspecto general un 7.

3ª CRISTINA GUZMÁN (JxTgn)
En el siguiente escalón del debate encontramos otro empate técnico entre Guzmán y Vedrina (PP). Todavía más meritorio lo de Guzmán si la comparamos con su cabeza de lista, Dídac Nadal, que dispara en ráfaga y sin apuntar, mientras ella se mostró siempre peligrosa y certera en el debate.

En el vestuario no quiso arriesgar y lució uniforme de cada día para ir a la oficina: informal, pero “arreglá”. Acertó con los tejanos ajustados rematados en botines negros con puntera que le conferían poderío, pero la combinación de chaqueta negra con jersey gris denota cierta resignación, un intento de esconder o disimular su verdadera personalidad. Estilo un 7. Aspecto general 7.

El debat se ha celebrado en la plaza Corsini

4ª ELISA VEDRINA (PP)
Como ya hemos dicho, empató con Guzmán en su nivel político en el debate. Si a ella también la comparamos con su cabeza de lista, llegamos a la conclusión de que Alejandro Fernández la pifió bien pifiada pasándole el relevo a Jose Luis Martín en vez de a ella.

Vestuario elegante, discreto y bien llevado. El color negro de chaqueta y pantalón quedaba roto con el jersey blanco y unos zapatos grises de tacón que, sin estridencias, alegraban el conjunto. Estilo 7. Aspecto general 7.

5ª CARLA AGUILAR (EN COMÚ-PODEM)
Aplicada y regular en el debate, reflejó su buena base académica a la vez que su poca experiencia en la arena de la política. Pasó con buena nota su difícil estreno ante compañeras mucho más veteranas en estos menesteres.

Vestuario de estudiante empollona de Erasmus que va a la biblioteca a repasar para el examen. Prendas de aire juvenil pero mal escogidas. La combinación campera de chaqueta de cuero marrón con botas de treking daba a entender un aire desinhibido, pero el jersey verde de “Cuéntame…” y el vaquero sin personalidad apagaron su bonita silueta. Lo peor, las gafas que le cubren injustamente un rostro de semblante limpio y honesto. Debe mejorar. Estilo 6. Aspecto general 6.

6ª SANDRA RAMOS (PSC)
Excesivamente crispada y peleona, aceptó de inmediato la ubicación de trinchera sin que ninguna de las contrincantes se lo hubiese asignado de antemano. No sabemos si fue por la sombra de una Floria que en estos debates disfruta más que Pepa Pig en un charco de fango, pero Ramos decepcionó.

Su vestuario no obedeció a ningún patrón o estrategia de imagen y eso deja aflorar una falta de confianza en sí misma muy preocupante. Ramos tiene suficiente planta física como para lucir bastante más. No se trata de guapuras selfie ni bodyfitness, lo que digo es que una persona, sea alta, baja, delgada o gorda, puede y debe lucir en su cotidianeidad y, por supuesto que sí, todavía más en un debate electoral en directo desde la plaza pública. Ramos ha de buscar el estilo que más le favorezca y sentirse cómoda en él. No acertó en las prendas que eligió y se notó demasiado que acudió al debate con lo primero que pilló de su armario. Estilo 5. Aspecto general 4.

Laura Castel, Sonia Orts y Sandra Ramos

7ª LAURA CASTEL (ERC)
Sin duda, la peor en el debate fue la señora senadora republicana. Además, en algunos lances del acto, pareció que tenía prisa por largarse, que tenía cosas más importantes que debatir sobre Tarragona. Esperábamos bastante más de ella.

Su vestuario pretendió ser estiloso, pero, en realidad, resultó soso. Todo su conjunto de chaqueta y jersey negro luctuoso se apoyó sobre un pantalón chandalero y unos zapatos que parecían prestados de Tortell Poltrona. Estilo 4. Aspecto general 4.

RICARD CHECA (Presentador)
Se le vió incómodo moderando en una plaza pública. Una serie de problemas técnicos del directo televisiu le distrajeron más de la cuenta: avería en una cámara que provocó un enervante retraso, la falta de volumen en el sonido ambiental o la interrupción de un grupo de jubilados algo impertinentes, todo ello hizo del papel del atrevido Checa un suplicio.

El presentador y periodista Ricard Checa

En cuanto a su vestuario, como siempre, buscó no dejar indiferente a nadie. Camiseta y pantalón negros combinados con chaqueta semi-cazadora, con estampado en dorado viejo, conseguían convertirle en centro de atención. Lo mejor, sus zapatos de estilo imposible, que combinaban bien con el conjunto. Encontrar esos zapatos es meritorio. Seguro que los ha comprado en su London del alma. Estilo 7. Aspecto general 7.

Y para finalizar, teniendo en cuenta que el debate se realizó frente a la puerta del nuevo Mercat Central de Tarragona y que todas las candidatas dicen ser “tarraco pata negra”, ¿saben cuáles de ellas acostumbran a frecuentar el Mercat para efectuar sus compras? Pues yo se lo voy a decir: Sonia Orts y Elisa Vedrina, ambas regularmente. El resto lo hacen esporádicamente… o nunca. Y que no se me pongan nerviosas las guardianas de las esencias, que también sabemos cuáles de los candidatos son buenos y malos clientes del Mercat… y se lo explicaremos cuando les toque a ellos.

Au revoir!

James FONT

 


REDACCIÓ12 Maig, 2019

Santi Castellá, primer secretario del PSC de Tarragona, le ha señalado el camino a Ballesteros con una colleja pública. Mientras el alcalde declaraba que pretendía gobernar en solitario o abrirse a pactos excluyendo a CUP y VOX, su jefe de Partido le da un zasca para fijar la estrategia de pacto con ERC. Y Ballesteros calla. Y Ballesteros claudica. Y Ballesteros se convierte en jarrón chino.

Es difícil entender cómo Castellá ha mantenido un silencio cómplice estos cuatro años ante el pacto municipal PSC-PP y ahora se descuelga “esquerranoso”. ¿Será porque ahora ya es senador? ¿Será porque se lo ha aconsejado su consigliere de la Fundación que preside, el invisibilizado Gustavo Cuadrado?

Sea como fuere, el gran problema para Ballesteros en estas municipales va a ser el fuego amigo: una lista compuesta por personas, en su mayoría, que no son de la confianza del candidato, empezando por su tándem Sandra Ramos, que vino inyectada por el propio Castellá, a lo que podemos sumar una dirección del Partido con Castellá y Roc Muñoz, que le van a hacer el sándwich con queso amargo.

La sensación de abatimiento del alcalde por un lado y la de cainismo traidorcillo en el PSC por otro, deberían llevar a reflexión a los votantes de Ballesteros. Nada le quito de bueno a lo ya hecho por Ballesteros con su talante amable y dialogante, pero Tarragona necesita algo más de brío y de liderazgo. Con Ballesteros ya no se sabe quien lleva el timón de la nave, si él, los remeros o el señor que vino del CDS… por cierto, como Luís Badía, que al parecer también apoya silenciosamente a Ballesteros. Estén atentos a las conexiones subterráneas.

EL PIFIÓMETRO

PSC – 1 pifia. Estrenan casillero los de la rosa por las incomprensibles diferencias de estrategia de pactos postelectorales en su cúpula. ¿De qué hablan en las reuniones de sus órganos de dirección y comité de campaña?

ERC – 1 pifia. Nuestro tristón Ricomà se ha apresurado a rechazar cualquier pacto postelectoral con Ballesteros argumentando luchar contra la corrupción. Pues lo del 3% parece que no les impidió a sus coleguitas pactar con los herederos de Pujol, no sé si por 155 moneditas + IVA.

JxTgn – 1 pifia. El “Nen” se puso en plan modernito y montó el inicio de campaña con un WhatsApp tipo “quedamos en la Rambla y nos hacemos un selfie”. Su pistoletazo de salida fue más triste que quedarnos sin más capítulos de The Big Bang Theory, además de enseñar algunes de las vergüenzas de su candidatura.

Nos vemos pronto!!!

 


REDACCIÓ6 Maig, 2019

¡Que pasen al Salón las candidaturas a las municipales de Tarragona! Y si nos queda tiempo, también atenderemos a lo que ocurra en otros municipios.

Cerramos una legislatura con tres deserciones en los grupos municipales, algunas tristes y dolorosas pérdidas, y un alcalde muy castigado por temas judiciales, unos Juegos Mediterráneos muy criticados y una difícil situación personal que todos debemos respetar.

¿La política municipal de nuestra ciudad, a qué creen ustedes que se parece? Como dicen en el anuncio del eurojackpot: “yo ahí lo dejo”.

Vamos a seguir la campaña de las municipales derrochando buen humor cáustico y dosis de verdad verdadera de la que pueden prometer y prometen nuestros políticos.

Y al final de cada una de mis entregas, añadiré una tabla de valoración de los candidatos y candidatas que denominaré: El PIFIÓMETRO, donde iré sumando y acumulando las diferentes pifiadas, mentirijillas y chorradas que vayan soltando nuestros insignes alcaldables.

¡Nos lo pasaremos bien, incluso los políticos!

James FONT