29. Març 2024

Arxius de james font | Diari La República Checa

REDACCIÓ10 Març, 2020
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EL VAR DE JAMES FONT REVISA LA TARRAGONA CULTURAL… Curiosamente ninguna actividad cultural, artística o creativa que se celebre en Tarragona figura entre las principales de España

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El “tarragonisme” de Rambla y Balcón del Mediterráneo jamás aceptará la afirmación de que Tarragona no es una plaza de referencia en España atendiendo al ranquin nacional de principales eventos culturales, artísticos, musicales, gastronómicos o creativos de los que se celebran.

Cualquiera puede navegar por las webs o guías de referencia de sectores como el de la música moderna o clásica, el cine, la danza, el arte, la moda, la innovación, el diseño, el teatro, la literatura, la gastronomía… no es necesario prolongar la lista.

Para las gentes de Tarragona, sus eventos culturales populares son entrañables y muy enraizados, pero lo mismo podríamos encontrar en cualquier pueblo de España. El hecho es que la programación cultural de Tarragona no figura entre las más destacadas de España, ni de Cataluña.

Semana Santa, Tarraco Viva o Santa Tecla son festejos y o festivales vividos con pasión por la ciudad, pero no están en el escaparate internacional o nacional, mal que nos pese y mal que el Ayuntamiento enseñe estadísticas de visitantes foráneos que se caen por inconsistentes, pues si dichos eventos generasen, realmente, una creciente y considerable demanda de visitantes, la ciudad viviría un pressing de nuevas plazas hoteleras y servicios al visitante y ese no es el caso.

Tarragona no disfruta de ninguna entidad que sea referencia obligada para la cultura o el arte del país. Las dos piezas que podríamos salvar de esta zozobra son el MNAT y el concurso de Castells, aunque, no obstante, hay que puntualizar esta afirmación.

El MNAT figura entre los 15 museos más visitados de Catalunya, pero si le restamos las estadísticas escolares y de jubilados, cae bastantes puestos en la clasificación. Y en cuanto al concurso de Castells, no son pocas ni débiles las voces de la Generalitat que plantean llevarse el concurso a Barcelona por diversos motivos: logística hotelera y turística, proyección internacional, cubicaje económico y posibles patrocinios, derivadas políticas, etc. Y, además, este concurso no figura entre los eventos festivos o populares con más proyección internacional de Cataluña. Comparen los impactos en la red del concurso con otros eventos y saquen conclusiones.

Nuestros teatros no están entre los que ofrecen programaciones o festivales de mayor peso en Cataluña. Tampoco somos plaza de estrenos. Lo mismo podemos decir sobre cine, literatura, moda, gastronomía, diseño, arte o creación e innovación.

Cada capital de provincia de España ha tenido la capacidad de generar, al menos, un evento de referencia en alguno de los ámbitos culturales que he listado. Tarragona no está entre esas capitales de provincia. Tarragona ni tan si quiera es la capital cultural de su provincia.

Pero si anteriores Ayuntamientos, quizás con culturas políticas más cosmopolitas, jamás se plantearon romper este mapa mudo de la cultura de Tarragona, menos lo hará el actual gobierno, mucho más esclavo de las entidades y colectivos que defienden “la cultureta” como zona de confort y modus vivendi.

El alcalde Ricomà -hombre de refinados gustos intelectuales y artísticos-, sucumbe a la mediocridad provinciana y endogámica del “tarragonisme” de mamadeta. No será capaz de situar Tarragona en el nomenclator cultural con cartel y su plan estratégico, en estos ámbitos, no va más allá de contentar a los “estelats” de la cultura local y a los “artistas” de la copa y el canapé.

Atención a la próxima entrega, que el VAR de James FONT no descansa

 


REDACCIÓ3 Juny, 2019

Los electores hablan, pero los políticos no escuchan. Reus y Tarragona deambulan estos días por los medios de comunicación y las redes sociales a la búsqueda de pistas sobre lo que quieren o no quieren pactar los partidos políticos. Sin embargo, una lectura de los resultados electorales, realizada desde el sentido común y la responsabilidad institucional, ofrece respuestas sencillas y directas. Lo que ocurre es que los partidos políticos, una vez finalizado el recuento, dan la espalda a los electores y se centran en “lo suyo”, siempre en clave de poder.

L’alcalde en funcions, Carles Pellicer

En Reus, las tres formaciones que han venido gobernando la ciudad con enormes dificultades de todo tipo, han obtenido, cada una de ellas, JxR, ERC y Ara Reus, un resultado que por separado y en su conjunto, solamente puede tener una lectura: los electores han avalado la gestión del gobierno municipal y de cada uno de los socios de ese gobierno. La consecuencia debería ser inmediata y simple, o sea, repetir el pacto a tres, que en esta ocasión tendría mayoría suficiente para salvar el gran escollo de la pasada legislatura, como fue tener que prorrogar presupuestos año tras año.

Pero, en cambio, asistimos a un cambalache protagonizado en parte por la alcaldable de ERC, Noemí Llauradó, que, siendo la tercera fuerza más votada, se cree legitimada para reclamar la alcaldía y, para ello, flirtea con socialistas y cupaires. La silla por delante de la ciudad y de la decisión expresada claramente por los electores de Reus.

Ballesteros i Pellicer en una visita a Tgna

Y en Tarragona otro tanto. Por un lado, las urnas han renovado la confianza en Ballesteros, más que por su obra de gobierno, por su impronta personal como alcalde. Más allá del caso Inipro o el desastre de los Juegos Mediterráneos, el hasta hoy alcalde ha obtenido más votos que nadie. Por otra parte, Pau Ricomà ha visto como su cotización electoral, y la de su partido, subían al alza hasta empatarle a concejales a Ballesteros. ¿Diferencias entre PSC y ERC? Pues claro. ¿Cosas en común? También. La suma de las dos fuerzas más votadas en Tarragona daría una estabilidad institucional muy sólida y obligaría a ambos líderes a escuchar a la parte de la ciudadanía que representa el otro, aunque ambas forman parte principal y mayoritaria de la Tarragona real.

Sin embargo, ni Ricomà ni Ballesteros han encarado con honestidad y modestia ese resultado electoral que, en verdad, les obliga a abandonar su zona de confort y sus demonios personales, para tomar conciencia de lo que es el deber de un político: atender a la voluntad popular, que, en el caso de Tarragona, se ha pronunciado con claridad: dos fuerzas de izquierda, una independentista y la otra federalista, deben entenderse por el bien de la ciudad.

Los puzles del poder institucional y las estrategias de partido, lamentablemente, siempre distorsionan esta verdad que les hemos dibujado. Miren que esta vez nos hemos puesto serios, pero las circunstancias mandan.

James FONT

 


REDACCIÓ31 Maig, 2019

Como los que sufren hemorroides, Rubén Viñuales llora, en silencio, la pena de su mal resultado en las municipales. Lo hace entre sollozos, que disimula con sonrisa forzada y semblante cariacontecido. Ponga como se ponga el aspirante a alcalde ha fracasado. El resultado del pasado domingo electoral le supone un suspenso en toda regla.

Viñuales recibe el cariño de una tarragonina

Ciudatadans obtuvo algo más de mil votos sobre el resultado de hace cuatro años, pero eso, simplemente, supone un avance pírrico para la formación naranja. Sin embargo, Viñuales no pude darse por aprobado, ni tan si quiera por los pelos. El líder naranja se marcó un objetivo que proclamó abiertamente durante toda la campaña: su meta era ser alcalde de Tarragona y, como premio de consolación, poder gobernar. Ni lo uno, ni lo otro. Es más: ni tan si quiera pinta nada en estos días de zigzagueo entre los que pueden y quieren alcanzar pactos. Es triste!!!

Las razones de este decepcionante “quedarse descompuesto y sin alcaldía” son de diversa índole, pero básicamente atribuibles a tres aspectos:

1)      Viñuales, es buena gente pero no convence como personaje político con peso específico en la ciudad, como lo fue en su día Alejandro Fernández.

2)      Nadie sabe con exactitud donde se ubica Viñuales, ni su partido, en el espectro ideológico.

3)      Su campaña electoral ha estado diseñada desde el manual elemental Nivel 1 para candidatos ñoños. ¿Alguien sabría decir una sola propuesta contundente que Viñuales haya lanzado como futurible alcalde? ¿No? No pasa nada. Yo tampoco!!!

A Viñuales le toca ahora tomar una decisión de gravedad y alcance: seguir encabezando el grupo municipal y el partido, pero dando un salto político y estratégico cualitativo, apuesta sobre la cual albergamos serias dudas de que sea capaz de tañer o, por el contrario, darle la oportunidad a la dama de hierro Sonia Orts, que ha dado muestras evidentes durante la campaña de que tiene más quilla que Viñuales para navegar por las oscuras y profundas aguas de la política.

James FONT

 


REDACCIÓ20 Maig, 2019

El gran debate de TV3, con los cabezas de lista por Tarragona, se quedó en un cameo del moderador Xavier Graset, sin duda el mejor del debate y el que más tiempo de intervención consumió en el plató. El resto: insustancial, previsible y repetitivo.

Para empezar, la disposición de los debatientes no fue la más afortunada y alguien tenía que decirlo. Situar a las dos damas en los extremos de la mesa y dejar para los caballeros el centro, qué quieren que les diga… no me pareció muy acertado. No obstante, el plano general, con ellas en las esquinas de la mesa, es fiel reflejo de una Tarragona política e institucionalmente tomada por la masculinidad de sus máximos representantes.

Por otra parte, cuando se hace a 7 y a tiempo cronometrado, el debate no sirve para confrontar ideas, propuestas y personalidades. Tampoco hubo ningún candidato ni candidata dispuesto a arriesgar y romper con el manual, pues todos se atuvieron a la estrategia más reservona y amarrategui.

Els alcaldables a l’Ajuntament de Tarragona

LAIA ESTRADA (CUP)
Su cometido era lanzarle dos o tres puyas a Ballesteros para destacarse del pelotón de la oposición y en verdad que lo consiguió, llegando incluso a arrancarle a Ballesteros alguna intervención con dedicatoria específica para ella. Sin embargo, se vio sorprendida cuando el alcalde enseñó fotos de carteles electorales de la CUP fijados en lugares que no están habilitados para uso propagandístico.

Estrada lució cazadora roquera de cuero negro sobre jersey rojo intenso y tono de piel algo bronceado que le hicieron brillar en los encuadres de cámara en primer plano. Siempre sonriente y desenvuelta, sexy y coqueta en sus gestos, resultó, televisivamente, lo más agradable del debate. Solamente un pequeño “pero”: debería arreglarse algo la dentadura. Se lleva un 8.

JOSEP FÉLIX BALLESTEROS (PSC)
En el debate supo adoptar ese aire institucional que tan bien domina. Utilizó algún dato para desmontar ataques de la oposición y se encontró cómodo y ágil de reflejos.

Su imagen obedeció al tono de su discurso: traje oscuro de corte formal, sonrisa algo forzada y gesticulación acomodada. En general, una puesta en escena efectista para alguien que aspira a renovar el favor del electorado basando su propuesta en que más vale alcalde sobado conocido que virgen por conocer. Desde el centro de la mesa dominó en todo momento el ritmo de juego.

Sin embargo, antes de la entrada del debate, cuando aparecen todos los candidatos y candidatas en el Balcón del Mediterráneo, se le ve haciendo un poco el payasote. Eso le resta algo la nota, que se queda en un global de… 8.

RUBÉN VIÑUALES (CIUDADANOS)
En su primera entrada en el debate se olvidó de saludar más allá de una ligera inclinación con la cabeza, lo que denotó cierta incomodidad o nerviosismo iniciales, pero después se condujo con serenidad y pretendiendo ofrecer una imagen de futuro alcalde.

Junto con Ballesteros, optó por la corbata y un conjunto sobrio de chaqueta y camisa muy de abogado en horas de faena. Aquilatado en la gesticulación, también acertó en la línea de su discurso, siempre propositivo. No entró en rifirrafes, cosa que deja entrever autocontrol. Nota final de 8.

CARLA AGUILAR (ECP)
Curiosamente, en la toma de imagen grupal del Balcón del Mediterráneo, coincidió con Estrada llevando una prenda de color casi amarillo (una chaqueta la Aguilar, por un jersey la Estrada) y, en el debate, también coincidió con ella en el color elegido para una prenda: chaqueta roja rosada para Aguilar, frente al rojo chillón del jersey de Estrada. Aguilar optó por aparecer sin gafas, cosa que no ocurrió en el (gran) debate (en feminí) del Mercat.

Aguilar se aplicó a conciencia en el debate para hacer buena letra y con renglones rectos y lo consiguió, pero se le notó, exageradamente, que llevaba el manual en la cabeza y parecía que se doblaba a sí misma. Habló con seguridad, aunque a costa de perder elocuencia. No seremos duros con ella y le daremos un 6.

DIDAC NADAL (JxT)
Optó por no llevar corbata, pero no acertó en la elección de su americana y camisa, que daban la impresión de ser una talla más grande de la que él debería usar. En cierto modo, este desajuste de talla es una metáfora de lo que algunos destacados dirigentes de su partido dicen de él a sus espaldas, que el envite le viene demasiado grande.

Durante el debate, ninguna de sus intervenciones dio sensación de gobernar el tempo de su discurso, siempre dominado por la insistente tentativa de erosionar a Ballesteros. No lo consiguió y, en algunos momentos del debate, dejó entrever una cierta frustración por ello. No lució lazo amarillo. Llega a duras penas al 5.

JOSE LUIS MARTÍN (PP)
Lució una puesta en escena de estilo club náutico algo desconcertante. La corrección que le hizo al moderador acerca del grupo municipal naranja o la continua atribución de buena gestión a las áreas municipales bajo responsabilidad del Partido Popular fueron poco elegantes y dejan al viento los temores y fantasmas del sucesor outlet de Alejandro Fernández.

No se si convencería a sus votantes más devotos, pero a nosotros nos da la impresión de que no. Le atizamos un 4.

PAU RICOMÁ (ERC)
Apareció bajo un aspecto descuidado, que no casual. Además, todas sus intervenciones estuvieron hilvanadas por un aire de superioridad intelectual que acaba siendo insoportable. Salvo algún tópico independentista, su discurso no pasó del movimiento pendular entre la crítica ciega a Ballesteros y la incredulidad propia.

En realidad, Ricomá lleva un primer tramo de campaña electoral en la que todo el peso de esta se lo lleva la crítica a la Tarragona presente. Al alcaldable republicano le hemos oído afirmar que Tarragona es una ciudad sucia, aburrida, paralizada, aislada, etc. Pero lo que la gente quizás no recuerda es que Ricomá ocupó la presidencia de la Empresa Municipal de Desenvolupament Econòmic (léase recinto de ferias y congresos) y no sólo no levantó ningún proyecto interesante para Tarragona, si no que su gestión pasó sin pena ni gloria. Nota final, un lacónico 4.

James FONT

 


REDACCIÓ12 Maig, 2019

Santi Castellá, primer secretario del PSC de Tarragona, le ha señalado el camino a Ballesteros con una colleja pública. Mientras el alcalde declaraba que pretendía gobernar en solitario o abrirse a pactos excluyendo a CUP y VOX, su jefe de Partido le da un zasca para fijar la estrategia de pacto con ERC. Y Ballesteros calla. Y Ballesteros claudica. Y Ballesteros se convierte en jarrón chino.

Es difícil entender cómo Castellá ha mantenido un silencio cómplice estos cuatro años ante el pacto municipal PSC-PP y ahora se descuelga “esquerranoso”. ¿Será porque ahora ya es senador? ¿Será porque se lo ha aconsejado su consigliere de la Fundación que preside, el invisibilizado Gustavo Cuadrado?

Sea como fuere, el gran problema para Ballesteros en estas municipales va a ser el fuego amigo: una lista compuesta por personas, en su mayoría, que no son de la confianza del candidato, empezando por su tándem Sandra Ramos, que vino inyectada por el propio Castellá, a lo que podemos sumar una dirección del Partido con Castellá y Roc Muñoz, que le van a hacer el sándwich con queso amargo.

La sensación de abatimiento del alcalde por un lado y la de cainismo traidorcillo en el PSC por otro, deberían llevar a reflexión a los votantes de Ballesteros. Nada le quito de bueno a lo ya hecho por Ballesteros con su talante amable y dialogante, pero Tarragona necesita algo más de brío y de liderazgo. Con Ballesteros ya no se sabe quien lleva el timón de la nave, si él, los remeros o el señor que vino del CDS… por cierto, como Luís Badía, que al parecer también apoya silenciosamente a Ballesteros. Estén atentos a las conexiones subterráneas.

EL PIFIÓMETRO

PSC – 1 pifia. Estrenan casillero los de la rosa por las incomprensibles diferencias de estrategia de pactos postelectorales en su cúpula. ¿De qué hablan en las reuniones de sus órganos de dirección y comité de campaña?

ERC – 1 pifia. Nuestro tristón Ricomà se ha apresurado a rechazar cualquier pacto postelectoral con Ballesteros argumentando luchar contra la corrupción. Pues lo del 3% parece que no les impidió a sus coleguitas pactar con los herederos de Pujol, no sé si por 155 moneditas + IVA.

JxTgn – 1 pifia. El “Nen” se puso en plan modernito y montó el inicio de campaña con un WhatsApp tipo “quedamos en la Rambla y nos hacemos un selfie”. Su pistoletazo de salida fue más triste que quedarnos sin más capítulos de The Big Bang Theory, además de enseñar algunes de las vergüenzas de su candidatura.

Nos vemos pronto!!!

 


REDACCIÓ6 Maig, 2019

¡Que pasen al Salón las candidaturas a las municipales de Tarragona! Y si nos queda tiempo, también atenderemos a lo que ocurra en otros municipios.

Cerramos una legislatura con tres deserciones en los grupos municipales, algunas tristes y dolorosas pérdidas, y un alcalde muy castigado por temas judiciales, unos Juegos Mediterráneos muy criticados y una difícil situación personal que todos debemos respetar.

¿La política municipal de nuestra ciudad, a qué creen ustedes que se parece? Como dicen en el anuncio del eurojackpot: “yo ahí lo dejo”.

Vamos a seguir la campaña de las municipales derrochando buen humor cáustico y dosis de verdad verdadera de la que pueden prometer y prometen nuestros políticos.

Y al final de cada una de mis entregas, añadiré una tabla de valoración de los candidatos y candidatas que denominaré: El PIFIÓMETRO, donde iré sumando y acumulando las diferentes pifiadas, mentirijillas y chorradas que vayan soltando nuestros insignes alcaldables.

¡Nos lo pasaremos bien, incluso los políticos!

James FONT

 


REDACCIÓ18 Abril, 2019
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Llegó Pablo Casado a Tarragona para operar de sexo político a Pedro Sánchez, que ha pasado del naranja al azul en menos tiempo que Kiko Rivera cambia de novia. Este Pedro Sánchez –planta digna del ya marchito jardín vertical de la ciudad –, no ha digerido nada bien la decisión de Rubén Viñuales de apartarle de la lista electoral de Ciutadans, de la nómina municipal, de las paguillas de organismos varios y del barniz purpúreo de concejal.

Pedro Sánchez, l’exregidor taronja fotografiant-se amb Casado

Y es que tiene razón Pedro Sánchez al indignarse por su condición de defenestrado después de haberse costeado una buena colección de trajes y corbatas para actos varios. ¿Cómo va a amortizar la inversión fuera del salón de Plenos?

Pero ahí entra el valor seguro no cotizable, Pablo Casado, para hacer economía de escala y dejarse “robar” un selfie por Pedro Sánchez, ese líder vecinal del submundo. ¿Se imaginan el morbo de Casado viendo a un “pedrosánchez” entregado a su imagen y semejanza?

¿Se imaginan el morbo de Casado viendo a un “pedrosánchez” entregado a su imagen y semejanza?

Mientras la derechita se intercambia saltimbanquis, a la izquierdorra se le viene abajo la erección electoral de las municipales, que anunciaba un orgasmo de los de enmarcar. Puede que sea por ese exceso de testosterona que Colau tantas veces repudia, o bien se debería a la incapacidad para tener sexo político sano, que tan habitualmente muestran los podemitas -salvo su pareja de referencia de Madrid- la cuestión es que, en Tarragona, en esta nueva ocasión electoral, tampoco van a dar la talla. Y aunque el tamaño no importa, fertilizar con suficientes votos la urna sí.

Tampoco pierden comba los hijos no reconocidos de lo que fue Convergencia. Por un lado, aparece “Centrats per Tarragona”: zurcido de retales de UDC y retales de Ara Tarragona, donde la aguja la pone Convergentes de Gordó y el hilo, Lliures de Fernández Teixidor. De todo eso sale un Prometeo electoral pírrico y pitorréico que encabeza un críptico Carlos Calderón.

David Varona és el cap de llista d”Ara Tarraco 5 estrelles’

Por otro lado, ‘Ara Tàrraco 5 Estrelles’: mezcolanza alquímica de las siglas Ara Tarragona con un grupo de jóvenes arribistas capitaneados por el joven arquitecto David Varona, independiente y libre de ligaduras… si exceptuamos que trabaja para el despacho Milá. Qué cosas, ¿eh?

Este grupo repentino y rocambolesco de 5 Estrellas más bien parece un sospechoso vientre de alquiler

Ara Reus es una formación municipalista de cierto éxito en Reus que, legítimamente, intentó clonarse en Tarragona mediante reproducción asistida y con un donante voluntario como fue Emili Rivelles. Sin embargo, lo de este grupo repentino y rocambolesco de 5 Estrellas más bien parece un sospechoso vientre de alquiler. Salir de la nada… o de un tentacular despacho de arquitectos con intereses tan privados como inescrutables, poco parece que tenga que ver con la preocupación por la ciudad y mucho con la de sus proyectos urbanísticos más libidinosos.

Me genera un serio desasosiego observar que las novedades de la semana surgen de las cloacas de la política, de sus tanatorios y de sus laboratorios más siniestros. No obstante, no duden que ahí estaré yo, James Font, para descubrirles la cara oculta de las cosas.

James FONT

 


REDACCIÓ8 Abril, 2019
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Ver a Bertín Osborne recibiendo a políticos en su casa y haciendo cocinillas es una ventana perfecta para visualizar aquello que la calle percibe de su ‘casta política’. Pero vamos a situarnos en la hipótesis de que Bertín va invitando, sucesivamente, a nuestros alcaldables. ¿Cuál sería el resultado?

Descartados como invitados Laia Estrada (CUP) por razones obvias y Jose Luis Martin (PP) por soporífero, nos quedan los tres nombres que dan título a esta entrega de James Font.

Pau Ricomà, portaveu d’ERC

Pau Ricomà, de entrada, podría ser que rechazase la invitación por temor de ser contaminado de españolismo, carpetovetonismo, cutrismo, o cualquier otro ismo que no rime ideológicamente con independentismo. Sin embargo, si Ricomà no es un déspota, arrogante e insufrible intelectualoide besaesteladas, entonces sí aceptaría la invitación que el bueno de Bertín le cursase. Claro que en la mente del anfitrión osbornita no habría otra cosa que curiosidad frenológica como único motivo de recibir en su chalé al republicano, pero eso ya nos vale para la simulación.

Ricomà y Bertín no tendrían ninguna química entre ellos. Pero no por razones ideológicas -que también-, si no por una cuestión de empatía personal: ¿se imaginan a Ricomà explicando un chiste, o una anécdota graciosa o compadreando con su anfitrión? No. Todo en Ricomà es lacónico, grave y circunspecto. Sin duda, los televidentes llegarían a la conclusión de que el republicano sería el alcalde más aburrido que pudiese gobernar la ciudad. Un alcalde que no es simpático parece sospechoso de que no le gusta la gente y por eso no conecta con ella.

Dídac Nadal, portaveu del PDeCAT a Tarragona

Luego estaría Dídac Nadal. Sinceramente, no lo veo en el papel. A su padre sí, por descontado. El alcaldable hijo debería echar mano de alguna argucia para colar a su padre en la fiesta y, entonces sí, Bertin y Joan Miquel nos ofrecerían un capítulo de dos machotes que se las saben todas y tienen un punto en común, como que al vacileo no les gana nadie. Y allí, en medio de la cocina, haciendo de galopillo, andaría Nadal jr. Mal asunto para el “hereu”.

Rubén Viñuales, portaveu de Ciutadans a Tgna

El tercero en discordia sería Rubén Viñuales. Sin duda que se encontraría como pez en el agua, escuchando anécdotas de Bertín en sus encuentros con Rivera o Arrimadas, o exponiendo ambos su incompetencia en la cocina. Rubén sacaría mucho partido a su vocación paternal, compartida a la vez con su anfitrión, al mismo tiempo que se manejarían con habilidad poniendo distancia sobre la política sanchista, esa que tontorronea con el independentismo.

¡Ay! Pero Bertín es un veterano curtido en sacar más jugo que nadie de su casa-plató y le guardaría una sorpresa a Viñuales. De repente, sonaría el timbre de la puerta y aparecería un deslumbrante Ballesteros, con vestimenta casual, sonriente, chartreuse en mano y abrazo efusivo a Bertín. Ahí es donde Viñuales pondría cara de circunstancias mientras le endosa, como no, otro abrazo a Ballesteros. Y Bertín los masajearía televisivamente en la cocina, para acabar preguntándoles: ¿Y el pacto “pa” cuando? Y Viñuales se vería atrapado entre un Bertín gigante, las virutas de jamón ibérico y un Ballesteros maliciosamente regocijado. Un momento de toma pan y moja.

James FONT

 


REDACCIÓ26 Març, 2019

Este lunes se produjo el primer debate de candidatos a la alcaldía de Tarragona, convocado por RNE y para toda la audiencia catalana. Sin duda, una buena gestión de los compañeros y compañeras de RNE en Tarragona por ser los primeros en conseguir un encuentro de este tipo.

Sin embargo, no estuvieron todos los que son. Faltaron Josep Félix Ballesteros, Losé Luís Martín y Pau Ricomà. En su lugar acudieron, respectivamente, Begoña Floria (PSC), Josep Acero (PP) i Jordi Fortuny (ERC).
En cambio, si estuvieron Rubén Viñuales (Cs), Dídac Nadal (Junts x Tarragona) y Laia Estrada (CUP). Con su asistencia en primera persona, los tres demostraron respeto por los electores y los oyentes.
Por lo que hace el debate en sí, ninguna gran sorpresa, pero sí algún detalle a comentar.

Rubén Viñuales, Ciutadans

RUBÉN VIÑUALES
Más contenido que en otras ocasiones e intentando abrirse paso entre las diferentes peleas de patio de colegio de primaria que protagonizaron algunos de los debatientes. Este formato a 6 no le beneficia, por cuanto parece que él sí ha hecho los deberes como candidato y tiene propuestas que presentar a la ciudad.
Viñuales intentó centrar sus intervenciones en el proyecto naranja para Tarragona y el desgaste, cansancio y desorientación del actual equipo de gobierno, pero no le acompañaron sus vecinos de oposición, que optaron por otros registros. Al final, acusó su soledad.

Dídac Nadal, candidat de Junts per Tarragona

DÍDAC NADAL
Todavía muy verde en esto del oficio del debate, no entró en juego en ningún momento y se fue empequeñeciendo a medida que avanzaba el tiempo microfónico.
Cuando anunció su candidatura a la alcaldía de Tarragona, algunos pudieron pensar que sería un Joan Miquel Nadal tuneado, pero no, él es auténtico. Lo malo es que su autenticidad no va aparejada a una brillantez y agilidad políticas, que se quedaron en la urna paterna.

Laia Estrada, CUP

LAIA ESTRADA
Intentó mostrar la hoja afilada de la CUP, pero no lo consiguió. Es más, Josep Acero la arrinconó en un momento del debate cuando le afeó que judicializasen la política a pesar del daño colateral que pudiesen causar a las familias de los afectados.
Da la impresión de que Estrada se crece cuando tiene delante al alcalde y se desdibuja cuando lo que le toca es marcar perfil propio. Le valdría aquello de que “contra Ballesteros vivo mejor”.

Bego Floria, PSC

BEGOÑA FLORIA

En estos menesteres del rifirrafe se encuentra en su salsa. Maneja bien los tiempos y sabe repartir juego y collejas a partes iguales. Sin embargo, no fue capaz de proyectar una imagen de Ballesteros aportando un proyecto renovado para Tarragona. Floria hizo lo que sabe hacer, pero evidenció una triste realidad: estaba más que justificada la ausencia del alcalde en el debate, pero Floria no pudo justificar la ausencia de un proyecto de ciudad. el de Ballesteros, que ya acumula más pasado que futuro.

Josep Acero

JOSEP ACERO
Acero es un duro contrincante y, con el tiempo, ha ganado en tablas y recursos dialécticos. Acorraló a Estrada y no se precipitó en su ataque/defensa, aunque abusa demasiado de un tono perdonavidas en su estilema.
José Luis Martín ya es el segundo embate que rehúye. Declinó acudir a enfrentarse a Ricomà en la cena que organiza Mediterránea y, ahora, tampoco acude al primer debate de alcance. Es la antítesis de Alejandro Fernández. Algunos en el PP se preguntarán si, de cara a estas próximas elecciones municipales, no hubiese sido mejor apostar por un candidato con más garra, como, por ejemplo, el mismo Acero.

Jordi Fortuny, ERC

JORDI FORTUNY
ERC, además de no llevar a su candidato Ricomà, optó por un discurso fofo y simplista en boca de un Fortuny muy desangelado. En ocasiones, parecía que estaba suplicando un pacto de gobierno con Ballesteros tras los próximos comicios municipales, otras, que lo suyo era la lírica.
En ningún momento dio sensación de situar a ERC como alternativa real de gobierno. Anduvo metiéndose en charcos durante, prácticamente, toda la tertulia y si dio algún pellizquito, fue para Nadal.

De este primer debate saldrían con aprobado alto: Viñuales y Acero. Aprobado raspado: Floria. Suspenso: Estrada y Nadal. Cero patatero: Fortuny.
Esto no ha sido todo, vendrá más.

James FONT

 


REDACCIÓ17 Març, 2019

La lista electoral surgida de la operación triunfo de Ramón y Cajal es “ballesterismo” en crudo. Analicemos la nomenclatura electoral del alcalde para entender por qué son los que están y están los que son.

Sandra Ramos, Ballesteros i Pau Pérez

Sandra Ramos: la apuesta sucesoria del Partido
Curtida en cien contubernios internos del Partido, Ramos es nomenclatura pura y dura. Según su perfil público, trabaja en la URV, pero su sombra profesional es más alargada: Dieselr Tech S.L. de Lleida (empresa propiedad de la familia Griñó).  Sin embargo, tanta ocupación profesional no le ha impedido trepar en la organización hasta conseguir el favor de la asamblea local de un PSC trufado de militantes del “qué hay de lo mío”.

Bego al costat de Ivana i Nacho

Pau Pérez y Begoña Floria: funcionarios de la política
Pau Pérez es ya un clásico de Ballesteros. Traicionó a su amigo alcalde en plena crisis del caso Inipro, pero tiene demasiada “nitroglicerina” de trastienda municipal como para andar zarandeándole: “meillor non meneallo”, habrá pensado el alcalde.

Floria, en cambio, es quizás la mayor decepción de la política tarraconense en lo que llevamos de siglo XXI. Su cubicaje intelectual, su capacidad de trabajo y su instinto depredador la hacían una de las políticas llamadas a alcanzar altas cotas, pero su carácter borrascoso y su petulancia la han lastrado irremediablemente. Floria, tras jurar ante propios y extraños -y ante miembros de la oposición-, que no repetiría en la lista de Ballesteros porque ella debía ser la próxima cabeza de lista, ahí la vemos conformándose con un papel de reparto.

Berni Álvarez és un dels fitxatges estrella de Ballesteros

Berni Álvarez: ya era suficiente con Pepu Hernández
Cuando, desde el gobierno municipal, nos vendían que los Juegos Mediterráneos dejarían un legado intangible más allá de la Anilla, es porque ya pensaban en Berni Álvarez. Entrenador a ratos libres y excelente jugador de básquet, ya supo incrustarse a machamartillo en la nómina de los Juegos Mediterráneos, y ahora ha dado el siguiente paso lógico, pues todo el mundo sabe que Berni Álvarez nunca ha escondido sus firmes convicciones socialistas… aunque durante toda su vida las ha disimulado muy bien. Así es él de discreto.

El que lleva un cabreo “quepaqué” es Robert Hernández, que a pesar de correrse la cancha por Ballesteros de canasta a canasta, no le han dado ni las gracias.

Francesc Roca

Ana Santos y Francesc Roca: le cogieron el gusto al cargo
Roca ha sido el concejal al que le han allanado más el camino durante toda la legislatura. A pesar de que el mapa de calidad de los centros educativos de la ciudad es bastante mejorable y cada escuela e instituto se buscan la vida como pueden, este hombre ha caído de pie en el consistorio. Repite, principalmente, porque le ha pillado el gustillo a la poltrona, no porque su experiencia consistorial le haya aportado nada interesante más allá de la nómina municipal.

Santos, en cambio, le ha tocado un área muy compleja y que acostumbra a quemar a sus responsables políticos, como la de servicios sociales. Si ha salido indemne del trance no ha sido por su gestión, si no, más bien, por la incomprensible incompetencia política de la oposición en cuanto tal oposición y, además, por tener “padrinos” importantes dentro del PSC de Tarragona, a los que les interesa posicionar una persona que les tenga al corriente de los asuntos de la Plaça de la Font.

En cambio, la que se queda fuera de la lista y habría que preguntarse el porqué, es Rocío León. Vale que es de izquierdas hasta las trancas, pero… uy, sí claro, es eso… es de izquierdas y peleona y contestataria y no es amiga del Sr. Arzobispo. Mala cosa.

Cristina Berrio, presidenta de la FAVT

Cristina Berrio: los malditos ocho
Buen fichaje para ganar votos. Mal negocio para el movimiento vecinal. Pero lo más interesante de la posición de Berrio es que el que ocupa el número 9 en la lista, Nacho García, no pierde nada si se queda fuera del salón de plenos, pues volvería a ejercer de chambelán. Por lo tanto, la inclusión de la líder vecinal en el puesto 8 indica el pronóstico con el que trabaja Ballesteros: obtener ocho concejales. Nadie puede ser tan ingenuo para pensar que Berrio aceptaría un puesto para no salir elegida, pero, en cambio, el siguiente en la lista, es de usar y tirar, electoralmente hablando.

Esto no ha hecho más que empezar…

James FONT