REDACCIÓ
Nacido en Zaragoza hace 34 años, tras finalizar mis estudios en relaciones laborales decido venir a Tarragona a cursar estudios superiores en Ciencias de Trabajo. 
En mi estancia, opto por hacer de Tarragona mi hogar. En 2009 apruebo las oposiciones y logro destino en la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Tarragona. En 2012 entré a formar parte formar parte de un equipo de lucha contra el fraude y la economía irregular al que me he dedicado hasta diciembre del año pasado. Ideológicamente he estado vinculado a Ciudadanos desde sus inicios a través del famoso manifiesto de los 15 intelectuales. Como muchos ciudadanos que nos sentimos catalanes y españoles, me sentí abandonado por la clase política, por ello, en 2015 decido sumarme activamente al proyecto naranja. Entre otras, algunas de mis aficiones son el básquet y las motos.
Como representante de Tarragona en Madrid, creo que es muy importante llevar a cabo las medidas estructurales necesarias en el mercado de trabajo para evitar niveles de desempleo como los que tenemos en Tarragona (21,7%). También situar a la provincia en el lugar que se merece y traer las inversiones necesarias para unir el territorio a su gente a través de las infraestructuras. En ese sentido buscare la ayuda y el consenso con el resto de diputados de la provincia.
Visto desde El Retrovisor
Este buen mozo mañico nació en un año que lo dice todo: 1981. En aquel año dimitió Adolfo Suárez y Tejero dio el fallido golpe de estado. O séase, que Sergio no llegó a este mundo con un pan bajo el brazo – pese a haber nacido un hogar humilde – sino más bien con la tormenta perfecta: su alumbramiento coincidió con el fin del centrismo político como salvoconducto electoral y el último aliento del franquismo fáctico (que no intelectual).
La pregunta que me sobrevuela es por qué decide entrar en política. ¿Acaso no hacen falta buenos inspectores de trabajo en nuestro azotado país laboral? ¿Considera Sergio que hace mejor servicio a sus prójimos siendo diputado que inspector? ¿Es un tema de convicciones o de ego? Pero con esa planta de héroe desgarbado y ocasional a lo James Stewart se le puede perdonar la debilidad, ¿no creen?
Es metódico y exigente. Hombre de pocas palabras, pero bien humorado, el greñas de ‘Ciutadans’, ha conseguido ganar la simpatía de los suyos, cuando, dígase la verdad, la mayoría desconfiaba de él. Su imagen de ‘pijo’ castellano desaparece cuando se deja conocer un poco más. Ah, le pedimos, le imploramos, le rogamos que no vaya a Madrid a vendernos ninguna moto…
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