REDACCIÓ24 Maig, 2021
Vivimos en un mundo que está en constante movimiento, y que no para de cambiar. Hace no muchos años, cuando querías saber que estaba pasando en el mundo, tenías pocas fuentes , entre ellas, salir de casa a comprar el periódico o encender el televisor a cierta hora para que una tercera persona te explique: “Buenos días, el mundo está en esta situación, esto paso aquí, eso otro allí.”
También que algún familiar, vecino, o amigo te llamara para contarte un algo bueno o malo que le hubiera pasado, o para darte alguna información.
Hoy en día, no solo NO tenemos necesidad de preguntar sobre la situación actual del mundo, ni la de tus seres queridos, sino que tu pequeño amigo, “el teléfono móvil”, te invade con un sonido de campanita (en muchos casos previamente seleccionado) para explicarte todo lo que está pasando a cada momento y sin que tú le preguntes nada.
- ¿Sabías que hubo elecciones? Vengo a informarte de que las hubo, y además, quién las ganó.
- ¿Te interesan los deportes? Aquí tienes cinco partidos de fútbol que no te puedes perder.
- ¿Quizás disfrutas más de la prensa del corazón? No te pierdas este último escándalo de tu famos@ favorit@.
- ¿Sabías que tu amigo de Facebook José Pérez tiene un nuevo comentario de..?
- ¡A tu amiga de Instagram le han puesto un me gusta!
Seguro que más de una vez te han salido cosas así, y es que tu móvil sabe lo que te gusta, o está intentando averiguarlo en función de las preferencias que vas seleccionando.
Nuestra vida se convirtió en un ruido constante, y no supimos ni siquiera verlo venir. Esto puede provocar que aumente nuestro estrés, y disminuya nuestra calidad de vida, ya que jamás nos podemos permitir el lujo de descansar de tanta información, aunque apaguemos el móvil, cuando lo volvamos a encender el mundo ha seguido moviéndose, y tú tienes que saberlo, muchas de tus aplicaciones tienen que actualizarse para darte la “mejor información y al instante”.
Una pregunta que surge es: ¿Qué podemos hacer para evitarlo? Y, por suerte, la solución es más sencilla que de costumbre.
Pon en silencio las aplicaciones que estén dándote esa información contantemente. Esta es la solución más sencilla, ya que la información no se termina, ni se terminara, por lo tanto, si la dejas entrar a modo de sonido, te llamara a seguir viendo noticias innecesarias, y seguirá comiendo de tu tiempo sin límites, agregando estrés innecesario a tu vida cotidiana. Así que tómate un tiempo para ti, habilita el silencio de estas aplicaciones de tu teléfono móvil, y ponte un objetivo:
“Hoy voy a estar un tiempo (1h, 2h, etc..) sin mirar el teléfono, y en esa hora me voy a caminar, a hacer mis tareas de la casa, a meditar…” – lo que verdaderamente te guste hacer sin el teléfono.
Y cuando incorpores este hábito a tu vida, te garantizo sentirte mejor contigo mism@, más vital, y con menos preocupación diaria por el entorno ruidoso que nos rodea.
Otra sugerencia que te doy es que te pongas un horario fijo diario donde le dediques tu tiempo a revisar esa información, porque si sumas todo el tiempo que estas en el móvil por culpa de esas “distracciones” al final estamos más tiempo mirando la pantalla que a las personas que nos rodean, ¿realmente es eso lo que queremos dejar en este mundo?…
Espero que te haya servido de ayuda, me gustaría recibir tu comentario, duda o sugerencias por email a abctecnologico@duppcom.es y estaré encantado de ayudarte, hasta pronto!
Nicolás DUPUY CARBALLO
Consultor Tecnológico
Para borrar la caché ve a ajustes del sistema, aplicaciones, botón menú y «Ordenar por tamaño» para atacar a las apps más pesadas, toca sobre la app, Almacenamiento y finalmente borrar caché.
Escuchamos hablar desde hace ya bastante tiempo, de “la nube”, con términos como, las fotos las tengo en la nube; estoy reproduciendo esta canción desde la nube; yo los documentos los guardo en la nube…
A nivel técnico, la nube, que viene del inglés Cloud computing, es el nombre que se le dio al procesamiento y almacenamiento masivo de datos en servidores (que no están en el cielo), y que alojan la información de los usuarios.
Hay infinidad de aplicaciones que dan un buen servicio, (algunas son de pago, pero en la mayoría de los casos, tienen su versión gratuita), estas son algunas que app de servicios más usadas:
Los jóvenes dedican la mayor parte de su tiempo libre a las redes sociales (RRSS). Actualmente pueden mostrar su personalidad, puntos de vista y su modo de vida al mundo, traspasando las fronteras físicas. Tienen la libertad de conocer personas y perspectivas en cuestión de segundos lo que en otras décadas ni siquiera se hubiese imaginado. A un solo clic pueden enterarse de que sucede al otro lado del continente.
Los especialistas señalan que los jóvenes deben controlar el tiempo que pasan en las redes sociales para conservar una buena salud mental, y nosotros “los adultos mayores” debemos de estar ahí, para acompañarlos y ayudarles a conciliar la vida “virtual” con la vida “real” que construimos antes de toda esta tecnología nos colonizase.
Esta aplicación por muy simple que parezca, nos da una infinidad de soluciones, desde escribir por WhatsApp rápidamente un texto, hasta un artículo e incluso un libro. Imagínate las posibilidades.
Y como tú y yo sabemos esto es algo que ha venido para quedarse. ¿Verdad que hace solo 20 años atrás, nos daba vergüenza sacar el teléfono móvil cuando sonaba en un espacio público?, y nos parecía muy disparatado pensar en hablar por videollamada por la calle con alguien, o elegir la televisión a la carta, o que un robot nos aspire la casa, o que OK Google, nos ponga nuestra música preferida… ¡pues hoy es una realidad! Y no es una realidad solo de los jóvenes o los informáticos. Es una realidad de tod@s, es nuestra realidad y como he dicho al principio, no dejo de sorprenderme como cada vez más los “adultos mayores” se integran en ella, aprendiéndola, interesándose y disfrutándola igual que un niño de 8 años.
A partir de aquí vienen los problemas: ambos descargaban las fotos de su vida del móvil o la cámara, en el ordenador personal que tenían, al igual que los documentos y archivos personales que también guardaban en carpetas dentro del mismo. A estas alturas tu y yo deducimos que al entrar el virus perdieron toda su historia (o al menos la de los últimos años de sus vidas) …
Después de explicar estas dos historias, solo me queda decirte que no seas como José, te recomiendo que realices al menos 2 backups (copias de seguridad) a la semana, en un disco duro externo, y si puedes (deberías) realízala también en la nube, y así podrás como Juan, recuperar todos tus datos en el caso de un ataque informático o un problema físico de tu equipo.
En vista de las preguntas que he recibido, la mayoría apuntan a la inseguridad en internet, así que os voy a dar 5 pautas para poder navegar por las redes de forma un poco más segura en esta nueva etapa digital:
