25. Abril 2024

Arxius de carlos castillo | Diari La República Checa

REDACCIÓ11 Novembre, 2021
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Van ser amics. Molt amics. De fet, van créixer junts en el mateix partit i el destí va fer que es trobessin en càrrecs públics amb tasques diferents. Estem parlant de Carles Castillo – l’exsocialista convertit en diputat d’ERC – i de Gustavo Cuadrado, un influenciador en el PSC a Tarragona i excap de gabinet de l’alcalde de Tarragona, Pep Fèlix Ballesteros. Amb el passar dels anys, el desgast i les guerrilles de la política van fer que els dos amics s’hagin convertit en una espècie d’enemics íntims.

Ja queden enrere aquells moments en què Carles Castillo – advocat de professió – defensava la innocència del tot poderós Gustavo Cuadrado per la seva implicació en el cas Inipro, el qual està pendent de judici. Ara, l’exsocialista ataca sense contemplacions l’excap de gabinet de l’alcalde Ballesteros, qui manté un segon pla en la política activa municipal. Tot i aixíGustavo és per a molts socialistes un dels millors estrategues del partit i per això compten amb la seva experiència i capacitat estratègica. No s’amaga a l’hora d’assessorar els ‘talents’ i pesos pesants del seu partit. De moment, no està condemnat pel cas Inipro, asseguren els socialistes tarragonins, tot reclamant respecte per la presumpció d’innocència. 

No obstant això, Carles Castillo, amistats o enemistats a banda, va publicar un tuit on no deixa Cuadrado en bon lloc. “Ahir – dimecres – vaig trobar personatges imputats per corrupció (Inipro) fent d’assessors a diputats del Camp de Tarragona al Parlament, preocupant“.

Castillo – que també va ser imputat  al 2015 quan era regidor d’Urbanisme – considera que el seu ex-amic ara mateix només es mereix la categoria de “personatge imputat“. Ahir se’n va fer creus quan va veure Cuadrado en la cafeteria del Parlament de Catalunya. Entén que és preocupant que Gustavo Cuadrado – que no està condemnat – pugui assessorar a diputats del Camp de Tarragona.
Sembla que en política es canvien de jaquetes i d’amics també. La presumpció d’innocència? Només quan  interessa. Està d’acord el ERC amb aquest tuit?

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REDACCIÓ3 Agost, 2020

En Can PSC hay tres aspirantes “oficiosos” que se disputan encabezar la lista socialista de las próximas municipales: Sandra Ramos, Carlos Castillo y Javier Villamayor. Ya sé que algunos dirán “apaga y vámonos”, pero todavía no se ha creado el wallapop de la política, por lo que no hay más remedio que elegir entre esas tres opciones o sacar un conejo de la chistera socialista.

Vamos con el primer aspirante, Carlos Castillo: aires byronianos, ideológicamente sobreactuado, abanderado de un republicanismo de zona vip, desinhibida intrepidez en las redes sociales, todo ello le hace ser una opción romántica, arriesgada y, en verdad, poco probable a tenor de los escasos apoyos con los que cuenta dentro de la casa fuerte de su partido. Sus detractores dicen de él que si le quitas los cargos públicos remunerados que ha desempeñado, le queda un currículum más enclenque que las canillas de Alonso Quijano. ¿Vale la pena continuar haciendo paellas en sua casa para sus ‘amiguitos’?

Sandra Ramos es la antítesis de Castillo: operaria de la política, previsible, cortoplacista, constante, empàtica… por resumir: francamente previsible, pero fiable. Ella es la carta comodina del PSC, una carta que significaría que los socialistas no aspirarían a ganar las próximas elecciones municipales en Tarragona, si no a posicionarse subordinadamente para entrar en un gobierno de izquierdas pactando con ERC y los Comunes.

Castillo y Ramos son muy distintos: él es un verso libre y ella un manual de instrucciones, pero quien más tiene que perder es Castillo, al que seguramente le cortarán la retirada para que desista y pacte una renuncia honrosa. El problema es que Castillo –  el Winnie-the-Pooh del PSC – es de los que piensa que la mejor defensa es un buen ataque y podría “independizarse”, y ahí le esperarían, ufanas, todo tipo de tribus políticas de la ciudad, a cada cual más variopinta, aguerrida y bulliciosa, aunque todas ellas de insondable cotización electoral.

La tercera opción en discordia es Javier Villamayor, que disfrutaría de una segunda oportunidad como la que tuvo mi primo Johnny Fontane, pero sin cabeza de caballo en la cama… espero. ¿Por qué comparo a mi primo con Villamayor? Porque al igual que él, Villamayor ha ido a lloriquear al Padrino (socialista) -léase Salvador Illa-, para recuperar su estatus de hereu, que perdió por su calamitosa gestión al frente de Tarragona 2018 o del proyecto Smart City.

Lo feo de Villamayor es que tras abandonar la política municipal se ha dedicado a criticar por lo bajini a todos los que fueron sus compañeros de gobierno en Tarragona, en especial a Ballesteros, cuando, sorprendentemente, los que ahora critica fueron, por ejemplo, los que le hicieron de parapeto cuando Villamayor se alió con los círculos de Sociedad Civil Catalana para ornamentar españolamente la inauguración de los Juegos Mediterráneos, con el nefasto y vergonzante resultado que todo el mundo pudo ver.

Fuera del programa oficial de festejos preelectorales queda por saber cuál es el papel de Ballesteros en este asunto y si realmente será un simple observador privilegiado o quiere tener un determinado protagonismo. Incluso, a pesar del caso Inipro y algunos fiascos como los Juegos Mediterráneos, cabría preguntarse si no sigue siendo Ballesteros el mejor candidato del PSC. El tiempo lo dirá…

Vito TARRACORLEONE

No es nada personal, son solo negocios

 


REDACCIÓ26 Desembre, 2018

Las quinielas sobre las próximas elecciones municipales ya se han puesto en marcha y los bolis no dan abasto para saber si será 1X2. No obstante, en los despachos del PSC ya se escucha ruido de sables. Lo que sabemos es lo que os explicamos.

Ballesteros y su guardia pretoriana, formada por Bonet, Bonet y Bonet – jefe de gabinete, confidente y ayuda de cámara –, trabajan sobre la hipótesis de que obtendrán 8 concejales en las próximas municipales. O sea, Ballesteros y siete más, como el cuento de Blancanieves. Eso significa que, del octavo puesto de la lista del PSC para abajo, el abismo es negro y profundo.

De los actuales concejales y concejalas de puño, rosa y tallo (con espinas), algunos están amortizados… y no lo saben: Josep Maria Milá, Ana Santos, Ivana Martínez. Uno más ha anunciado que se va: Javier Villamayor. Otro ha anunciado que quizás se va: Francesc Roca. Por último, está Don Pablo Pérez Herrero, que no quiere irse, pero, “alomojó”, se rumorea que le cursan visado hacia un destino institucional relacionado con el mundo empresarial.

Nos quedan Begoña Floria y Elvira Ferrando, ambas con bastantes números de ser agraciadas con dos puestos en la lista de Ballesteros, pero sin demasiadas alegrías… del 4 hacia abajo.

Los nombres que suenan para ocupar las plazas vacantes en la lista de Ballesteros son muchos, pero algunos llaman la atención. De los que suenan entre perfiles claramente de partido están: Santiago Castellá, Mireia López, Rocío León y Eloi Menasanch.

De los que suenan entre perfiles claramente de partido están: Santiago Castellá, Mireia López, Rocío León y Eloi Menasanch.

De los que saldrían de la pesca de Ballesteros entre independientes estarían dos personas relacionadas con los pasados Juegos Mediterráneos: Bito Fuster y/o Berni Álvarez; del mundo de la empresa, un alto cargo del sector petroquímico. Una joven periodista también estaría bien colocada en las apuestas. Otro nombre que suena con fuerza para una reentré con honores es Xavier Tarrés. Finalmente, el que se queda fuera de todas las quinielas es Carlos Castillo.

Queridos crapulines y crapulinas, aquí lo dejo. Si vais a ir por Transilvania, no dejéis de preguntar por mí.

Hasta la próxima.

Recuerden, me voy pero estaré atento

Conde Crápula