… Y LA OPOSICIÓN CON ESOS PELOS

La “marca” Tarragona va camino de convertirse en la “mancha” Tarragona: ridículo y vergüenza internacional con el aplazamiento de los Juegos Mediterráneos del 17 para el 18, las cloacas escupen las sucias aguas del caso Inipro y el gobierno tripartito permanece en estado de shock, sin reacción ninguna, insultando y amenazando a cualquiera que ose criticarles. Nadie dimite. Nadie explica nada. Todos agazapados en sus despachos consistoriales.

El actual gobierno de Ballesteros nos ha llevado a las espesas arenas movedizas del fracaso y el fiasco y no se alcanza ver ninguna rama a la que asirnos desesperadamente. El calendario político de la ciudad es un almanaque interminable de malas noticias. Y lo peor es que este horizonte se despliega ante nuestros ojos por los tres años que restan de mandato, de mandarinato.

Ballesteros vive una permanente migraña política. Su equipo ya no es equipo, es un rebaño que huye en estampida. Su socio de gobierno, el Partido Popular, y especialmente Alejandro Fernández, llevan atado al cuello el pedrusco del destino de Ballesteros y su séquito. El regidor de Unió es un simple decimal de los que se descarta para que te cuadre el cambio en la caja del supermercado. Este y no otro es el retrato político, hoy día, del susodicho gobierno municipal. Es como si una maldición hubiese caído sobre el alcalde y todo lo que le rodea. Una especie de castigo divino por sus pecados ocultos.

Y ante este panorama la oposición anda desorientada, cada uno buscando su partitura, sin orquestarse, ni armonizarse, menos aún sincronizarse. Criticoneando más que criticando. Parecen una panda de chismosos y chismosas en el vomitorio del circo romano. Analicemos cómo está la oposición, pues también son termómetro de la anemia política que ataca la ciudad.

CIUDADANOS MÁS VERDE QUE NARANJA
Que Rubén Viñuales es el político local más prometedor nadie lo va a discutir. Que todo este fregado le pilla todavía verde, tampoco será tema de debate. Y que su formación política no sabe cómo reaccionar ante la situación de desmoronamiento del ballesterismo, resulta patente.

Viñuales da la impresión de estar asustado o superado o puede que poco preparado, o un poco de cada, para afrontar el desbarajuste y hacerse gigante a la vez que empequeñece a Ballesteros. Viñuales sigue apareciendo como un estudiante aventajado para alcalde, pero lejos de doctorarse.

No ha sabido marcar el ritmo político, no ha llevado contra las cuerdas a Ballesteros, no ha liderado la oposición más allá del título simbólico de jefe de la oposición.

Tarragona no puede esperar a que Viñuales aprenda, se ruede, crezca. O el joven abogado naranja da un salto cualitativo y acepta, asume y desempeña el papel que la ciudad le reclama (de jefe de oposición), y lo hace ya, o su carrera por el consistorio no será más que un prometedor paso de meta volante.

ERC EN SU LABERINTO
Resulta esquizofrénico observar como un mismo partido puede tener tantos discursos diferentes y al mismo tiempo. Los de ERC en el gobierno de Puigdemont defienden a Ballesteros en el cambiazo de los juegos al 2018 mientras que los de aquí dicen que hay que hacer un referéndum.

En el caso Inipro piden celeridad y respeto a la justicia, pero los suyos del Palau de la Generalitat llaman a la desobediencia a la justicia “española”. ¿En qué quedamos?

¿A caso Ballesteros o Floria no se pueden considerar perseguidos injustamente por la justicia española? ¿Vamos todos a defender nuestros cargos públicos locales ante el “capricho” de un juez que algunos le apelliden de valiente?
Es tan absurdo e irritante el postureo de ERC en todo aquello que concierne a Tarragona, su presente y su futuro, que no tienen perdón posible. La posición de ERC es un jeroglífico indescifrable.

DIVERGENCIA
Jordi Sendra por peteneras, Albert Abelló tocando el tam-tam, los nuevos “pedecatis” asaltando las migajas de lo que fue la otrora poderosa CDC. Nadie pone orden. Nadie emerge como voz sabia. Nadie recuerda que esta ciudad tuvo un alcalde que la empujó hacia adelante, haciéndola avanzar a pesar de la tradicional pereza de los tarraconenses para ir en busca del norte.

Tarragona y la antigua convergencia aquejadas por el mismo mal: ambas necesitan imperiosamente un liderazgo y una hoja de ruta. Los exconvergentes están tan atenazados por sus propias miserias y dudas que nada pueden hacer por Tarragona. Dejémosles, pues, que lloren sus penas. Supongo que ya llegará un PUÑETero valiente y con ganas de cambio.

CUP Y ARGA
Un mundo aparte. Para pinchar salvavidas seguro que están. Pero su sentido de ciudad es del tamaño de un mosquito. Primero golpean y después preguntan. A veces aciertan, claro. Pero nadie medianamente sensato pondría en ellos sus esperanzas de redireccionar Tarragona. No perderé más espacio con ellos. Confunden criticar con patalear. Les dejo con su pancarta y su timbal. Tienen alguna razón pero se pierden…

BEGO vs ANTONIO
Y así van las cosas por nuestra ciudad. La situación tiene derivaciones. Otras instituciones donde participa Tarragona también se ven afectadas. Por ejemplo, el Consell Comarcal del Tarragonés, donde debe producirse un relevo en la presidencia el próximo año pasando a manos socialistas. ¿Begoña Floria? Sonaba, pero la noticia de su relación con el caso Inipro la deja muy tocada mientras dure su ubicación en el proceso. Antonio López ya está en precampaña.

Está la Diputación de Josep Poblet, donde el alcalde de Vila-seca tiene sus propios líos judiciales, pero que sabrá salirse.

El pacto de gobierno en la “Dipu” es un acuerdo de papel de fumar. Habrá que estar atentos pues, entre otras cosas, las relaciones Poblet-Ballesteros son muy buenas, aunque la irrupción en escena de Quim Nin genera distorsiones. Y hablando de Nin, ¿alguien ha visto u oído al delegado del “Govern” en el affaire del aplazamiento de los Juegos? ¿O simplemente le hace de asistente a Nin?

NO SE ENTIENDE
Por un lado, la Generalitat de CDC y ERC salen en auxilio de Ballesteros día sí y día también. Las sucursales consistoriales de estos dos partidos junteros, por el contrario, pintan con bastos la cara del gobierno de Ballesteros. Pero a los alcaldes de las subsedes de estos mismos partidos les falta tiempo para aunar sus voces de apoyo a Ballesteros, lo mismo que hacen en la Diputación o el Consell Comarcal. Conclusión: Los ex convergentes locales no pintan nada en ningún sitio, ni tan si quiera en su propia casa política. Y lo mismo vale para los republicanos. Son ceros a la izquierda en el seno de sus formaciones.

Y algo similar podríamos aplicar a Arga Sentís y sus “En Comuns y Sí que es pot”, pues mientras ella cacarea, el gallo de pelea de Altafulla le anuncia a Ballesteros la salida del sol.

Si la oposición no es capaz de articular un solo mensaje unívoco frente a la zozobra del gobierno de Ballesteros, si la ciudadanía no percibe que por encima de diferencias ideológicas emerge el sentido común en los grupos de la oposición, que comparten un diagnóstico básico y un tratamiento genérico coincidentes, entonces es que Josep Félix Ballesteros y su “equipazo” no están tan mal, no lo hacen tan mal… y que siga la fiesta.

Queridos lectores y lectoras, si esperáis esta sección con impaciencia cada lunes es que sois mala gente de la buena.

No os decepcionaré.

Hasta el próximo lunes. El Fisgón anda suelto.